Para la coordinadora, cuyas iniciativas fueron realizadas en conjunto Londres 38, el levantamiento popular ha significado “prisión política, persecución, miles de violaciones a los derechos humanos en todo el país e impunidad”, por lo que las demandas que se tomaron las calles durante 2019, “siguen más vigentes que nunca, es más, se han agudizado con el mal manejo de la situación pandémica”.
Hace tres años, la Coordinadora Feminista 8M (CF8M) comenzó sus actividades con el objetivo de “iniciar un proceso de lucha en alza, interrumpir la normalidad neoliberal y sus violencias, poniendo nuestras vidas -las de mujeres, niñas y disidencias- al centro del debate político”.
Por ello hoy, a dos años del estallido social, y primer aniversario sin cuarentena del 18-O, intervinieron el río Mapocho con diversos lienzos, una acción que fue realizada en conjunto con Londres 38 y otras organizaciones sociales.
“Nos agrupamos y salimos a la calle, como el mejor ejemplo de octubre, levantando estas acciones como una forma de reivindicar la lucha que todos los pueblos de Chile han dado, y siguen dando, por una vida digna y plena”, comentan.
Un día antes del aniversario del estallido, cientos de mujeres se unieron, convocadas por CF8M, para pintar las calles en protesta al caso de Denisse Cortez, una mujer que falleció la tarde del domingo 10 de octubre, en la Ex Posta Central, quien fue herida durante una manifestación por el Día de la Raza.
El caso indigna a la coordinadora, no sólo porque se perdió la vida de una mujer en contexto de protesta, sino que por las versiones contrarias de los hechos. Según Carabineros, la estudiante de derecho de 42 años habría sido impactada por fuegos artificiales lanzados por los manifestantes a los efectivos policiales.
Sin embargo, videos y testimonios en redes sociales que captaron los segundos posteriores al lanzamiento de dichos fuegos, apuntan a que la mujer habría recibido una bomba lacrimógena en el cuello.
Para la coordinadora, el levantamiento popular ha significado “prisión política, persecución, miles de violaciones a los derechos humanos en todo el país e impunidad”, por lo que las demandas que se tomaron las calles durante 2019, “siguen más vigentes que nunca, es más, se han agudizado con el mal manejo de la situación pandémica”.
Respecto a sus motivaciones, comentan que “nos mueven las furias y dolores que nos atraviesan, nos mueve la impunidad de cada ausencia, encarcelamiento y persecución, nos mueven los deseos y necesidades que compartimos en lo más profundo y que nos permiten reconocernos hoy, una vez más”.