BRAGA
Otra revolución en el control de la natalidad lo trajo la pastilla de anticoncepción oral de emergencia o popularmente conocida como la “pastilla del día después”, fármaco, que, de acuerdo con datos de la industria privada local, es cada vez más requerido por las usuarias.
La píldora anticonceptiva fue lanzada al mercado hace ya 60 años y significó una verdadera revolución. Nunca en la historia de la humanidad una cosa de tamaño tan pequeña ha tenido consecuencias tan grandes. Les dio a las mujeres el control de su sexualidad y también propició un gran cambio en la dinámica familiar.
En 1960 la píldora recibió el permiso para ser dispensada y vendida explícitamente como anticonceptivo oral en Estados Unidos bajo el nombre de fantasía “Enovid”. Más tarde en enero de 1961 ocurrió lo mismo en Europa, pero con “Anovlar”. Por fin las mujeres decidían cuándo tener hijos -o bien, no querer tenerlos- y ser parte del mundo estudiantil o laboral.
Hoy, a 60 años de sus primeros lanzamientos, ya existen centenares de laboratorios farmacéuticos que desarrollan distintos tipos de pastillas, asimismo nuevos formatos que evitan embarazos no deseados. En este contexto, otra revolución en el control de la natalidad lo trajo la pastilla de anticoncepción oral de emergencia o popularmente conocida como la “pastilla del día después”, fármaco, que, de acuerdo con datos de la industria privada local, es cada vez más requerido por las usuarias.
En Chile el uso de la “pastilla del día después” aumentó 13 veces desde la llegada de su original Escapel en 2009; cifra que acrecentó luego que el Instituto de Salud Pública (ISP) decretara en 2015 su venta sin receta médica. Para el ginecólogo y experto en anticoncepción, Guillermo Galán, el uso de Escapel es un método anticonceptivo oral de emergencia seguro, cómodo y que, prácticamente, no genera efectos secundarios como náuseas, vómitos y otros malestares.
“La Organización Mundial de la Salud respalda la actual píldora del día después como el método seguro y eficaz para evitar el embarazo en comparación con las dos píldoras de la primera presentación. Además, hoy existe sólo un 25% de probabilidades que el fármaco, una vez administrado cause un poco de náuseas, mareos y vómitos”, señala el médico.
La actual píldora anticonceptiva de emergencia consiste en una dosis de 1,5 miligramos de levonorgestrel, sustancia que inhibe o retrasa la ovulación, razón que explica su nulo efecto abortivo. En Chile están disponibles Escapel 1 y Escapel 2; ambos desarrollados en Europa por el laboratorio húngaro Gedeon Richter y certificados por la Agencia Europea de Medicamentos.
Respecto a su uso, “es importante recordar que para que el levonorgestrel logre su efecto en las pacientes, la pastilla debe tomarse máximo dentro de las 72 horas posteriores a la relación sexual desprotegida, considerando siempre que su efectividad disminuirá con el paso del tiempo”, finaliza Galán.
