BRAGA
Crédito: Archivo
“Una funcionaria de Gobierno que vela por los derechos humanos de todas las personas, debería informarse mucho más de estas prácticas que en otros países son consideradas un delito”, dijo la abogada de la Agrupación Lésbica Rompiendo el Silencio, Constanza Valdés. En tanto, el Movilh fue más allá y exigió la renuncia de la subsecretaria.
Organizaciones de la diversidad sexual y de género condenaron los dichos de la subsecretaria de Derechos Humanos, Lorena Recabarren, quien en el marco del debate para la modificación de la “Ley Zamudio” abogó por permitir las terapias que «sanan» la identidad de género o la orientación sexual.
Durante la comisión de Derechos Humanos del Senado, la autoridad realizó una observación a la indicación para tipificar y prohibir las terapias de conversión a personas LGTBIQ+, ingresada por la Agrupación Lésbica Rompiendo el Silencio con el patrocinio de la senadora PPD Adriana Muñoz preguntando «qué pasa si una persona quiere acceder a dichas terapias, podría acusar discriminación».
Para la abogada de la agrupación, Constanza Valdés, “es insólita la declaración de la subsecretaría Recabarren, ya que a una persona LGTBIQ se le somete y obliga a estas terapias, no accede de manera voluntaria. Una funcionaria de Gobierno que vela por los derechos humanos de todas las personas, debería informarse mucho más de estas prácticas que en otros países son consideradas un delito”.
En tanto, el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) fue más allá y exigió la renuncia de la subsecretaria. De hecho, este martes acudirán a La Moneda para exigir la renuncia de la subsecretaria y luego se manifestarán en el frontis del Ministerio de Justicia.
“Esto es como legalizar el suicidio”, señaló el Movilh, señalando que el planteamiento de Recabarren es “abominable y totalmente contrario a la dignidad humana”.
El vocero del Movilh, Oscar Rementería, señaló que “estas terapias están prohibidas, totalmente prohibidas, por la Organización Mundial de la Salud, por nuestro propio Ministerio de Salud y por todos los organismos internacionales de derechos humanos”.
“Que Recabarren valide la existencia de estas terapias si es que una persona quiere someterse a las mismas, como lo señaló hoy en el Senado, refleja una abierta violación a los derechos, un desconocimiento total de la dignidad humana. Por esto, exigimos su renuncia. Debe renunciar, si está posibilitando o pretendiendo que una persona se someta a torturas porque esa es su voluntad. Esto es como legalizar el suicidio. Es una violación a los derechos humanos que proviene nada más, ni nada menos que de la Subsecretaria de Derechos Humanos”, señaló.
La Agrupación Lésbica Rompiendo el Silencio recordó que las terapias de conversión se usan para describir las intervenciones médicas que tienen como creencia modificar la orientación, identidad o expresión de género de una persona. En algunos países como México, se prohibió hace poco esta práctica y en Ecuador existen innumerables clínicas que se dedican a esto, siendo condenado por organismos internacionales como la OPS (Organización Panamericana de la Salud) que indica que estas prácticas «no tienen justificación médica y representan una grave amenaza para la salud y los derechos humanos de las personas afectadas».
