BRAGA
Si bien la participación política en nuestro país se ha visto disminuida a través de los años, sobre todo en las elecciones presidenciales y parlamentarias, el estudio del Observatorio de Género, Mujeres y Territorios de Rimisp, que incluye a Chile, Colombia y México, devela la existencia de brechas de género entre los distintos tipos de organizaciones, fuertemente marcada si estas se encuentran en zonas rurales o urbanas.
La participación ciudadana en organizaciones políticas y de la sociedad civil ha ido evolucionando con el paso del tiempo, sin embargo, aún se ven importantes brechas de género dependiendo del tipo de organización analizada.
En este sentido, según el estudio del Observatorio de Género, Mujeres y Territorios de Rimisp – Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural, denominado “Análisis de brechas de género y territoriales en indicadores de participación social y política”, constata que, en general, los hombres se asocian más que las mujeres a sindicatos, cooperativas, juntas de vecinos y partidos políticos, en los territorios rural-urbanos de Chile, Colombia y México.
“Las mujeres de territorios pequeños y medianos presentan menores niveles de participación que las de territorios más grandes. Esa es la tendencia”, comenta la coordinadora del Observatorio, Valentina Cortínez.
La participación electoral en Chile ha disminuido sistemáticamente desde el año 1990, alcanzando su mínimo histórico – 46,5% de los habilitados para sufragar lo hizo – en las elecciones presidenciales y parlamentarias del año 2017 (IDEA, 2019). Así también presenta baja participación en organizaciones vecinales 14% (PNUD, 2017) y en partidos políticos (3% según el Servicio Electoral de Chile). Por otro lado, la participación en sindicatos ha aumentado considerablemente desde el año 2010, alcanzando un 20,6% en el año 2017 (Consejo Superior Laboral, 2018).
En este contexto, las cifras del Observatorio dan cuenta de una alta participación electoral y pareja entre mujeres y hombres en los territorios rural-urbanos (64,3% mujeres y 66% hombres). Por otro lado, la participación en partidos políticos es baja en todos los territorios, en hombres y mujeres. Sin embargo, es aún más baja entre las mujeres, presentándose brechas de género significativas en territorios rural-urbanos grandes y pequeños, donde los hombres duplican la participación de las mujeres.
La participación en juntas de vecinos es el único indicador que presenta una brecha favorable a las mujeres, pues ellas participan en mayor proporción que los hombres, pero en sindicatos, la participación es menor en los territorios rural-urbanos y presenta brechas de género en desmedro de las mujeres, lo que difiere de la tendencia nacional de feminización de los sindicatos.
Para el total de territorios rural-urbanos, las mujeres participan un 60% menos que los hombres en este tipo de organizaciones y su participación no supera el 4%. La mayor brecha de género se observa en los territorios más urbanizados, a la vez que presentan los mayores niveles de participación (hombres 10,8% y mujeres 4%). Esto puede deberse, en parte, a que en los sectores rurales hay mayor proporción de trabajadoras informales o auto empleadas que dependientes. Asimismo, los mayores niveles de sindicalización se dan en las grandes empresas, las cuales suelen ubicarse en territorios urbanos metropolitanos.
