Esta semana hemos vivido un nuevo 8 de marzo, con una marcha multitudinaria en todas las ciudades del país que nos impacta y moviliza, nos hace reflexionar sobre cómo hemos avanzado las mujeres y cuánto nos falta en la conquista de espacios de participación y derechos, lo que sin duda, va acortando las brechas de desigualdad a las que hemos estado sometidas.
Estamos viviendo un momento histórico, nadie puede desconocerlo, nos hemos hecho más visibles en nuestras demandas y requerimientos por mayor dignidad, más respeto y exigiendo la eliminación de todo tipo de violencia contra nosotras. No es posible que, siendo más de la mitad de la población en Chile, no podamos acceder, en igualdad de oportunidades que los hombres, al trabajo, a la salud, a los créditos, a los lugares de toma de decisiones. Hoy más que nunca sentimos, también, ese espíritu de unión por la causa, nuestra causa, mujeres de todas las edades, de todo los países, sin importar su situación económica, social y cultural.
El ser mujer es lo que vale porque todas, de alguna u otra manera, hemos sufrido por el hecho de serlo. La última gran conquista, acordada de manera transversal en el Congreso y única en el mundo en su tipo, es el acuerdo por la paridad de género, si en el plebiscito de abril se aprueba que Chile tenga una nueva Constitución.
PRODEMU es una institución que nace a la vuelta de la democracia al alero de la figura de la Primera Dama, constituida como la primera organización del Estado que tiene por objeto capacitar, informar, acompañar, escuchar a las mujeres que más lo necesitan, aquellas que anhelan una oportunidad, en un Chile que tenía un cincuenta por ciento de la población bajo la línea de la pobreza. Desde esta tribuna, como su Directora Nacional, insisto, constato los avances que hemos tenido, avances que hemos logrado con un enorme apoyo de los distintos gobiernos en estos 30 años, apoyo también del} sector privado, pero sobre todo del sector púbico, a través de la implementación de políticas públicas que han puesto su foco en nosotras.
[cita tipo=»destaque»] Mujeres, no perdamos el rumbo, nos debemos primero unas a otras. Juntas llegaremos lejos porque nuestra fuerza está en la unidad. [/cita]
Pero hoy, y después de los muchos años que llevamos las mujeres en este camino incansable, legítimo y urgente por lograr la igualdad, siento un gusto amargo. Hemos sido testigos, a partir del 18 de octubre, desde el inicio de la crisis social y política que vive Chile, de una violencia inusitada entre nosotras mismas. Hemos faltado a un principio básico del movimiento feminista, hemos faltado al respeto mutuo, hemos dado paso a la indignidad, a la falta de tolerancia y nos hemos dividido, lo que conlleva, a ojos del mundo, un menoscabo para el movimiento de pañoletas moradas y verdes. Las consignas que se escuchan en las movilizaciones y las frases hirientes y feroces durante la marcha de este 8 de marzo contra mujeres que piensan diferentes o que es encuentran cumpliendo una labor pública como las carabineras o la misma Ministra de la Mujer y Equidad de género son inaceptables entre nosotras y enlodan nuestra lucha. Son condenables las funas, las agresiones físicas, los intentos de quemarnos, el odio que ha ido tomando fuerza. Nosotras que exigimos el fin a todo tipo de violencia contra la mujer, la estamos ejerciendo respecto de otras, impunemente.
Mi llamado es a no continuar con esta forma peligrosa de tratarnos. Podemos pensar distinto, podemos equivocarnos, podemos estar cumpliendo una labor de orden público en las movilizaciones que a todos y todas nos tienen en alerta por la violencia desconocida e incontrolada que hemos debido sufrir los chilenos como nunca en los últimos 30 años y que nada tiene que ver con la reivindicación de nuestros derechos.
¿Dónde está hoy la solidaridad, lealtad, sororidad que nos debemos las mujeres por mandato?, ¿en qué queda el principio de apoyarnos y defendernos unas a otras cuando sufrimos violencia?, ¿quién denuncia esta violencia física y psicológica a la que hoy están expuestas algunas mujeres y que se ejerce colectivamente por otras?
Mujeres, no perdamos el rumbo, nos debemos primero unas a otras. Juntas llegaremos lejos porque nuestra fuerza está en la unidad.