Desde hace cinco años que los países del G20 se comprometieron a eliminar la brecha de género en el mundo laboral, esperando disminuir esta brecha hasta un 25% en el año 2025. Desde entonces, las y los líderes políticos que conforman la cumbre predican el discurso de querer adoptar medidas por la equidad de género. Sin embargo, este discurso no logra trascender a la práctica. Entendiendo que solo son tres mujeres frente a 35 hombres las que forman parte de una de las instancias más importantes de deliberación política y económica del mundo.
Bajo la premisa de «lograr un mayor equilibrio en el mundo laboral», las y los líderes políticos que integran el Grupo de los 20 (G20) nuevamente se comprometieron a «erradicar la brecha de género», poniendo énfasis en el «compartir de las labores domésticas y los permisos de trabajo entre los hombres por asuntos familiares».
En el marco de las ocho reuniones ministeriales que desarrollará el G20 durante el 2019, durante la cita de este lunes centrada en el «futuro del trabajo», la ministra de Trabajo de España, Magdalena Valerio, insistió con que «la igualdad de género debe ser uno de los pilares esenciales del futuro del trabajo».
«Sin igualdad de género no habrá un futuro justo e inclusivo. Ninguna sociedad, ningún país, podrá avanzar en el siglo XXI dejando atrás a las mujeres», resaltó la titular invitada.
Si bien desde el 2014 que el G20 se ha comprometido a reducir la brecha de género, específicamente un 25% hasta el año 2025, el discurso que propone como agenda de género no logra trascender a la práctica. Entendiendo que solo son tres mujeres frente a 35 hombres las que forman parte de una de las instancias más importantes de deliberación política y económica del mundo.
Estas tres mujeres son Christine Lagarde, presidenta del Fondo Monetario Internacional; Angela Merkel, canciller de Alemania y Theresa May, quien fue primera ministra del Reino Unido. Este año se sumó la participación de la invitada Magdalena Valerio, ministra del Trabajo de España.
La inconsecuencia sobre la equidad de género también quedó al descubierto durante la cumbre del 2018, cuando la agenda de género del G20 quedó en manos de las primeras damas y fue desvinculada del resto de las problemáticas económicas y políticas mundiales.
Estos procedimientos al interior del G20 son contradictorios frente a sus mismos propósitos, siendo otro espacio donde se siguen replicando prácticas machistas y patriarcales. Lo que es preocupante al ser un importante espacio de deliberacón política y económica que reúne a mandatarios de veintena de países como Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido, Turquía, Australia, Argentina, Brasil, entre otros.
El G20 tiene programado aún otras tres reuniones ministeriales en Japón en lo que resta del año, una de titulares de Salud (19 y 20 de octubre), otra de Turismo (25 y 26 de octubre), y la de responsables de Exteriores, que se desarrollará el 22 y 23 de noviembre.