BRAGA
Durante su campaña, y también una vez electo Presidente, con todo el respaldo del Frente Feminista de Convergencia Social, Boric declaró concretamente que buscará reforzar el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, e incorporar la agenda feminista y de disidencias en la actuación del Estado y sus políticas públicas. En tal sentido, si por primera vez en la historia llega este ministerio a formar parte del Comité Político de nuestro país, destacadas analistas y académicas proyectan que estaríamos ante una posibilidad vanguardista en temas de conformación de Gobierno, para incorporar la perspectiva de género de forma que cruce transversalmente todas las políticas públicas que se desarrollen durante el próximo periodo presidencial. Por lo anterior, cobra especial relevancia quién liderará la cartera y ya se barajan algunos nombres, como los de Javiera Cabello, Antonia Orellana y Luna Follegati.
El Comité Político de un Gobierno agrupa a los ministerios que serán clave para la dirección de la nación, ya que pueden posicionar y mover temas prioritarios. Además, les da más peso político a esos ministerios, porque tienen una relación mucho más cercana con La Moneda, al trabajar directamente con el Presidente de la República.
Hasta la fecha, el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género (MinMujeryEG) ha sido nombrado en los discursos gubernamentales un sinfín de ocasiones, por lo “relevante que es para la nación”, sin embargo, no han existido medidas concretas que hayan fortalecido esta cartera en cualquiera de sus ámbitos.
Si bien el Presidente electo no ha confirmado expresamente que el ministerio será parte del Comité Político, las señales indican que es una posibilidad muy potente, ya que Gabriel Boric, durante toda su campaña, y también una vez electo, con todo el respaldo del Frente Feminista de Convergencia Social, declaró concretamente que buscará reforzarlo e incorporar la agenda feminista y de disidencias de manera transversal en la actuación del Estado y sus políticas públicas.
“Tenemos que desestigmatizar o dejar de naturalizar los roles. Las mujeres son igualmente capaces que los hombres de realizar todas las tareas, y lo hemos visto en materia deportiva, lo hemos visto en materia de las ciencias, en materia cultural, en materia productiva. Y por eso tenemos un compromiso de que nuestro Gobierno va a ser paritario, nuestro gabinete va a ser paritario y la perspectiva de género va a cruzar transversalmente todas las políticas públicas”, dijo en su primera entrevista a la prensa como Presidente electo, en el Diario Concepción.
Para la académica del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile y parte del Grupo de Estudios de Género y Diversidad GEDIS de la Universidad Alberto Hurtado, Paulina Vergara, estas señales son muy importantes, porque uno de los problemas estructurales que tenía el antiguo Servicio Nacional de Mujer (Sernam), que es el antecesor del ministerio, es que efectivamente carecía de poder político e incidencia en materia de políticas públicas que no sean solamente de su sector.
“Los temas de género necesitan respuestas intersectoriales, por lo tanto, formar parte de un Comité Político es una manera muy directa de gestionar, diseñar e implementar políticas públicas con perspectiva de género y no estar alojadas solamente como una temática que corresponde a un ministerio”, analiza la experta.
La vicepresidenta de Convergencia Social –partido de Boric–, Francisca Perales, adelantó que “si bien es una decisión del Presidente electo, la incorporación del ministerio al Comité Político es clave para implementar una lectura, acciones y políticas de género que sean transversales, no solo en el papel, sino que en las propias directrices desde donde se planifican las políticas públicas. Esta es una excelente forma de que se les tome el peso e importancia que merecen a las políticas con enfoque de género en todo el Estado”.
En nuestro sistema de Gobierno, el Presidente o la Presidenta de la República tiene mucho peso en la toma de decisiones. Este ha sido un importante aspecto de crítica al liderazgo del Mandatario en ejercicio, Sebastián Piñera, quien ha sido cuestionado por tener a su Comité “de adorno” o “de juguete”. Para el analista político Tomás Duval –consultado por El Mostrador sobre el tema durante 2021–, hay una debilidad en su Comité Político, «porque no ha logrado conformarse como tal, ni en la toma de decisiones, ni en las políticas, y tampoco ha establecido un diálogo permanente con la coalición oficialista en la toma de decisiones. Se le aprecia con una debilidad en la cual no pasa a ser actor principal y relevante en la toma de decisiones y eso es muy complejo”.
En la historia latinoamericana, y chilena en particular, no se ha logrado ningún avance en materia de equidad de género sin el movimiento feminista en sus distintos espacios. Para Paulina Vergara, si es que las feministas autónomas no presionaran, si las institucionales no estuvieran dentro de los organismos, sean ministerios, universidades, servicios nacionales, etc., no habría avances, aun existiendo marcos internacionales.
Por ello es que, a nivel latinoamericano, si llegara el MinMujeryEG al Comité Político del Gobierno, sería un avance vanguardista desde el punto de vista institucional-formal de construcción de los organismos de una nación, ya que no necesariamente todos los países con grandes progresos en materia de género tienen Ministerio de la Mujer. Este es el caso de Uruguay, en donde sus importantes logros se deben a que tienen muchas mujeres de los feminismos institucionales integrando diversos equipos de trabajo, por lo que se envuelve la perspectiva de género de forma interseccional.
Teniendo en cuenta lo anterior, se torna especialmente relevante quién será la próxima ministra de la Mujer y la Equidad de Género. Para la académica, magíster en Psicología Jurídica y Forense UDP, especializada en la incorporación de mujeres en los espacios de toma de decisiones, Carolina Valenzuela Zúñiga, hay consenso en que los nombres que más suenan son los de Javiera Cabello, Antonia Orellana y Luna Follegati.
