Se espera que la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos se realice entre agosto y noviembre próximo.
Tras dos días de audiencia, hoy finalizó el juicio contra el Estado de Chile ante Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por impedir desde el 2007 a la docente Sandra Pavez hacer clases por su orientación sexual. Esta desvinculación de su labor fue tras una decisión de la Iglesia Católica, la cual fue ratificada por otros fallos en nuestro país.
El juicio se extendió por cinco horas, divididas entre ayer y hoy, siendo encabezado por la presidenta la CINH, Elizabeth Odio Benito. En la ocasión intervino Pavez y, a favor de ella, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y los abogados Ciro Colombara y Branislav Marelic.
En tanto, según informa el Movilh, el Estado justificó que se le siga negando el derecho a hacer clases, argumentando que ella siguió recibiendo un sueldo, pues se mantuvo como inspectora general de un establecimiento educacional. Fue justamente este último punto, uno de les más dolió Pavez.
“El Estado se limitó a consultarme si había recibido o no sueldos desde el 2007 a la fecha, como si eso fuera lo relevante. Lo grave es el daño psicológico que he sufrido luego de me negaran el derecho a hacer clases y me impidieran ingresar a las aulas para educar”, señaló.
Al finalizar la instancia, Sandra se declaró satisfecha, señalando que tiene confianza en la Corte Interamericana de DDHH. “Creo que ellos fallarán por la no discriminación. Espero que la sentencia tenga un impacto positivo en las y los docentes LGBTIQ+ de Chile y América”.
Por su parte, el dirigente del Movih, Rolando Jiménez, lamentó que hasta hoy persista una fuerte arremetida contra los derechos de Sandra Pavez, Jiménez señala que en los últimos meses, los principales credos de Chile y ONG´ ultraconservadoras de diferentes países presentaron diversos Amicus Curiae justificando que las religiones tienen el derecho de impedir que docentes hagan clases en Estado laicos sólo por ser LGBTIQ+.
“Igual de lamentable ha sido la indolencia del Estado chileno que se ha limitado a reducir este juicio a aspectos económicos, importándole nada la dignidad humana”, expresó el dirigente.
En paralelo al juicio, activistas LGBTIQ+ se manifestaron en el frontis de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en San José de Costa Rica, donde apuntaban a Chile de “lesbofóbico” y de “estar en deuda con Sandra Pavez”.
Sobre la resolución, se espera que la Corte IDH dicte sentencia entre agosto y noviembre próximo.