En el contexto de la Consulta Ciudadana de Unidad Constituyente que se llevará a cabo este sábado 21 de agosto, los programas de las precandidatas Paula Narváez (PS, PPD, PL, NL) y Yasna Provoste (DC) tienen una cosa en común: se definen como feministas. ¿Pero esto es realmente así? Las académicas Hillary Hiner –historiadora feminista y doctora en Historia de la U. de Chile– y Beatriz Roque –politóloga y magíster en Ciencia Política– coinciden en que sí, al menos en el papel. Según las expertas, las dos recogen las principales demandas de las organizaciones feministas de la sociedad civil, como la despenalización del aborto, la necesidad de una vida libre de violencia, entre otras. Además de incorporar en sus redacciones conceptos como “cupo laboral trans”. Sin embargo, consideran que la credibilidad de ambas en esta materia es un tema en donde su historia política y partidista puede jugarles muy a favor o muy en contra. «Del dicho (en el papel) al hecho hay un gran trecho». Para que las posturas feministas de las candidatas –apuntaron– sean creíbles, «deben estar acompañadas de acciones».
Este sábado 21 de agosto se realizará la Consulta Ciudadana de Unidad Constituyente, una instancia para definir quién será la carta de la centroizquierda para las próximas elecciones presidenciales de noviembre.
A pesar de las dudas sobre el nivel de participación a dichas primarias, esta instancia busca que la ciudadanía pueda elegir entre las precandidaturas de Paula Narváez (PS, PPD, PL y NL), Yasna Provoste (DC) y Carlos Maldonado (PR), convirtiéndose Narváez y Provoste en las únicas mujeres que podrían eventualmente entrar en la carrera a La Moneda.
Los programas de ambas candidatas se definen como feministas, no solo con “enfoque de género” sino que, lisa y llanamente, feministas. ¿Es esto realmente así? Para poder abordar el tema, es que conversaron con El Mostrador Braga las destacadas académicas de la Universidad Diego Portales, Hillary Hiner –historiadora feminista y doctora en Historia de la U. de Chile–, y Beatríz Roque, politóloga y magíster en Ciencia Política mención en Gobierno y Políticas Públicas en la PUC.
Actualmente, el movimiento feminista tiene varias ramificaciones, en donde existen líneas de pensamiento que pueden ser totalmente opuestas, como lo son, por ejemplo, el radical y el liberal, sin embargo, existen algunos pilares en donde la mayoría confluye.
Estos son que la mujer tenga plena libertad en sus derechos sexuales y reproductivos, en donde se abordan temas como el aborto, la anticoncepción, etc. También la exigencia de una vida libre de violencia, siendo esta entendida como “violencia de género” y lo diferente que es, por ejemplo, un femicidio de un homicidio.
Otro pilar se encuentra en el desarrollo profesional, que incluye la igualdad salarial, las oportunidades, la no discriminación y la corresponsabilidad con la vida familiar; y finalmente la participación política, en donde se pide una paridad sustantiva que sea la base de toda organización pública y privada, para que no exista una sobrerrepresentación de ningún género.
En este sentido, a ojos de las académicas expertas, los programas de ambas precandidatas sí recogen en sus propuestas la visión feminista de estos temas centrales. Para Hiner, el hecho de encontrar conceptos como “cupo laboral trans” o como “autonomía del cuerpo”, demuestra la gran influencia que han tenido las organizaciones feministas de la sociedad civil en esta carrera por el liderazgo del país.
Sin embargo, precisa que “del papel al hecho hay gran trecho”, por lo que resulta indispensable para la credibilidad de las candidatas que haya un real compromiso por cumplir estas propuestas con acciones. “Sobre todo siendo coherentes”, reflexiona Hiner.
El programa de Provoste –al igual que Naváez–, incluye una bajada específica con relación a las mujeres en cada uno de sus capítulos relacionados a salud, trabajo, vivienda, medio ambiente, etc., pero también tiene un capítulo dedicado especialmente a los temas relacionados a género.
Es el capítulo cinco, página 128, titulado “Perspectiva de género: Un Chile con Nosotras”, en que se detalla que su objetivo será emprender acciones ambiciosas para mejorar la igualdad de género en diferentes sectores de la sociedad y convertir a Chile en un país líder en igualdad de género a nivel latinoamericano.
Utiliza conceptos como la “redistribución”, para equiparar las condiciones socioeconómicas y sexo-genéricas, el “reconocimiento”, la “participación”, todo ello en tres ejes principales: la intersectorialidad, o sea, el involucramiento de todos los sectores del gobierno; la interseccionalidad, que es el reconocimiento de las desigualdades múltiples (género, clase, etnia y territorio); y la descentralización.
Si bien en debates ha dicho que despenalizarán el aborto, en el programa no especifica las condiciones, solo menciona que el aborto irregular “representa la tercera causa por muerte materna, y la maternidad no puede seguir siendo una imposición para algunas mujeres” y que, por tanto, se debe despenalizar hasta las 14 semanas.
Para la politóloga Roque, las propuestas feministas del programa le provocan dudas, por venir de un partido como la Democracia Cristiana, donde se han negado durante años a cosas como la educación sexual integral y el aborto. Esto toma especial importancia, considerando que cuando se debatió la despenalización de la interrupción del embarazo durante agosto, la senadora Provoste se abstuvo y argumentó que lo hizo para estar en concordancia con la postura de su sector, a pesar de que estuviera de acuerdo con la despenalización. Por lo tanto, si fuera electa, se plantea la legítima duda: “¿Podrá poner en práctica lo que propone o el partido tendrá más influencia?”, comenta Roque.
Por otro lado, en el caso de Narváez, las expertas coinciden en que es un programa más completo y específico. En su capítulo 6, “Igualdad sustantiva de género”, página 242, plantea que su objetivo es un gobierno feminista que ponga en el centro de la economía la sostenibilidad de la vida y los cuidados, avanzar a una democracia paritaria en todos los ámbitos de la vida política y social.
“La paridad implica justicia de representación, promoviendo la redistribución del poder político y social”, señala. Además de una “cultura de igualdad sustantiva” que incluye al género y un Estado en que mujeres, hombres, diversidades y disidencias sexuales sean considerados bajo los principios de dignidad, no-discriminación, libertad y autonomía, pluralismo, derecho al cuidado y al buen vivir.
Utiliza conceptos del movimiento feminista como “terminar con el castigo a las mujeres por la maternidad”, “democracia paritaria”, “valoración de los trabajos de cuidado y la corresponsabilidad social y de género”. Una de sus propuestas más llamativas, a juicio de Hiner, es su “Plan Nacional Interministerial para la erradicación de la violencia hacia las mujeres para lograr la tasa cero de femicidios”. Con este plan considera alternativas múltiples para atacar la violencia de género desde un aspecto judicial. Allí la académica hace hincapié en la importancia de que las propuestas no se queden “solo en lo punitivo, sino que comprendan que la violencia de género se puede prevenir desde la educación infantil”.
Respecto de los derechos sexuales y reproductivos, el programa pone énfasis en el reconocimiento de la autonomía del cuerpo y el derecho a decidir, por tanto, la despenalización del aborto hasta las 14 semanas. Dentro de ello, también le otorga mucha importancia al parto respetado y la reducción de la violencia obstétrica.
Si bien los periodos gubernamentales de Michelle Bachelet terminaron ya hace años, Hiner considera que sería muy ignorante pasar por alto la influencia que la imagen de la otrora Presidenta tiene en nuestro país. Para ella, la candidata que logre conquistar a las votantes de la exmandataria será quien tenga más posibilidades de ser la carta electoral elegida.
“Bachelet era una mujer muy carismática, que lograba ser convincente para las mujeres de su época. Ambas candidatas tienen una mochila de su pasado que ahora les pesará, por eso considero clave, primero, que demuestren sus posturas y compromiso con las mujeres desde la acción y no solo la palabra. Quien logre conquistar el ‘voto Bachelet’, será quien encabece los resultados”, finaliza la académica.
Para saber dónde ir a votar este sábado, accede a consultaciudadana2021.cl