La presidenta de Fundación Iguales, Alessia Injoque, comentó que esperan que las personas “por primera vez vean a las familias lesbomaternales y homoparentales y que entendamos que el amor que une esas familias merece el mismo reconocimiento, y que sus hijos merecen la misma protección y derechos. Este es un llamado para avanzar en matrimonio igualitario y terminar con esta injusta discriminación”.
El Estado de Chile abogó en 1998 por el fin de la discriminación en garantía del “interés superior del niño”, al otorgarles derechos filiativos a todos los nacidos sin importar si sus padres estaban casados o no. Sin embargo, la discriminación no terminó, y son aquellas niñas y niños que provienen de parejas homoparentales o lesbomaternales, que quedaron fuera de la ley, quienes pagan las consecuencias hoy.
En este sentido, el lunes 8 de junio, el Segundo Juzgado de Familia De Santiago reconoció legalmente a Emma de Ramón, directora de Fundación Iguales, como madre del hijo que tiene con su conviviente civil, Gigliona di Giammarino. Esto significó que, por primera vez un Tribunal chileno declarara que una familia compuesta por dos mujeres que participaron de una técnica de reproducción asistida, sean reconocidas legalmente como madres de su hijo, con esto, se logra que el niño tenga el reconocimiento y protección de los mismos derechos que gozan los hijos nacidos en familias heterosexuales.
Sin embargo, este fallo a pesar de marcar un gran precedente y avance, aún no asegura la filiación de todos aquellos menores hijos de familias LGBT, derecho que podría ser reconocido en primera instancia en la Ley de Matrimonio Igualitario, pero de manera completa y definitiva a través del proyecto de ley, Boletín 10626-07, que busca regular la filiación de hijas e hijos de familias diversas, el cual lleva tramitándose 4 largos años por los y las parlamentarias.
Es en este contexto que Fundación Iguales creó la encuesta #SomosFamilia, con el objetivo de dar a conocer la situación de filiación de niños, niñas y adolescentes en Chile, quienes viven o provienen de parejas LGBT. Resultados a los que El Mostrador Braga tuvo acceso exclusivo junto a las reflexiones de la presidenta de la fundación, Alessia Injoque y los testimonios de familias de la diversidad.
La afiliación es la relación de descendencia que existe entre dos personas, es decir, el vínculo legal que niñas, niños y/o adolescentes tienen respecto a un padre y/o una madre, la falta del reconocimiento de este vínculo legal, trae como consecuencia, entre muchas otras, que, por ejemplo, en caso de fallecimiento de la madre biológica, la madre “de crianza” deba pelear contra la familia de la madre biológica ante un juez, para poder quedarse con la tuición del o la menor.
“Estamos en un momento clave en nuestra historia. Queremos construir un futuro común, pero antes debemos conocer nuestra realidad. Con este estudio queremos acercar al público a las historias de muchas familias y niños que viven vulneraciones, a quienes la falta de reconocimiento legal genera dificultades en sus vidas cotidianas, a quienes la falta de igualdad ante la ley limita sus posibilidades”, declaró Injoque.
Según los resultados de la encuesta, el rango de edad más frecuente que tienen las madres o padres de la diversidad es entre 31 y 40 años, configurándose como el rango etario que correspondería al 64% de la muestra.
En cuanto al género, el 92,1% manifestó que su identidad es femenina, por su parte, un 7,9% manifestó que su identidad es masculina. Respecto a la orientación sexual, 72,8% se identifica como lesbiana, 16,6% como bisexual, 7,3% como gay y 3,3% como pansexual.
En relación a la cantidad de hijas o hijos, se aprecia que el 82,8% tiene solo uno/a. Dos hijas/o equivalen a un 15,2% y solamente 3 personas manifiestan tener 3 descendientes, alcanzando un 2% de respuestas. En la encuesta se contabilizan solo hijas o hijos vivos.
Respecto al cruce de datos entre la orientación sexual y la cantidad de hijos, las personas bisexuales que tienen solo uno corresponde a 72%, mientras que las lesbianas a un 86,4% y gays a 72,7%.
