Las reposiciones presentadas por el Ejecutivo apelan a la idea original del proyecto, la cual prioriza a los adoptantes que cumplan con «un rol adecuado de padre y madre» desde una «perspectiva biológica». En el Movilh acusaron al ministro de Justicia de “denigrar a las familias homoparentales” e hicieron notar que “se está vulnerando de manera directa y casi irreparable el Acuerdo de Solución Amistosa firmado por Michelle Bachelet y ratificado por Sebastián Piñera”. Pero la decisión del Gobierno también sacó ronchas en Chile Vamos, porque -en privado- parlamentarios de Evópoli cuestionaron el retroceso que significa esta decisión del Ejecutivo.
La discusión en la sala de la Cámara de Diputados de la reforma al actual sistema de adopción estuvo marcada esta jornada por la controvertida decisión del Gobierno de reponer tres indicaciones, en particular la que reafirma los criterios para «privilegiar el rol de padre y madre», lo que fue rechazado no sólo por organizaciones de la diversidad sino también incluso en las mismas filas del oficialismo.
En efecto, la sorpresiva decisión del Gobierno sacó ronchas en Chile Vamos, especialmente en Evópoli donde sus parlamentarios cuestionaron en privado el retroceso que significa dicho punto y que desconoce la visión del mundo liberal a la cual ellos representan.
Es más, el diputado Sebastián Keitel marcó el punto en su intervención en el hemiciclo, al señalar que hay que “votar por la familia, sin importar su composición”, e hizo un llamado a sus colegas a que “voten por los niños de nuestro país”
Desde la bancada evangélica de Renovación Nacional, en tanto, aseguraron que no habían sido ellos los que presionaron a La Moneda para reponer este punto y que tampoco sabían que el gobierno de Piñera había tomado esa decisión.
En la oposición, el diputado DC Matías Walker, señaló que «el único y más importante principio que debe cumplir la Ley de Adopción es el interés superior del niño para que crezca en un ambiente familiar. Hay distintos tipos de familias en Chile, y la aptitud de cada una debe ser evaluada en su mérito, sin ninguna discriminación a prori».
El día clave para el avance del proyecto y estas indicaciones repuestas por el Ejecutivo será este miércoles, cuando se produzca la votación de la iniciativa.
A nombre del Ejecutivo, fue el ministro de Justicia Hernán Larraín el encargado de justificar la decisión de reponer las indicaciones. En cuanto al rol del padre y la madre, argumentó que se debe privilegiar «la existencia de un ambiente familiar donde se pueda ejercer adecuadamente el rol de padre y madre», además de evaluar factores como la estabilidad y antigüedad de la relación en cuestión.
«Aquí no hay un criterio de apelación que excluye a otros en el proceso de adopción, es siempre pensando en el interés superior del niño», declaró el ministro, quien enfatizó en la importancia de considerar el «criterio biológico» al momento de seleccionar a los adoptantes.
La medida presentada por el Gobierno surgió en respuesta a la enmienda impulsada por la oposición en la Comisión de Familia, la cual explicita la posibilidad de que las familias puedan adoptar independientemente de su composición.
Desde el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), repudiaron que el ministro de Justicia anunciara estas indicaciones a la reforma de la ley de adopciones, ya que «privilegian a parejas heterosexuales» y omiten las propuestas presentadas por el colectivo LGBTI, y que habían sido aceptadas por la Comisión de Familia de la Cámara de Diputados.
El dirigente de Movilh, Rolando Jiménez, consideró que la postura de Larraín «denigra a las familias homoparentales, sin ningún argumento más que los fundamentalismos de que dos madres o dos padres no son lo mejor para niños y niñas, pues lo ideal es la heterosexualidad».
Asimismo, el Movilh hizo ver que la decisión gubernamental contraviene normas internacionales, tomando en cuenta la firma del Acuerdo de Solución Amistosa con el Estado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, con el fin de garantizar los avances en la adopción homoparental.
La determinación del gobierno fue criticada por el vocero del Movilh, Oscar Rementería, quien expresó que estas medidas «atentan brutalmente contra parejas del mismo sexo y vulneran de manera directa y casi irreparablemente el Acuerdo de Solución Amistosa firmado por Michelle Bachelet y ratificado por Sebastián Piñera».
Desde la Fundación Iguales, consideraron que el gobierno está privilegiando «estereotipos familiares y prejuicios por sobre el bienestar de niños y niñas». En este sentido, el presidente de la fundación, Juan Enrique Pi, señaló que “al reponer ‘el rol de padre y madre’ en el proyecto de adopción, el gobierno vuelve a priorizar la composición de las familias por sobre su idoneidad. No están los niños en primera fila».
En la misma línea, la Directora de Educación de Fundación Iguales, Isabel Amor, calificó como «irresponsables» las propuestas del gobierno, cuestionando el concepto del «rol adecuado» de «padre y madre» empleado por el ministro Larraín.
«¿Dónde se establece qué constituye el adecuado rol de padre y madre? Quizás mi pareja mujer y yo cumplimos con el requisito, quizás una pareja hetero no lo cumple. ¿Cómo aseguramos el interés superior de niños, niñas y adolescentes con esta vaguedad?».
El escritor Pablo Simonetti, expresó su descontento con las reposiciones del gobierno, declarando que «se han llenado la boca con la reforma ala ley de adopciones, pero cuando llega el momento de darles a los niños la mayor amplitud de familias posibles que los adopten, se dejan arrastrar por los prejuicios queriendo imponer roles preconcebidos sobre padre y madre».
Además, Simonetti recalcó que «hay muchas maneras de ser padre y muchas de ser madre. Somos testigos de tantas familias infelices a pesar de que cumplen con estos roles preconcebidos y de las muchas familias de constitución diversa que han sido lugares llenos de amor, cuidado y oportunidades».
Otra reposición presentada por el Gobierno, fue la reincorporación de los Organismos Colaboradores Acreditados (OCAS) al proceso de adopción, para que puedan participar independiente de las funciones del Sename.
«Debemos recordar que en Chile, quienes se hicieron cargo de los niños fueron las organizaciones privadas y particulares, el Estado actuó tardíamente», recalcó Larraín.
Por otra parte, el Ejecutivo insistió con la posibilidad de la cesión en vientre o cesión voluntaria prenatal, la cual permite que una mujer embarazada manifieste durante su embarazo la voluntad de dar a su hijo en adopción, y concretar el proceso luego del parto.