A pesar de la pandemia que ha afectado a Chile y el mundo, el movimiento feminista sigue organizándose y manifestándose desde distintos puntos y plataformas, así lo señaló la periodista y activista feminista, parte de la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres y militante del Frente Feminista de Convergencia Social, Antonia Orellana, quien en una entrevista exclusiva con El Mostrador Braga, abordó este tema, la importancia de las mujeres en la Constitución, la violencia intrafamiliar y más.
La crisis sanitaria ha afectado a la población en distintos ámbitos, pero sobre todo ha repercutido en la vida de las mujeres, quienes han vivido un retroceso laboral importantísimo, además las cifras de violencia intrafamiliar han aumentado considerablemente, estas son solo dos de las problemáticas que se han acrecentado durante la cuarentena, la cual aún persiste en algunas zonas del país, por lo que estos problemas aún no tiene una solución.
A pesar de que la situación actual es adversa, desde el movimiento feminista no han bajado los brazos y han creado nuevas campañas acorde a los tiempos actuales, desde distintas plataformas. En ese contexto la periodista y activista feminista, parte de la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres y militante del Frente Feminista de Convergencia Social, Antonia Orellana, conversó en una entrevista exclusiva con El Mostrador Braga, sobre estos temas y la importancia de las mujeres en la Constitución y cómo la políticas implementadas en la nueva Carta Magna podrían ayudar a reducir los índices de violencia contra las mujeres del país.
Como mujer feminista, Antonia siente que se han “mantenido muy activas en dos sentidos, primero en la interpelación permanente hacía la institucionalidad, a través de campañas solidarias de cuidado, a través de la sororidad y a través de la acción feminista de protección a mujeres que viven violencia y que no ven respuesta en la institucionalidad y eso se ha desarrollado en muchas redes feministas y de mujeres en los barrios”.
Por el otro lado, señala que se han mantenido también muy activas en “nuestra interpelación a la política y a la institucionalidad en especial con campañas como “No tenemos ministra”, donde no solo criticamos la ausencia de una ministra en un principio, sino luego que asumiera alguien que no tuviera ninguna competencia para el cargo y desde entonces nos hemos mantenido permanentemente articuladas. Algunos ejemplos de eso son las campañas “En red nos cuidamos”, o también desde la mesa de género y Covid, han salido propuestas permanentemente”.
Brechas de género se acrecientan en pandemia
A juicio de Antonia “la pandemia en general ha develado aquello que como feministas habíamos denunciado permanentemente que tiene que ver con la precarización de la vida y también en especial con la precarización de la vida de las mujeres”.
Para la periodista hay un área específica en la que ella pondría mayor atención, esta es el área laboral. “Hay que ponerle mucho ojo y denunciar muy profundamente la cifra de que hemos retrocedido 10 años en inserción laboral femenina, porque qué es lo que te dice eso, que esos 10 años de inserción laboral femenina, fueron de inserción laboral precaria, sin contrato, sin seguridad social, que se caen al primer remezón”, afirmó.
Además argumenta que hay que insistir en “la necesidad de un sistema nacional de cuidados, en que la sociedad actual asume un rol activo en todo el ciclo vital, en cuidar a quienes necesitan ser cuidados, esos no son solo los niños, son las personas con discapacidad permanente, son las personas con enfermedades poco frecuentes, son las personas de la tercera edad que ya no son autovalentes, tenemos que buscar soluciones porque eso hoy en día está siendo también agua, nuestro sistema de sobrecargar todo el cuidado sobre los hombros de las mujeres está siendo agua”.
A menos de un mes del plebiscito, ¿cómo se articula el movimiento feminista?
Sobre este punto la integrante de la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres, sostiene que es importante entender que el movimiento feminista es “súper diverso y ciertamente es mucho más grande y convocante que las organizaciones más conocidas, entonces hay un montón de posiciones muy diversas respecto al acuerdo del 15 de noviembre y sobre el plebiscito constituyente”.
