El caso que en 2019 conmocionó a Chile presenta nuevas aristas, un amigo del fallecido José Matías de la Fuente, reveló que este había sido violado por sus compañeras de colegio. Este antecedente será muy importante para tratar el caso el 17 de febrero, cuando Marcela Guevara, madre de José, se reúna con el fiscal regional para tramitar judicialmente la causa.
“Liceo de mierda, me colapsó”, decía una de las cartas en donde el joven se despidió de sus seres queridos. Tras el suicidio “pensé que mi hijo sería velado en el colegio (…) hasta que supe que el colegio es el responsable de su muerte”, dijo Marcela Guevara en conversación con Chilevisión.
José Matías de la Fuente, adolescente trans de 15 años se suicidó el 23 de mayo de 2019 tras lanzarse desde el piso 11 del edificio donde vivía con su familia. Según el parte médico, el impacto que sufrió le provocó un politraumatismo esquelético visceral.
Según narró Marcela, su hijo cursaba educación media en el Colegio Sagrado Corazón de Copiapó, un colegio católico femenino que en su misión aboga “formar a las estudiantes con carisma, amor y reparación, desarrollándolas espiritual, social, cultural, afectiva y cognitivamente para participar de manera comprometida y trascendente en la sociedad”. Allí, la madre denuncia que José fue víctima de “acoso y bullying por parte de sus compañeras del colegio por el hecho de ser trans”.
“Ellos hicieron masacre con él, en todo sentido. Hicieron cosas peores… como abusar», relató Marcela.
Tras el suicidio de su hijo, Marcela cuenta que en una conversación entre José Matías y su mejor amigo, este le revelaba que, en el baño del colegio, alumnas de entonces tercero medio habían abusado sexualmente de él. “Sé quiénes son las personas”, aseguró.
El adolescente en marzo se acercó a las autoridades del colegio para confiarles que era transgénero en busca de apoyo y orientación. “Cuando decide hablar en el colegio fue sincero para pedir apoyo. No se lo dieron y dos meses después se suicidó porque hubo un acoso inmenso y él no pudo más”, dijo Marcela. Además de no interceder por él, la madre denuncia una serie de irregularidades por parte del establecimiento educativo.
Una inspectora encargada de recibir a los estudiantes en la puerta le dijo a Guevara que su hijo “era un odioso”. Ella de inmediato lo denunció a la directora del colegio, Adriana Arriata, quien dijo que “lo iban a ver, pero jamás hicieron nada”.
Si bien en la muerte de su hijo no hubo terceras personas involucradas físicamente, la madre considera que el colegio es responsable por el abandono que dio cabida a un intenso bullying, el cual no fue frenado ni denunciado por ninguna autoridad ni compañeras de José Matías. “Sus compañeras del segundo medio B y las estudiantes de tercero medio. Fueron todas. Ninguna pidió que lo dejaran tranquilo”, aseguró Guevara.
“Todo lo que yo hago va a ser por darle paz a mi hijo, pero yo no lo voy a tener devuelta”.
Desde 2017 existe por mandato de la Superintendencia de Educación una normativa que obliga a todos los establecimientos del país a resguardar a los niños y niñas transgénero. “El colegio incumplió la normativa. Escondieron esta circular”, aseveró.
Cuando en mayo comenzó la investigación, la Superintendencia penalizó al Sagrado Corazón por incumplimiento de los mandatos de la circular 768 con una multa de 55 UTM, la más alta que establece el Ministerio de Educación.
El próximo 17 de febrero, Marcela Guevara se reunirá con el fiscal regional que llevará el caso para tramitar judicialmente la causa.