La propuesta, sistematizada por la Iniciativa Global por los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, busca que la nueva carta fundamental chilena consagre la igualdad sustantiva y no discriminación, garantice los derechos sociales de las mujeres y ayude a combatir la discriminación contra las mujeres por razones de étnicas, de edad, de discapacidad y otras.
Si la brecha de género en Chile era profunda antes de la pandemia, esta se ha exacerbado por los efectos económicos y sociales del Covid-19: la participación femenina en el mundo del trabajo retrocedió un 6,1% durante 2020, según el INE, a la par de un aumento en las horas de trabajo no remunerado que las mujeres dedican a labores de cuidado. En este contexto la pregunta sobre cómo la nueva Constitución puede contribuir a reducir la desigualdad entre hombres y mujeres ha cobrado mayor relevancia. A partir de las experiencias de más de 26 organizaciones y mujeres chilenas, la Iniciativa Global por los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (GI-ESCR, por sus siglas en inglés) presentó 28 elementos transversales que la nueva carta fundamental debería cumplir para asegurar que cuenta con un enfoque de género.
El checklist es parte del libro “Más que Juanitas. Derechos sociales con enfoque de género en la nueva Constitución”, editado por GI-ESCR. El texto también presenta una serie de testimonios de mujeres en distintos contextos, aportados por más de 30 organizaciones y movimientos sociales nacionales, entre las que se encuentran Comunidad Mujer, el colectivo LAS TESIS, Mujeres en Zonas de Sacrificio, Corporación Humanas, ONG FIMA, Techo Chile, la Red de Defensoras de Derechos Humanos, la Colectiva de Mujeres Afrodescendientes Luanda y otras.
El listado incluye elementos estructurales que deberían ser incluidos en la nueva Constitución, como el principio de igualdad sustantiva y no discriminación entre hombres y mujeres; reconocer y distribuir las labores de cuidado; y fortalecer los servicios públicos con enfoque de género. También plantea que la carta fundamental debe reconocer los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales de las mujeres. Finalmente, el checklist plantea elementos que reconozcan las distintas realidades de las mujeres a lo largo de Chile, como la protección de las defensoras ambientales; reconocer el aporte de las mujeres indígenas y combatir diversas formas de discriminación por razones étnicas, de edad o discapacidad.
El proceso constitucional chileno ofrece una oportunidad única para crear las condiciones que permitan reducir la desigualdad de género. “Una de las herramientas para enfrentar este desafío es a través de la incorporación de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales (DESCA) con enfoque de género en el nuevo texto constitucional. El éxito de esta misión, sin embargo, exige dejar atrás los estereotipos que por décadas vienen reduciendo la experiencia y la agencia de las mujeres y niñas en Chile, tales como la ‘señora Juanita’. A eso apunta este conjunto de elementos que presentamos hoy que se han elaborado sobre la base de las demandas de varias organizaciones y movimientos feministas nacionales”, comenta la directora ejecutiva de GI-ESCR y ex relatora especial sobre extrema pobreza y Derechos Humanos de la ONU, Magdalena Sepúlveda.
La convencional constituyente por el Distrito 8 RM, Tatiana Urrutia, agradece que este proyecto recoja la conversación que han estado dando dentro de la Convención las feministas «que estamos preocupadas de que todas estas demandas se vean reflejadas en normas concretas que posibiliten el avance de futuras legislaciones que permitan cambiar la vida de las mujeres, de las disidencias y de la mayoría de las personas que viven en este país”.
El libro “Más que Juanitas” y el checklist están disponibles para descarga gratuita en formato digital en el sitio web de GI-ESCR.
En la iniciativa Más que Juanitas participaron las siguientes organizaciones, movimientos y personas: