BRAGA
Crédito: Agencia Uno.
El hecho fue denunciado por una mujer trans al Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), indicando que el personal del Hospital Sótero del Río, le exigió «su cédula de identidad antigua, así como también, la sentencia judicial que autorizó su cambio de nombre y sexo social». La Seremi Metropolitana de Salud reconoció que «esta práctica existe y responsabilizó de ello al laboratorio Clínico de la Universidad Católica donde se envían lo exámenes, ya que, ellos son los que exigen que las personas trans den a conocer una identidad antigua». El encargado del área de salud del Movilh, Diego Ríos, expresó que “esta conducta es abiertamente transfóbica, así como absurda, pues estamos hablando de personas que ya cambiaron su nombre y sexo legal y jurídicamente ya tienen para todo efecto otra identidad”.
Una mujer trans que rectificó su partida de nacimiento y que está en proceso de transición corporal, denunció un episodio de transfobia en el Hospital Sótero del Río.
El personal le exigía presentar su nombre y sexo legal de nacimiento para hacerse los exámenes médicos, de lo contrario, los resultados no serían analizados por el Laboratorio Clínico de la Universidad Católica.
El hecho que ocurrió el pasado 22 de julio, fue denunciado por la mujer al Movimiento de Integración y Liberación Homosexual.
“Le dijeron que la única manera de analizar su sangre es que dé a conocer su nombre y sexo legal de nacimiento, mediante la presentación de su cédula antigua, así como de la sentencia judicial que autorizó su cambio de nombre y sexo social«, expresó el encargado del Área Salud del Movilh, Diego Ríos.
El Movilh precisó que “la Seremi Metropolitana de Salud reconoció que esta práctica existe, y responsabilizó de ello al laboratorio Clínico de la Universidad Católica donde se envían lo exámenes. Indican que ellos son los que exigen que las personas trans den a conocer una identidad antigua».
Ante la situación de transfobia, Ríos anunció que presentarán un recurso de protección a favor de la persona afectada. En paralelo, exigirán al Ministerio de Salud «que erradique y prevenga estas prácticas y que exija a los laboratorios con los cuales trabaja que se ajusten a la legalidad”.
“Esta conducta es abiertamente transfóbica, así como absurda, pues estamos hablando de personas que ya cambiaron su nombre y sexo legal y jurídicamente ya tienen para todo efecto otra identidad”, señaló Ríos.
