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Responsabilizarnos de nuestra libertad emocional: ¿Cómo abordar la dependencia en las relaciones? BRAGA Créditos: Foto de cottonbro en Pexels

Responsabilizarnos de nuestra libertad emocional: ¿Cómo abordar la dependencia en las relaciones?

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Estos comportamientos impiden construir lazos saludables en los vínculos de pareja, amistades, familia y trabajo.


La psicoanalista española Encarnación Pujante en su libro “La adicción amorosa”, define la dependencia emocional como la necesidad excesiva que una persona siente hacia otra por obtener su atención. Esta patología, no permite amar de forma sana y equilibrada, ya que sus síntomas son parecidos a los de una adicción: carencia de autoestima, dificultades para tomar decisiones, inseguridades, miedo a la soledad y el abandono, llegando incluso a extremos tóxicos de posesión con sus vínculos.

En un estudio publicado el año 2018 (Dependencia emocional en las relaciones de pareja como Síndrome de Artemisa: modelo explicativo, Fundación Spiral, Madrid, España) se estableció la conexión entre la dependencia emocional y las relaciones de pareja, siendo las mujeres las que se mostraron más proclives a sufrir de esta patología, dado los factores socioculturales arraigados acerca del rol de mujer, la posición de la misma en el rol familiar, profesional y en los vínculos amorosos, es decir, en los mitos circundantes acerca de que es el hombre quién toma las decisiones y por tanto nutre de alguna manera a través de ese poder las expectativas en todos los ámbitos de la vida de una mujer.

Es momento de tomar acción

Paula Hormazábal, psicóloga especialista en psicoterapia femenina y temáticas de género, aconseja que para abordar la dependencia emocional, primero debemos hacernos conscientes de que existe este problema, y que nuestras relaciones están afectadas por ello. “En mi experiencia clínica con mujeres a nivel transversal, muchas de mis pacientes que lo sufren, vienen con una historia de relaciones fallidas, tormentosas, y de formas vinculares disfuncionales que provocan gran impacto en su vida, repitiendo una y otra vez”.

Algunos síntomas físicos y psicológicos de este patrón, se pueden manifestar a través de ansiedad generalizada, episodios de angustia, depresión y en los casos más severos, desarrollar alguna adicción (al alcohol, drogas, comida, etc.) ya que de esta manera, intentan compensar el cuadro dependiente que padecen. “En la dependencia emocional se encuentran implicados aspectos tanto emocionales como cognitivos, motivacionales y comportamentales orientados al otro, así como creencias distorsionadas acerca del amor, de la afiliación e interdependencia y de la vida en pareja, que derivan en insatisfacciones y que se fundamentan sobre demandas afectivas frustradas”. Evidencia la psicóloga.

Debido a esto, es muy importante buscar ayuda profesional, dado que el trabajo psicoterapéutico permite la elaboración de nuevas estrategias de conducta frente a los vínculos y que apuntan al propio desarrollo de nuestra capacidad personal, propósito vital, autoconcepto positivo y autocuidado, que son los elementos básicos en la construcción de una autoestima sana.

Los pasos para superarla

Paula Hormazábal, indica que la dependencia emocional se debe abordar paulatinamente y respetando los tiempos de cada persona para elaborar lo vivido. “Como primer paso, está el reconocimiento del problema e identificación del grado de consciencia del impacto que  ha generado en nuestra vida. Recomiendo hacer un repaso a los vínculos que hemos tenido, y si efectivamente encontramos varias relaciones dependientes, lo ideal es buscar ayuda profesional”.

Una vez que las pacientes llegan a la consulta, Paula Hormazábal, explica que es necesaria la estimulación para generar compromiso y voluntad en la elaboración, compresión y la toma de acción en el proceso. “En primer lugar estableceremos pequeños objetivos que requieren su participación directa como agentes de cambio, luego de forma gradual, incorporaremos nuevas metas para ir soltando los patrones que van configurando este tipo de conductas adictivas hacia las relaciones”. Señala la especialista en psicoterapia femenina y temáticas de género.

La red de apoyo es un pilar fundamental, ya que visibilizan y refuerzan los cambios que las personas van realizando día a día y también sirven como contención en los momentos de “recaída”, logrando resignificar estos como parte del aprendizaje. El soporte emocional de su círculo, las ayudarán a establecer un piso de seguridad, dignidad y valor personal, que son elementos claves en la construcción de una autoestima sana.

La psicóloga reconoce que una de las etapas más duras de las sesiones, es cuando las pacientes se dan cuenta que han tenido este tipo de conductas. Generalmente el dolor se manifiesta a través de la rabia y frustración. “Lidiar con la tristeza que provoca el evocar traumas, el vacío que supone el soltar este tipo de relaciones y volcarse al autoconocimiento, son factores importantes en el acompañamiento terapéutico”.

Finalmente, será necesario reforzar el amor propio, para que las pacientes puedan construir relaciones estableciendo límites sanos y así resguardar su salud mental. Paula Hormazábal concluye que el autoconocimiento, nos provee de la capacidad de hacernos responsables de nosotras mismas, por tanto, disminuye la adicción a vínculos, al refuerzo externo y a la necesidad de estar con alguien sea cual sea el costo. Debemos querernos, cuidarnos y validarnos para ser libres emocionalmente y conseguir el bienestar emocional que todas merecemos. 

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