BRAGA
Créditos: Foto de Alberto Valdés / EFE
La oficina de la ONU para los derechos humanos en Sudamérica pidió este lunes al Gobierno chileno llevar a cabo una investigación «exhaustiva», mientras que Human Rights Watch (HRW) dijo que el violento episodio «reafirma la necesidad de avanzar de forma decidida en las reformas integrales a Carabineros», que la entidad propuso a fines de 2019.
Decenas de madres de manifestantes que fueron víctimas de violencia durante el estallido social en Chile pidieron este lunes «justicia» y la salida del alto mando del cuerpo policial, días después de que un agente lanzara a un adolescente al cauce de un río.
Empuñando carteles reivindicativos y al grito de «No se cayó, lo lanzaron», las mujeres encabezaron una manifestación frente al Palacio de la Moneda, sede gubernamental, a pocos días de que se cumpla el primer aniversario de la ola de protestas.
Créditos: Foto de Alberto Valdés / EFE
«Venimos a pedir verdad y justicia por esta y por todas las violaciones a los derechos humanos que ha provocado el Gobierno de Sebastián Piñera», dijo a Efe la presidenta de la Coordinadora de Víctimas de Trauma Ocular, Marta Valdés.
Un adolescente de 16 años cayó el pasado viernes a un río sin casi agua durante una marcha en Plaza Italia, epicentro de las protestas en la capital chilena, tras ser lanzado por un agente de Carabineros.
El policía, que fue identificado gracias a un vídeo en el que se aprecia cómo levanta y arroja al menor, fue detenido el sábado e imputado por delitos homicidio frustrado y omisión de socorro.
De nuevo en el punto de mira
Este episodio volvió a poner en el punto de mira a la institución policial y llevó a gran parte de la oposición y de la sociedad civil a exigir la dimisión del general director de Carabineros, Mario Rozas, máxima autoridad del cuerpo.
«Es impresentable que no quieran destituir a Rozas, es una señal de que ellos siguen respaldando el accionar de Carabineros y es violento para todos los que hemos sufrido violaciones a los derechos humanos», agregó Valdés.
En el encuentro, resguardado por un gran contingente policial, también estuvieron presentes varios heridos oculares, que reivindicaron el elevado número de víctimas de este tipo que han dejado las protestas desde que comenzaron en 2019.
«No podemos seguir con este actuar de la Policía. Rozas no hace nada por castigar a los culpables», dijo a Efe José, un manifestante que perdió la visión de un ojo durante una marcha el pasado julio.
Según el independiente Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), durante las manifestaciones se produjeron 460 episodios de lesiones oculares, de los que dos resultaron en ceguera total y 35 sufrieron la pérdida de un ojo.
Diversos organismos internacionales, como la ONU, Human Rights Watch (HRW) y Amnistía Internacional (AI), que ya habían denunciado violaciones a los derechos humanos tras el estallido social de octubre de 2019, volvieron a referirse a la represión policial durante las marchas tras el incidente del pasado viernes.
La oficina de la ONU para los derechos humanos en Suramérica pidió este lunes al Gobierno chileno llevar a cabo una investigación «exhaustiva», mientras que HRW dijo que el violento episodio «reafirma la necesidad de avanzar de forma decidida en las reformas integrales a Carabineros», que la entidad propuso a fines de 2019.
Chile vive la mayor crisis social desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), con masivas movilizaciones desde 2019 que dejaron una treintena de muertos y miles de heridos y que, tras cinco meses de paréntesis debido a la pandemia, siguen convocando gente.
