Según la encuesta de «Second Love», la plataforma europea que lleva más de 10 años conectando personas para tener relaciones fuera de la pareja estable, las mujeres chilenas corresponden al 61% del total de los usuarios y argumentan que son infieles para «tener una aventura que les permita regresar a su relación estable de una manera más satisfecha».
Chile lidera el ranking latinoamericano de la infidelidad, según un análisis elaborado por la polémica plataforma online Second Love, la red social europea que desde el 2008 se dedica exclusivamente a conectar personas que quieran «tener aventuras» o relaciones extramaritales.
En Latinoamérica son aproximadamente un millón de personas inscritas en Second Love, a partir de las cuales se analizó la interacción y características de los usuarios y usuarias activas de países como Argentina, Brasil, Colombia, Chile y Uruguay.
A partir de este listado, la aplicación determinó que Chile lidera el ranking como uno de los países con mayor actividad en el portal, aumentando en un 45% los casos de infidelidades en el último semestre.
Según la encuesta de Second Love, las mujeres serían más infieles que los hombres y corresponden al 61% del total de los usuarios. En este sentido, el análisis determinó que la mayoría de las participantes decidió ser infiel para «tener una aventura que les permita regresar a su relación estable de una manera más satisfecha».
El análisis también reveló que a lo largo del país, Santiago es la ciudad más activa y con más usuarios en Second Love, seguido por la ciudad de Valparaíso, Bío Bío, Antofagasta y Arica.
Según Marías Lamouret, vocero de Second Love Latinoamérica, «los chilenos se ubican a la cabeza de los que lo hicieron al menos tres veces (26%), seguidos por los colombianos (22%) y argentinos (21%)».
En cuanto a las características de las y los infieles chilenos, el rango etario que más abunda va desde los 30 hasta los 49 años, y pertenecen a clases sociales media y media alta, «generalmente con estudios universitarios completos y carreras profesionales activas», explicó Lamouret.