BRAGA
‘‘Acceso a la píldora anticonceptiva de emergencia y salud reproductiva de la mujer: evidencia de la reforma pública en Chile’’ es el nombre del estudio que plantea que gracias a la extensión del acceso a la píldora del día después, la salud sexual y reproductiva de las chilenas ha mejorado.
Desde el año 2008 en nuestro país, comenzó la expansión de la anticoncepción de emergencia. Con esta medida y de acuerdo a una investigación liderada por académicos de la Universidad de Chile, el aumento del acceso a la píldora del día después, a través de los centros municipales de atención primaria de la salud (APS), redujo la morbilidad por abortos en alrededor de un 10%.
Según plantea el estudio realizado por el académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, Damian Clarke, junto a la profesora del Instituto de Sociología de la Pontificia Universidad Católica, Viviana Salinas, la progresiva implementación de esta medida habría evitado más de 27 mil hospitalizaciones generadas por interrupciones del embarazo. Por lo tanto, la política pública no solo habría tenido un efecto directo sobre la salud sexual y reproductiva de las mujeres, también permitió disminuir los niveles de saturación en los hospitales.
El artículo, ‘‘Acceso a la píldora anticonceptiva de emergencia y salud reproductiva de la mujer: evidencia de la reforma pública en Chile’’, expuso que durante 2001 y 2008, la cantidad de mujeres atendidas por alguna complicación relacionada a una interrupción del embarazo, fueron 31 mil y 29 mil. En cambio, desde el 2008 la reducción en la morbilidad llegó hasta cerca de 22 mil casos en 2017.
De acuerdo a los resultados de la investigación, el experto de la Universidad de Chile, comentó sobre la gravedad de no garantizar el acceso a este método anticonceptivo de emergencia, ‘‘rechazar su entrega a mujeres no solo atenta contra el derecho de tomar decisiones autónomas sobre sus propios cuerpos, también se asocia a mayores tasas de morbilidad por aborto, probablemente porque las mujeres a quienes se niega, terminan usando alternativas más riesgosas para terminar sus embarazos”, explica Damian Clarke.
Según explican los académicos, para la realización de la investigación, se utilizaron cifras del Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) disponibles hasta el año 2017 para analizar la incidencia de la píldora anticonceptiva antes de la entrada en vigencia de la Ley de Interrupción del Embarazo, promulgada en septiembre de 2017.