En ese sentido, “hay algunas campañas como nada sin nosotras que articula algunos grupos de ONG y de organizaciones de la sociedad civil, también la asamblea feminista plurinacional por ejemplo, ha levantado la campaña juntas hacemos historia, por ejemplo también desde las mujeres de oposición, desde la articulación de mujeres de oposición hemos realizado actividades llamando a la unidad de esta a partir de la consigna “Unidas por el apruebo” y por ejemplo en otras regiones fuera de Santiago, también hay expresiones como la escuela constituyente de las mujeres de la Patagonia, actividades también de “Unidas por el apruebo” en Antofagasta, en la quinta región etcétera”, añadió Orellana.
En esa misma línea plantea que “hay diversas articulaciones. Por ejemplo recientemente la Coordinadora Feminista 8 de Marzo, llamó a votar apruebo y convención constitucional desde una perspectiva más crítica y hay distintas cosas que se están echando a andar, pero creo que las principales tienen que ver con destacar la paridad y buscar ampliar el proceso constituyente más allá de la convención constitucional misma”.
¿Cómo la nueva Constitución puede proteger la vida de las mujeres?
-En la medida que no solo consagre la igualdad formal, que no tengamos una igualdad de género en papel que es lo que hemos tenido todos estos años, no que simplemente sean todos los ciudadanos iguales, sino que haya un mandato efectivo a todas las instituciones en poder hacer mecanismos de protección, de no tolerancia hacia la violencia, de prevención de la violencia y por otro lado en la medida en que eliminemos el gran tope en la protección de las mujeres desde el aparato estatal que es la subsidiaridad, que en el fondo lo que dice es que el Estado, solo puede tener iniciativa cuando los privados no llegan y eso lo vemos en la muy precaria red de protección del Estado a las mujeres que viven violencia. Necesitamos un Estado que no sea subsidiario, sino un estado garante de derechos sociales, para poder proteger a las mujeres que denuncian.
En cuanto a la violencia contra las mujeres, la cual se ha incrementado durante la cuarentena en diversas partes del mundo, para Antonia “desde el inicio de la pandemia, los movimientos feministas alertaron respecto a las medidas de distanciamiento social y cómo estas podrían involucrar un aumento en la violencia contra las mujeres, esto tiene motivo en que las mujeres, se ven más aisladas y el aislamiento es un factor muy importante para intensificación de la violencia, la incapacidad de recurrir a sus redes de apoyo, el cierre del espacio público, son cuestiones que le dan más margen a las y los agresores”.
“Por otro lado el distanciamiento social, las cuarentenas, los toques de queda, impiden el acceso efectivo de las mujeres a justicia, al aparato judicial, a Carabineros, entonces eso ha redundado en que hemos visto que aumentan las llamadas de emergencia, pero curiosamente no aumentan las denuncias judiciales, hay algo que está pasando ahí y eso es que las mujeres no están logrando denunciar”, agregó.
La feminista además contó una anécdota donde señala que “justo hoy estábamos apoyando a una vecina que sufrió una grave agresión ayer y la verdad lo que expresa es que estamos en un sistema que está haciendo agua, no es solamente el sistema de protección el que está haciendo agua, las feministas, las activistas muchas veces tenemos que cumplir el rol que en realidad le cabe al Estado. En cuanto a la protección la persecución penal, el apoyo y el que las denuncias hayan aumentado tanto yo creo que muestra más bien que los avances que hemos conseguido medio penden de un hilo a menos que los consagremos”.
Cabe destacar que Antonia es conductora del podcast “Podemos ser peores”, -el cual está disponible en Spotify-, donde la idea central es “poder acercar el debate constitucional hacía las mujeres y hacia el movimiento feminista en general, tratando de resolver en algunas cuestiones que están muy encapsuladas, entre abogadas y abogadas y tratar de darles una mirada más amplia y por otro lado empezar a discutir no solo de si queremos apruebo o rechazo, sino cómo y qué queremos en la nueva Constitución”.