En torno al tipo de nacimiento de los y las menores, dentro de un proyecto de pareja lésbica u homosexual, este concentra el 51,4% de los casos. De un proyecto que fue heterosexual provienen un 26,6% de los menores. 18,1% no fueron planificados.
La forma en la que fueron concebidos aquellos menores o incorporados al núcleo familiar, corresponde según el estudio a: técnicas de reproducción asistida (como fertilización in vitro, inseminación artificial, vientre subrogado), el 48,6%.
A través del coito un 48%. Y tan sólo 6 fueron incorporados a sus familias mediante adopción, correspondientes a un 3%.
En torno a la filiación, se encuentran aseguradas respecto a una sola madre, con necesidad de reconocimiento por parte de otra madre, un 53,1% del total de los casos. De ellos, 85 menores son declarados por mujeres lesbianas, 6 por personas bisexuales y 3 por pansexuales.
La investigación concluye, en primera instancia, que al menos 96 familias requieren apoyo judicial para el reconocimiento de sus hijas e hijos, por tanto, también de la necesidad de avanzar en la regulación de vínculos familiares en parejas del mismo sexo. A su vez, la fundación recomienda hacer una campaña explicando la relevancia que existe para estas familias, la figura de un matrimonio igualitario y también, en otro nivel, la existencia de políticas públicas para integrar dicha información a nivel escolar, como parte de la enseñanza de la diversidad familiar.
Al respecto, Alessia Injoque comentó que esperan que las personas “por primera vez vean a las familias lesbomaternales y homoparentales y que entendamos que el amor que une esas familias merece el mismo reconocimiento y que sus hijos merecen la misma protección y derechos. Este es un llamado para avanzar en matrimonio igualitario y terminar con esta injusta discriminación”.
Para Inés Espinosa, pareja de Rossana Malchuk y madre de Max, quien fue una de las madres que participó de la investigación, se necesita con urgencia que el Estado “proteja a nuestro hijo de la misma forma en que protege a niños y niñas de otras configuraciones familiares. Situaciones que pueden parecer super domésticas para otras familias se convierten en un desafío importante para la nuestra y siento que hay una parte de nuestra sociedad que no es capaz de dimensionar las implicancias que estos desafíos pueden tener para nuestros niños”.
Espinosa agregó además que, “esto no se trata de nosotras, sino de lo desprotegido que queda nuestro hijo frente a situaciones como, por ejemplo, el que la Ro se muera y él quede huérfano frente a la ley, o el que nosotras nos separemos y él no pueda exigirme protección y visitas porque yo no tengo ninguna obligación legal hacia él. Es por eso que necesitamos con urgencia que se legisle para que exista un matrimonio igualitario que proteja y resguarde todos los derechos de niños y niñas, independientemente de su configuración familiar”.
Al respecto también se refirió la Cofundadora de Familia es Familia, Claudia Amigo, “cada día que pasa en el que nuestras hijas, hijes e hijos no cuentan con filiación, es otro día más en el que Chile discrimina arbitrariamente en contra de niñas, niñes, niños y adolescentes por pertenecer a una familia constituída por dos madres o dos padres. Chile, no puede seguir ilegitímizando los vínculos de parentesco existentes entre hijos y sus madres o padres del mismo género”.
“Erradicar esta discriminación está en las manos de la Comisión de Infancia del Senado, nuestro proyecto de ley, Boletín 10626-07 que busca regular la filiación de hijas e hijos de familias diversas lleva tramitándose 4 largos años. Lamentablemente, se estableció otra fecha más para la entrega de indicaciones para el 23 de octubre, se supone que una vez recibidas, se pondrá en discusión inmediata en la comisión y esperamos por el bienestar y dignidad de nuestros hijos, que avance en su discusión en particular lo antes posible. Ninguna Familia debe pagar por los derechos de filiación de sus hijos a través de la judicialización de sus casos, es el Estado que debe hacerse cargo y terminar con esta distinción”, finalizó.
Es por ello que se hace un llamado a los y las parlamentarias a acelerar, por todos aquellos menores, dejar a un lado el adultocentrismo y garantizar a través del Matrimonio Igualitario y la Ley de filiación de familias diversas (Boletín 10626-07), que ningún menor en nuestro país esté desprotegido porque grupos de la sociedad no toleran a las familias de las que forman parte.