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Diciembre de funas: ¿Moda? ¿Forma de protesta? Las razones psicológicas tras los diversos testimonios sobre abusos que se han tomado las redes sociales BRAGA

Diciembre de funas: ¿Moda? ¿Forma de protesta? Las razones psicológicas tras los diversos testimonios sobre abusos que se han tomado las redes sociales

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Natalia Espinoza C
Por : Natalia Espinoza C Periodista - Contacto: braga@elmostrador.cl / (sólo wsp) Fono sección: +569 99182473
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Algunas de las secuelas más comunes que viven las personas tras una situación de abuso son: pérdida de confianza en la relación con otros, ideas suicidas, sentimiento de culpa, falta de sueño, entre otros.


El estallido social que se ha vivido en nuestro país estas últimas 8 semanas ha traído consecuencias imprevistas respecto de cómo se visibiliza la violencia de género. En este sentido, el día 25 de noviembre en el marco del día internacional contra la violencia hacia la mujer, se generó un punto de inflexión: el colectivo feminista “Las tesis” con su canto y coreografía “un violador en tu camino” abrieron las puertas para que cientos de personas se atrevieran a hablar y visibilizar situaciones de abuso.

Desde comienzos de diciembre, una ola de testimonios y funas (manifestación de denuncia y repudio público contra una persona o grupo que cometió una mala acción) inundaron las redes sociales, muchas de ellas logrando incluso hacerse virales. Ante esta situación, dos tipos de voces se han hecho notar: quienes apoyan la funa y dan validez a los testimonios, y quienes critican este hecho catalogándolo como una “moda”.

En El Mostrador, conversamos con la Psicóloga Clínica, Vanessa Tosso Cabezas, quien cuenta con una gran trayectoria en el tratamiento y acompañamiento de víctimas tanto del género femenino como masculino, que han sufrido violaciones, abuso sexual y diversos tipos de vulneraciones, con el fin de analizar este fenómeno.

Para la profesional, esta oleada tiene un significado mucho más profundo que una simple moda, y tiene que ver con los procesos de sanación por los que deben atravesar las víctimas. Uno de los más importantes es la liberación de la carga de angustia y la necesidad de que tu relato sea validado por otros.

“Pasa muchas veces que este discurso no es aceptado en el círculo más íntimo de la víctima, y escuchamos los típicos discursos de gente con un pensamiento más primario en donde te dicen que la culpa la tienes tú por andar con esa falda, con ese escote o por andar caminando sola, muchas veces me ha tocado escuchar a mis pacientes que sus familiares más cercanos les respondían ‘bueno agradece que no te pasó algo más’ lo cual es algo completamente desesperanzador para la persona que sufre un abuso como este”, afirmó la profesional.

En este sentido, para la Psicóloga Clínica, esta seguidilla de destapes ha ayudado y promovido que otras mujeres u hombres que han sido víctimas de abuso o vulneración hablen cuando se sienten preparados. Sin embargo, ¿por qué la gente habla después de tanto tiempo? Psicológicamente, ¿qué provoca un abuso?

La psicología del abuso

Cuando una persona, sea mujer u hombre, es víctima de algún tipo de abuso sexual o vulneración emocional, se genera en ella un fenómeno conocido como “el quiebre del yo”, en donde la persona se cuestiona “quien soy, cuánto valgo” y normalmente trae como consecuencias posibles cuadros de depresión, sensación de suciedad, pérdida de confianza al otro, sobre todo al género que comete el abuso, un rechazo a compartir o convivir con otras personas, además de una sensación persecutoria en donde sienten que todos quieren lastimarlos, entre otros.

Ante esto, el cerebro busca que el “yo” sobreviva y toma medidas de protección que no necesariamente son sanas, ya que pueden generar una disociación de la persona y hacer que los recuerdos tan debeladores de una situación de abuso comiencen a aparecer a través de los sueños o de Flashback.

¿Y los hombres?

Hay mucho abuso encubierto hacia los hombres en una relación de pareja, existe la violencia física e incluso también abusos sexuales, sin embargo, a nivel social “no es bien visto, a los hombres les cuesta mucho hablarlo o revelarlo, ya que su masculinidad se ve afectada” explica la Psicóloga Tosso.

Según su experiencia, a las mujeres se les juzga por la ropa, por la hora, por el lugar, responsabilizándolas de que son quienes provocan el abuso. En el caso de los hombres, el abuso se torna un motivo de burla “me ha tocado muchas veces acerca de la violencia en el pololeo, en donde los hombres llegan afectados emocionalmente porque no lo pueden conversar, ¿con quién lo van a conversar? Es un tema, ya que en su círculo más cercano la respuesta que reciben es: ay weón maricón, como dejas que te hagan eso”.

“¿Por qué no hablaron antes, si ya pasó tanto tiempo?”

Cuando una persona abusa de otra, se genera una relación de poder, en donde la manipulación emocional hacia la víctima es muy fuerte, “esta otra persona que se sitúa jerárquicamente más arriba que la víctima, le va a decir: no cuentes nada porque nadie te va a creer’” sobre todo cuando son abusos intrafamiliares, explica la Psicóloga Tosso.

Existe en la sociedad una falta de empatía, de ponerse en el lugar del otro, ya que las víctimas no hablan en el momento que sucede el abuso. “La gente no entiende la dinámica de relaciones de poder, la manipulación emocional y el miedo que genera eso en las víctimas, y por otro lado, tampoco entienden que las personas que han sido vulneradas hablan cuando pueden y cuando se sienten preparadas. Imagínate que cualquier evento traumático de vulneración, provoca un quiebre en el yo, y que nuestro cuerpo utiliza una serie de mecanismos de defensa psíquicos para poder sobrevivir, y claro, en ese momento de fragilidad, esas personas no pueden hablarlo, muchas veces por miedo al qué dirán”, dictamina la profesional.

Las funas en este sentido, provocan un nuevo canal de comunicación abierto, “en donde ellas o ellos mismos se dan cuenta que no están solos”, eso es muy importante según explica Tosso, porque finalmente se genera una visualización de que hay muchas mujeres que han pasado por algún tipo de vulneración. “Una de mis pacientes tenía entre sus síntomas el tema de la desconfianza hacia el otro, con este estallido social, me han llegado comentarios de que el que está al lado tuyo te cuida, no necesariamente te va a hacer un mal, no necesariamente te va a vulnerar”, expresó.

Por otro lado, las funas también tienen un “lado B” para Vanessa Tosso, por lo que ella cuando un paciente le comenta su intención de realizar una, le explica que esto puede traer consecuencias legales, pero incluso más allá de eso, que deben estar conscientes de que esto puede abrir un largo proceso en donde debe estar preparados para leer comentarios negativos y de desvalidación. “Lamentablemente también me he enterado de funas que son mentira, y eso lo lamento mucho también, pero esas funas de mentira son la excepción a la regla, no es la regla general sino que es la excepción. No es una moda, es algo que ha permitido que otras personas puedan hablar su verdad, su dolor”, sentenció la profesional.

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