BRAGA
Créditos: Revista Forbes
Desde el inicio del brote de coronavirus, líderes de todo el mundo entraron al ojo del huracán para saber cómo respondían ante esta crisis sanitaria, la cual tiene a casi 2 millones de personas contagiadas alrededor del mundo. Pese a estas cifras, muchos han destacado el buen manejo que han tenido las mujeres al mando de países como Alemania y Nueva Zelanda ¿Cuál es el secreto de su éxito?
¿Buscas ejemplos de liderazgo verdadero en una crisis? Desde Islandia hasta Taiwán y desde Alemania hasta Nueva Zelanda, las mujeres están dando un paso adelante para mostrarle al mundo cómo manejar un panorama de crisis. Eso fue lo que analizó la revista Forbes, en su artículo “What Do Countries With The Best Coronavirus Responses Have In Common? Women Leaders”. En él, destacaron el desempeño que han tenido las mujeres que lideran aquellos países, como la canciller de Alemania, Angela Merkel, presidenta de Taiwán, Tsai Ing-Wen, entre otras.
Desde la llegada del COVID-19 a tierras germánicas, la canciller alemana Angela Merkel dio un discurso a nivel nacional exhortando a que la población tome ‘en serio’ esta pandemia, por lo que tomó medidas desde el primer día. Una de las más importantes fue la aplicación de pruebas de forma masiva, de modo que tuvieran la muestra completa de contagiados y minimizar así la tasa de mortalidad de este virus.
Alemania saltó sobre las fases de negación, ira y falta de sinceridad que hemos visto en otros lugares. Los números del país están muy por debajo de sus vecinos europeos, y hay indicios de que podrían comenzar a relajar las restricciones relativamente pronto.
No fue necesario esperar a que la enfermedad se expanda por más días. Desde un inicio, la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-Wen, implementó 124 medidas para bloquear la propagación, sin tener que recurrir a las restricciones totales. Ello le permitió tener el virus bajo control y la cifra de muertos en solo seis víctimas, por lo que ahora trabajan enviando más de 10 millones de mascarillas faciales a Estados Unidos y Europa.
Por su parte, la primera ministra de la Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, impuso el cierre de forma prematura, poniendo al país en estado máximo de alerta. Ordenó el autoaislamiento a las personas que ingresaban al país, cuando solo había 6 casos en todo el territorio, además de prohibir el ingreso de extranjeros.
En tanto, la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, cerró de manera temprana sus fronteras, además de los jardines de preescolar, los colegios y las universidades. Incluso, prohibió las reuniones de más de 10 personas. De este modo, minimizó cualquier índice de contagio masivo.
Islandia, al mando de la primera ministra Katrín Jakobsdóttir, entregó pruebas gratuitas de coronavirus a los ciudadanos, permitiendo examinar a cinco veces más el número de personas que en Corea del Sur. Bajo un seguimiento exhaustivo de las personas que pasaron la prueba, también se ayudó a controlar el virus, sin necesidad de llegar a una cuarentena total ni al cierre de las escuelas.
Sanna Marin se convirtió en la jefa de estado más joven del mundo cuando fue elegida en diciembre en Finlandia. Se necesitó un líder millennial para encabezar el uso de influencers en redes sociales como agentes clave en la lucha contra la crisis. Reconociendo que no todos leen la prensa, están invitando a personas influyentes de cualquier edad a difundir información basada en hechos sobre el manejo de la pandemia.
La primera ministra de Noruega, Erna Solberg, tuvo la innovadora idea de usar la televisión para hablar directamente con los niños de su país. Solberg celebró una conferencia de prensa dedicada donde no se permitieron adultos, allí respondió a las preguntas de los niños de todo el país, tomándose el tiempo para explicar cosas como, por qué estaba bien sentirse asustada.
La originalidad de la idea nos deja sin aliento. ¿Cuántas otras innovaciones simples y humanas desencadenarían más liderazgo femenino? En general, la empatía y la atención que todas estas líderes femeninas han comunicado parece provenir de un universo alternativo al que nos hemos acostumbrado. Es como si sus brazos salieran de sus videos para abrazarte de forma sincera y amorosa. ¿Quién sabía que los líderes podrían sonar así? Ahora lo hacemos.
Ahora, compara dichas líderes e historias con los “hombres fuertes” que utilizan las crisis para acelerar una aterradora trifecta de autoritarismo: echarle la culpa a los «otros», capturar al poder judicial, demonizar a los periodistas y cubrir su país con una oscura manta de «nunca me voy a reitirar” “nunca entregaré el poder” (Trump, Bolsonaro, Obrador, Modi, Duterte, Orban, Putin, Netanyahu …).
Ha habido años de investigación que sugieren tímidamente que los estilos de liderazgo de las mujeres pueden ser diferentes y beneficiosos. En cambio, demasiadas organizaciones políticas y compañías todavía están trabajando para que las mujeres se comporten más como hombres si quieren liderar o tener éxito.
“Es hora de que lo reconozcamos y elijamos a más mujeres”, puntualiza Forbes.
Y es que finalmente, los resultados hablan por sí mismos: solo hace falta echarles un vistazo a las cifras de estas naciones. Taiwán; 393 infectados y 6 muertes; Nueva Zelanda: 1,366 positivos y 9 fallecidos; Dinamarca: 6,511 con coronavirus y 299 víctimas mortales; Islandia: 1,720 contagiados y 8 decesos; Finlandia: 3,161 infectados y 64 muertes.
