Publicidad
Una de cada siete niñas en Chile es abusada sexualmente antes de los 18 años:  experta prevé que la pandemia empeorará la cifra BRAGA Fuente: Pexels

Una de cada siete niñas en Chile es abusada sexualmente antes de los 18 años: experta prevé que la pandemia empeorará la cifra

Publicidad

Las restricciones de movimiento y el consecuente aumento en el uso de internet se ha vuelto un terreno fértil para los abusadores sexuales. Si antes los agresores se demoraban meses en lograr la vulneración, este tiempo se ha reducido a días.


Cuando el contacto de un abusador con su víctima es cara a cara, el tiempo para ganarse su confianza puede ser de 3 a 4 meses. Sin embargo, de manera virtual, este plazo se reduce drásticamente a sólo un par de semanas. 

“Es muy fácil hacerse pasar por un joven de 16-17 años y entablar relaciones a través de la web (…) los niños no se sienten expuestos porque solo interactúan vía una pantalla. Esa supuesta privacidad entre abusador y víctima los deja vulnerables mucho más rápido que cuando el contacto es en persona”, asegura la directora ejecutiva de la consultora en prevención de delitos sexuales Praesidium Chile, Ximena Schencke.

La masificación del uso de internet y de redes sociales, sobre todo durante la pandemia, ha sido el escenario ideal para los agresores, especialmente si se trata de preadolescentes y adolescentes, que tienen un alto acceso a estas plataformas. La experta sostiene que saber reconocer hoy a un abusador infantil es un tema clave, sobre todo si se considera las impactantes cifras de ocurrencia de esos hechos. 

¿Cómo reconocer a un abusador sexual?

“El abusador sexual tiene una capacidad especial para buscar esa vulnerabilidad y saber cómo aprovecharla en su beneficio”, advierte Schenke. Ser una niña o niño versus un adulto, es una situación de la cual se aprovechan los agresores. De hecho, en Chile, una de cada siete niñas será abusada sexualmente antes de los 18 años, y lo mismo ocurrirá con uno de cada once niños. 

Extrovertido, inteligente, divertido y con una personalidad cautivadora, son algunas de las características que podría presentar un agresor sexual y que lo hacen ganarse la confianza de sus víctimas. No existen características físicas que sean comunes al abusador, pero sí se pueden reconocer comportamientos, que cuando se dan en conjunto, podrían permitir identificarlo.

“Es una persona inteligente, con una personalidad muy agradable, simpática, no es ni tímida ni retraída. Generalmente es conocida en la organización donde se mueve como una persona comprometida con la entidad y sus miembros. Es, por ejemplo, el profesor que todos adoran, o el entrenador más simpático, que tiene carisma, y que incluso puede sacar lo mejor de sus deportistas. Su víctima lo conoce, es una persona que está cerca de manera habitual, un vecino, un tío, un abuelo, incluso un padre”, explica Schencke.

De hecho, en Chile, según señala la experta, el 88,5% de las víctimas conoce a su abusador y 50% de estos son parientes en distintos grados. Además, el 75% de ellos corresponde a hombres.

Para lograr la vulneración, el abusador busca hacer un doble juego: por un lado “conquistar” a su futura víctima, manipulándola poco a poco con regalos, ventajas, haciéndole confidencias propias, secretos “solo entre nosotros”, y por otra parte conseguir el apoyo y protección de los distintos grupos relacionados con la futura víctima. “Así, en caso de que estas se atrevan a denunciarlo se encuentran con que no tienen un ‘piso’ para apoyar su denuncia, nadie les cree, los acusan de mentirosos y de tratar de perjudicar a alguien. Es la jugada perfecta”, concluye. 

La especialista asegura que no es difícil caer en este proceso de manipulación. Pero además, la revictimización, la falta de credibilidad a sus relatos y el miedo a las represalias, son parte de los elementos que configuran que este tipo de vulneraciones no se visibilicen y queden en la impunidad. Una situación que se podría estar generando con mucha más facilidad ahora en pandemia.

Publicidad

Tendencias