BRAGA
Créditos: Aton Chile
Entre otros tipos de manipulación emocional, el estudio destaca que a un 26% sus parejas les han dicho “sino estamos juntos, me voy a morir” y 12% han señalado que sus parejas las han chantajeado con dañar a sus seres queridos. Las consecuencias de la violencia invisible u oculta para las mujeres son muchas, van desde bajas en la autoestima, falta en la capacidad de tomar decisiones propias y el aislamiento de su entorno de confianza o redes de apoyo, punto que es importante si se considera que un 32% de las mujeres señaló que fue “impedida de ver a sus amigas/os” y un 28% dice que les “limitaron el contacto con sus familiares”.
La violencia de género tiene muchas formas de expresión, una de ellas es la simbólica o indirecta, la cual refleja la manipulación emocional, la pérdida de la individualidad, la anulación, entre otros comportamientos que buscan la dominación de la pareja. Este fenómeno fue estudiado por Fundación Prodemu a través de la encuesta «desmitificación del amor romántico y violencia invisible”.
El estudio se construyó en base a 14 situaciones que detallan la manipulación, el chantaje, la minimización, el control sobre el cuerpo y los vínculos de amistad, el control del dinero, el acoso y la imposición de decisiones que involucren a la pareja en su conjunto. Éstas situaciones corresponden a prácticas frecuentes al interior de las relaciones de pareja.
Entre los principales resultados se haya que un 77% de las encuestadas señaló que en sus relaciones de pareja han sufrido situaciones de violencia simbólica o indirecta, como que “ha limitado su contacto con familiares” (28%), «le ha impedido ver a sus amigas/os” (32%), se ha “enojado porque hablé con otra/as personas” (45%).
Además de lo anterior, un 25% responde que han sido perseguidas y/o acosadas tras haber terminado la relación, y que sus exparejas las han “amenazado con que les quitará a sus hijos/as (legalmente) (16%).
Entre otros tipos de manipulación emocional, destaca un 26% que sus parejas les han dicho “sino estamos juntos, me voy a morir” y 12% han señalado que sus parejas las han chantajeado con dañar a sus seres queridos.
Las mujeres de entre 19 y 39 años son quienes declaran en mayor medida haber sufrido situaciones de violencia invisible. El porcentaje promedio disminuye a medida que avanzan los tramos etarios, siendo las mujeres de 60 años o más quienes señalan haber sufrido menos situaciones de violencia. Esto llevó a la fundación a plantear la siguiente reflexión: ¿Las mujeres más jóvenes poseen mayor conciencia de género y por ello detectan más situaciones de violencia que las mujeres mayores?, o ¿Es la sociedad en su conjunto la que es más violenta en la actualidad?
Entre las conclusiones del estudio se encuentra que a una mayor valorización de las ideas románticas e idílicas del amor romántico, las situaciones de violencia invisible tienden a ser menos declaradas.
Las visiones críticas respecto a las ideas del amor romántico permiten una mayor capacidad y disposición subjetiva a declararlas, mientras que las ideas conservadoras e idealistas tenderían a normalizar las posiciones de subordinación.
Se puede observar que los imaginarios conservadores del amor romántico están cada vez menos presentes en las nuevas generaciones de mujeres, aunque aún tienden a predominar las visiones idealistas sobre el amor.
Las consecuencias de la violencia invisible u oculta para las mujeres son muchas, van desde bajas en la autoestima, falta en la capacidad de tomar decisiones propias y el aislamiento de su entorno de confianza o redes de apoyo.