Javiera Cabello es abogada de la Universidad de Chile, encargada nacional del Frente Feminista de Convergencia Social (CS), activista, exjefa de campaña y una de las asesoras más cercanas a Boric.
Antonia Orellana es periodista de la Universidad de Chile, activista feminista, parte del equipo fundador de Convergencia Social, excandidata a la Convención Constitucional y educadora en política a través podcasts.
Luna Follegati integra igualmente CS, es historiadora y académica de la UMCE, experta en género, y tiene también un doctorado en Filosofía. Además, es investigadora y durante abril de 2021 realizó un taller de historia e introducción al feminismo, al cual asistió Gabriel Boric.
Lo interesante de estos nombres es que no solo tienen un perfil político, más marcado en el caso de las dos primeras, sino también un perfil técnico. “Son personas que hace años alzan la voz por las mujeres, tienen una visión clara de los desafíos que tienen por delante y, a su vez, el recorrido histórico de la mujeres por la lucha de sus derechos”, consideró Paulina Vergara.
Por lo tanto, opinó que cualquiera de ellas sería una muy buena carta. Y si no es ninguna, «se espera que sea una mujer con trayectoria en la interseccionalidad”. Por otra parte, la experta planteó que Boric, después de levantar la expectativa de un Gobierno con perspectiva de género, se estableció en una posición en donde ya no solo este ministerio estará en la mira, sino que también se espera que sí o sí esté presente una mujer en el Comité Político del Gobierno.
La politóloga y magíster en Ciencia Política, mención Gobierno y Políticas Públicas, docente de la Universidad Diego Portales, Beatriz Roque, coincidió con la visión de Vergara y puntualizó que estamos en un contexto en donde las mujeres somos protagonistas del proceso político, sobre todo desde los años 2020 y 2021, no solamente en términos de propuestas, como fueron las de Gabriel Boric, sino también por lo que implicó para José Antonio Kast “que su propuesta haya sido eliminar o fusionar este ministerio y que posteriormente haya tenido que volver a considerarlo y levantar otro tipo de ideas relacionadas con ello”. Esto nos muestra, a juicio de la académica, la importancia de que este ministerio sea tomado como una perspectiva trascendental.
“A mí me parece que sería muy importante que aquella persona que encabece el ministerio sea una mujer que venga desde la crisis, desde el feminismo, desde las organizaciones sociales y desde el trabajo y la lucha contra la violencia hacia las mujeres”, comentó. En torno a ello, subrayó que Antonia Orellana ha sido una figura importante para esta nueva ola feminista que vivimos, no solamente por su trayectoria política, “siento en ella esta conexión con el feminismo, con las movilizaciones y con estas peleas”, señaló.
Desde Convergencia Social, Perales enfatizó que el foco estará en que sea una persona que cuente con las competencias para el perfil del cargo. «Ya vimos en su momento que la nominación de Macarena Santelices generó rechazo transversal, al no contar con experiencia en el área. Y segundo, deberá tener una alta capacidad política y de diálogo para impulsar las transformaciones institucionales que están consignadas en el programa, lo que implica llegar a acuerdo y contar con la legitimidad para convocar a las diferentes organizaciones, colectivos y coordinadoras que componen el movimiento feminista, que sin duda deberán ser parte de este proceso”, sostuvo.
De acuerdo a la doctora en Ciencias Sociales y Políticas, académica de la UAH, Cecilia Osorio Gonnet, existen a lo menos tres dimensiones de estos desafíos:
En primer lugar, hay que poner en un lugar más relevante y significativo de la discusión de políticas públicas el rol del ministerio. “Hemos tenido ministras en la administración de Sebastián Piñera que no estaban suficientemente preparadas, que estuvieron muy poco tiempo y todo ello contribuyó a debilitar el rol del ministerio en el conjunto de las políticas sectoriales, y a la posibilidad de que pudiera tener un rol mucho más transversal y decisivo en las discusiones de las temáticas de todos los sectores”, explicó.
En ese sentido, le parece evidente que el MinMujeryEG sea responsable de políticas específicas, pero el punto clave es avanzar hacia esta mirada transversal de género en las políticas públicas de todos los sectores. Hasta que esto no ocurra, “no vamos a avanzar en una mayor equidad de género”, ya que se debe considerar cuál es el impacto de las políticas en todos los sectores, cómo se diferencia este impacto para hombres, mujeres y minorías, ya que la administración pública cuenta con indicadores de género que son muy acotados, específicos.
La segunda dimensión en la que el ministerio tiene que avanzar es de políticas específicas, profundizar lo que se ha hecho hasta ahora. Por ejemplo, en el ámbito de la violencia de género, todavía es necesario ampliar la oferta de programas vinculados a la sensibilización, prevención y reparación.
“También es importante profundizar la Ley Antidiscriminación, así como continuar avanzando en la integración de personas trans con una ley integral, que comprenda la no discriminación laboral”, reflexionó Osorio.
Finalmente, afirmó que uno podría esperar del Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género un rol, una discusión o al menos un diálogo con lo que se está debatiendo hoy en la Convención, por ejemplo, que recientemente las constituyentes feministas ingresaran una norma de democracia paritaria. “¿Qué implicaría una democracia paritaria en todos los niveles? Se esperaría que el ministerio también tuviera una voz, que se pronunciara al respecto, dialogara y, si hay una coincidencia en estas propuestas, apoyara y contribuyera a la sensibilización y a que esta fuera una discusión relevante que se sostenga en la agenda pública y política”, añadió.
