BRAGA
Las medidas decretadas por el Gobierno para frenar el brote de coronavirus están afectando a la realidad del colectivo LGBTI en Chile: un 38 % reportó un incremento de homofobia desde la llegada del COVID-19, según la plataforma Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh).
La organización, una de las más importantes en materia de derechos LGTBI de Chile, realizó una encuesta cuyos resultados, difundidos este miércoles, apuntan a que el toque de queda o la cuarentena obligatoria se han traducido en un incremento «alarmante» de las agresiones al colectivo.
«La convivencia cercana hace que los ataques vean la luz producto del relacionamiento más estrecho. Las personas homofóbicas incluso transfóbicas manifiestan que solo les molesta cuando lo ven, ahora lo están viendo de forma más periódica dentro de los núcleos familiares», explicó a Efe el portavoz del Movilh, Óscar Rementería.
Según un sondeo realizado por la plataforma, los ataques denunciados abarcan desde la violencia psicológica (58 %) a la violencia verbal (41 %) y la física (1 %).
Para el 44,3 %, «entre los efectos del coronavirus podría encontrarse un incremento de la discriminación a las personas».
En tal sentido, el 9,2 % señaló que ha sido discriminado por su orientación o identidad de género desde la aparición del primer caso de coronavirus en Chile. De estos, el 2,2 % fue víctima de agresiones físicas; el 6 2% de ataques verbales y 35,8 % de violencia psicológica.
Además, el 78,4 % consideró que el coronavirus afectará, al menos durante 2020, el avance de los derechos LGBTI en materia de políticas públicas y leyes.
Pese a ello, el 92,6 % se mostró de acuerdo con «la suspensión durante todo el año 2020 de cualquier evento masivo pro derechos LGBTI (marchas, festivales, tocatas, picnic, etc) mientras el contacto social siga siendo un riesgo».
Chile confirmó este miércoles 8.273 contagiados por coronavirus y 95 fallecidos, después de sumar 356 casos y 3 decesos durante la última jornada.
El país se encuentra bajo estado de excepción por catástrofe desde el pasado 18 de marzo, con toque de queda desde las 22.00 horas hasta las 05.00 horas del día siguiente en todo el territorio, con colegios y universidades y todos los comercios no esenciales cerrados.
El Gobierno ha optado por un modelo de cuarentenas progresivas con restricciones que se imponen y se levantan en cada comuna (barrio) en función de los datos epidemiológicos de contagios, en lugar de decretar confinamiento obligatorio a nivel nacional.
Rementería aclaró que el «efecto de la cuarentena» no solamente afecta a las agresiones contra la diversidad sexual, sino que las restricciones han provocado un aumento significativo de la violencia intrafamiliar.
En la misma línea, el ministro de Salud de Chile, Jaime Mañalich, advirtió el martes en la rueda de prensa diaria sobre los «efectos dañinos» de la cuarentena, como el «aumento de la violencia intrafamiliar, aumento de la violencia contra los niños y la mujer y, particularmente un aumento del consumo de alcohol».
Según el estudio del Movilh, las restricciones impuestas por el brote de coronavirus se tradujeron además en dificultades para denunciar en caso de discriminación por razones de orientación sexual o identidad de género para el 45 % de las personas que sufrieron este tipo de ataques.
La preocupación se extiende al largo plazo, pues tres de cada cuatro encuestados opinan que la crisis sanitaria actual afectará al avance en materia legislativa de los derechos LGBTI durante el año 2020. Movilh prevé que la agenda en materia de diversidad sexual «pasará a un segundo plano».
Sobre la población seropositiva de Chile, que ONUSIDA cifra en más de 61.000 personas, el 56 % de los encuestados estimó insuficiente la ayuda que el Estado les está brindando en el marco de la crisis del COVID-19.
La encuesta incluyó 523 entrevistas a mayores de 11 años en regiones de todo el país, realizadas entre el 6 y el 13 de abril. Su margen de error es del 4 % y su nivel de confianza del 95 %, precisó Movilh.
