BRAGA
El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual acusó a la Escuela de Guardias Indap de Chillán por vulneración a la Ley Zamudio y a los tratados internacionales de Derechos Humanos.
Estudiantes de la escuela de guardias Incap Chillán denunciaron al Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) las prácticas homofóbicas y de incitación al odio en los cursos impartidos en la institución por parte del carabinero en retiro y profesor de la escuela Helios Usa García.
Como resultado, el organismo defensor de los derechos humanos de la comunidad LGTBIQ+ presentó una carta al director de la escuela, Víctor Navarrete, denunciando al docente a cargo del curso de “Formación de Guardias de Seguridad” debido a la discriminación con la que hacía referencia a la comunidad en sus clases.
Los alumnos del curso señalaron al Movilh que el docente promueve la homofobia y la incitación al odio por parte de los estudiantes señalando que “se considera a las personas homosexuales como delincuentes y que por lo mismo, deben ser blanco de sospechas para los guardias de seguridad”.
La abogada del movimiento, Mónica Arias, se pronunció ante lo ocurrido advirtiendo que “los alcances del manual en cuestión pueden tener nefastas consecuencias en la comunidad, ya que se está alentando a los guardias de seguridad, mediante un curso de formación y capacitación, a que ejerzan prejuicios y discriminación a las personas homosexuales”, en donde los homosexuales son categorizados junto a “cuenteros, escaperos, estafadores, falsificadores, falsos funcionarios, lanzas, pistoleros y asaltantes”.
Además, la abogada sentenció que inculcar este tipo de comportamiento en los futuros guardias de seguridad “también perjudicará a los empleadores de dichas personas capacitadas en Incap debido a que se verán expuestas a las sanciones legales establecidas para esos efectos”.
El Movilh, por su parte, junto con acusar vulneración de la Ley Zamudio y algunos tratados internacionales de Derechos Humanos, solicitó a Incap investigar y sancionar a los responsables del abuso, retirar todos los ejemplares del prejuicioso manual y capacitar a cada uno de sus trabajadores en temáticas de Derechos Humanos y de diversidad sexual y de género.
