Según los resultados del estudio realizado por las psicólogas Nerea de Ugarte y Sofía Paz Alvarado, al 60,3% de las mujeres se les vienen palabras autoagresivas cuando se miran al espejo, tales como “Cerda, asquerosa, deforme, demacrada, deteriorada, imperfecta, incompleta, insuficiente, repudio, vaca, indeseable, decepción”.
La autoestima es un concepto fundamental de la subjetividad del ser humano, pero su estudio en la psicología se ha hecho principalmente desde una perspectiva individualista, ignorando que las personas somos seres sociales, que vivimos en comunidad, que recibimos y damos comentarios, opiniones y juicios de quienes nos rodean, por lo tanto, esto afecta la construcción de la imagen que las personas tienen de sí mismas.
Es en torno a ello que esta jornada fueron publicados los puntos del estudio de Autoestima Política, realizado por la psicóloga clínica y fundadora de La Rebelión del Cuerpo, Nerea de Ugarte, junto a la psicóloga feminista, Sofía Paz Alvarado, el cual está particularmente enfocado en la dimensión de la imagen corporal.
Uno de los resultados mas alarmantes del estudio, fue que el 99% de las encuestadas afirmó que se ha sentido disconforme alguna vez con su apariencia física, esto “revela que la problemática en relación a la autoimagen es sociocultural. Siendo la autoimagen sólo una dimensión de la autoestima, en nuestra cultura, a propósito de la dictadura de los estereotipos de belleza, se convierte en una dimensión prioritaria para el proceso de construcción de una evaluación subjetiva que debiera contemplar las demás dimensiones de la autoestima, como el autoconocimiento, autocapacidad, autoeficacia, entre otros”, explica De Ugarte.
Respecto de los principales resultados, sólo 8 mujeres de la muestra señalan conformidad con su apariencia. Además, de forma alarmante, 12 años es la edad promedio en que las mujeres señalan haberse sentido disconformes por primera vez con su apariencia física. En relación con lo anterior, el 69,5% (539 mujeres) señala que entre los 7 y 13 años experimentaron por primera vez disconformidad con su apariencia física.
“Nos preocupa la temprana edad en que se genera la disconformidad con la imagen corporal y el creciente ingreso de la población infantil a redes sociales. Advertimos en las redes bajo control ma-parental con la población infanto juvenil. Las redes sociales están destinadas para ser utilizadas por adultos, o por niños/as con supervisión, pero sabemos que eso en la práctica no ocurre. Los riesgos asociados son la adicción digital y la pérdida de vinculación socioafectiva, disminución de la empatía, el debilitamiento en el reconocimiento emocional y otros efectos nocivos para el desarrollo”, explica Alvarado.
Frente a la pregunta ¿Cuál es la primera palabra que se te viene a la cabeza cuando te miras al espejo? (Una palabra). Las palabras más recurrentes en las respuestas fueron “Gorda” y “Fea”. Al 60,3% de las mujeres se les vienen palabras autoagresivas cuando se miran al espejo, tales como “Cerda, asquerosa, deforme, demacrada, deteriorada, imperfecta, incompleta, insuficiente, repudio, vaca, indeseable, decepción”. Por otro lado, sólo al 29% la primera palabra que se le viene a la cabeza al mirarse al espejo es “Bonita, linda, flaca, belleza”.
Los resultados dan cuenta que no es posible seguir entendiendo la autoestima como un proceso individual. “Es la autoestima un factor clave en la construcción de nuestra personalidad, por lo que no debemos seguir viéndola cómo una característica aislada, sino más bien como un fenómeno colectivo, político”, explica la psicóloga.
Es entonces, que desde su investigación, ambas profesionales postulan que la Autoestima Política es el proceso de comprensión y toma de conciencia mediante el cual se internaliza, concientiza y redefine que la autoestima por años ha sido un “dispositivo de control, subordinación y rentabilidad en nuestra cultura, utilizado por el mercado a través de las diferentes fuentes de aprendizaje social, para lucrar con las inseguridades que construyen, masifican e imponen”.
El proceso de construcción de una autoestima sólida, crítica y estable apunta a concientizar y resignificar la autoestima como un derecho de dignidad humana. Esta resignificación se logra a través de resistir propositivamente a la hegemonía de ser mujer impuesta por roles y estereotipos de género.
“La investigación que estamos desarrollando respecto de la autoestima política es un estudio cualitativo que busca describir e interpretar cómo la industria de la “belleza” ha ido avanzando hacia el cuidado personal y el bienestar profundizando en nuestras inseguridades a través de la culpa”, asevera Alvarado.
Finalmente, para De Ugarte, mejorar la autoestima sin concientizar el sistema que habitamos es imposible. Sin conciencia de cómo opera el capitalismo y el patriarcado en la construcción de la autoestima de las mujeres, asegura que se cae en la lógica individualista de creer que la mejora de la evaluación personal depende de cada una.
“Comprender desde un lugar político la Autoestima permitirá salir de la trampa individualista de que amarte sólo depende de ti, para avanzar a una comprensión que nos permita acceder a un estado de autonomía respecto a nuestra autoevaluación y liberar nuestra autoestima de la subordinación de este sistema”.