La deuda con los derechos de la niñez y la adolescencia es un tema del que Chile está empezando hace poco tiempo a tomar conciencia, y faltan aún muchos pasos para afrontarla de manera eficaz.
Mediáticamente, la Ley de Derechos Filiativos suele ser tratada como un asunto que atañe a personas adultas de la comunidad LGBTIQ+ (principalmente, a parejas lesbomaternales), lo cual es correcto; sin embargo, ésta también constituye una importante reparación en la deuda con niñez y adolescencia, y esto es algo que creemos relevante destacar.
[cita tipo=»destaque»] Esta desprotección jurídica y la consiguiente situación de discriminación en la que se encuentran niñas y niños nacidos y criados en familias lesbomaternales, trae como consecuencia la vulneración del derecho a la igualdad de los hijos.[/cita]
En la actualidad, niños y niñas que son hijos de parejas del mismo sexo se ven privados del ejercicio de ciertos derechos debido a la configuración familiar y la orientación sexual de sus madres. Así por ejemplo, aquellos niños o niñas que solo tienen determinada su filiación respecto a una de sus madres, no pueden exigir respecto de su otra madre, los derechos sucesorios que les corresponden, tampoco pueden ser inscritos como cargas de salud, ni tienen derecho a demandar por alimentos a su otra madre, por no encontrarse determinada la filiación respecto de ella, y por la desprotección jurídica de su realidad familiar.
Esta desprotección jurídica y la consiguiente situación de discriminación en la que se encuentran niñas y niños nacidos y criados en familias lesbomaternales, trae como consecuencia la vulneración del derecho a la igualdad de los hijos, el derecho a la identidad, y el interés superior de niños, niñas y adolescentes.
Por esta razón resulta imprescindible, desde un punto de vista ético, la pronta aprobación del Proyecto de Ley de Derechos Filiativos. Adicionalmente, para niños, niñas y adolescentes LGBTIQ+, ver hoy saldada esta deuda histórica implica un claro mensaje desde la sociedad respecto de que sí pueden esperar tener una adultez plena y feliz, cuestión que también incidirá positivamente en su salud mental presente.