Yo opino
Créditos: Raul Zamora/Aton Chile
La paridad es una medida afirmativa o acción positiva, que se incorpora con la finalidad de corregir una desigualdad de base. Es una medida “fuerte” porque asegura un resultado mínimo o de salida, a diferencia por ejemplo, de las denominadas “cuotas de género”.
¿Por qué se aplican medidas afirmativas como la paridad? Porque si bien todas y todos somos iguales ante la ley, sabemos que la realidad es distinta. Las distorsiones de un sistema estructuralmente patriarcal, generan a su vez discriminaciones estructurales. No basta con declarar la igualdad, sino que la legislación debe asegurar activamente esa igualdad y para aquello, utiliza medidas afirmativas.
[cita tipo=»destaque»] «La paridad no es un techo. No es un límite de participación para las mujeres, sino una vía para asegurar un piso justo de participación». [/cita]
La paridad tiene por finalidad asegurar participación igualitaria para un grupo especialmente postergado en cuanto a la representación política. Asegura un piso mínimo de representación para las mujeres, pero no pretende establecer “techos” de participación para dichos grupos. Es por eso, por ejemplo, que son esencialmente transitorias o coyunturales.
La paridad tiende al reconocimiento subjetivo de la calidad de par ente mujeres y hombres. El mecanismo paritario utilizado para conformar la Convención -un sistema de equilibrio aritmético de género con corrección de salida- es una opción procedimental para aplicarla que se ajustó a un escenario político dado. No es la única opción y por ejemplo en el marco internacional, existen muchas otras alternativas para asegurar derechos de participación de las mujeres, en general, sin mecanismos de corrección, sino que constituyendo pisos o un “al menos” de participación femenina. Ese es el estándar adecuado al Derecho Internacional de los Derechos Humanos.
La paridad no es un techo. No es un límite de participación para las mujeres, sino una vía para asegurar un piso justo de participación.
