Durante 2019, Evanyely dictó más de 200 charlas en distintas comunidades educativas a lo largo de Chile, impactando a más de 80 mil personas directamente. En paralelo, atendió gratuitamente, junto a su esposo y un equipo de voluntarios de la fundación, más de 300 casos de acoso escolar e ideación suicida. Uno de sus logros más masivos a nivel latino, fue la campaña “Goodbye Ciberbullying”, la cual incluyó una canción que su hija Katy nunca grabó. Gracias a más de 1000 archivos de audio de su hija y sus letras, pudieron dar a luz este proyecto que llevó la voz de Katy, quien soñaba con convertirse en cantante, a todos los rincones de Chile.
Este fin de semana hubo una noticia que dio la vuelta al mundo: Drayke Hardman de tan solo 12 años se quitó la vida tras ser víctima de bullying por más de un año. Esta desgarradora historia nos recuerda un problema que no tuvo como barrera ni siquiera la pandemia. Cientos de estudiantes alrededor del mundo piensan en quitarse la vida por el acoso físico y cibernético del cual son víctimas.
No hace falta viajar hasta Estados Unidos para sorprendernos e indignarnos, en Chile también ha habido casos emblemáticos, que hacen que la sociedad completa se cuestione ¿qué estamos haciendo mal?
El 22 de mayo de 2018, Evanyely Zamorano recibió junto a su esposo Emmanuel Pacheco la noticia más terrible de sus vidas: su hija Katy, de 16 años, se suicidó tras haber sido víctima de un cruel acoso cibernético por miembros de su comunidad escolar. Katy Summer estudiaba en el colegio Nido de Águilas, su cuerpo fue encontrado en el baño de una cafetería.
Si bien la angustia y la tristeza invadieron por completo sus vidas, este suceso fue el puntapié para crear la Fundación Summer, a través de ella, Evanyely con ayuda de su esposo,le declararon la guerra el bullying: escribieron un libro, realizan charlas, proyectos de intervención, además de múltiples campañas comunicacionales con el Ministerio de Educación para prevenir esta práctica.
Gracias a su importante trabajo, Evanyely fue galardonada con el Premio Mujer Impacta en 2020, y hoy, en un nuevo Mujeres Inolvidables, el especial semanal en donde destacamos las importantes hazañas de mujeres chilenas de la historia y el presente, visibilizamos su trayectoria e impacto.
La decisión de Katy “nos hizo darnos cuenta de una grave, silenciosa y muy cercana realidad, que inesperadamente y sin piedad nos miraba de frente y nos mostraba la vulnerabilidad de ella y muchos jóvenes más expuestos a ser dañados en forma irremediable por la agresión de otros”, comentó en entrevista con Mujer Impacta.
El dolor de perderla llevó a Evanyely a investigar todo lo que pudo sobre acoso, ciberacoso y tasas de suicidio, notando que cada vez más jóvenes fallecían en Chile por la misma causa. Según el Estudio Nacional sobre Ciberacoso en Pandemia, un 49% de participantes dijo haber sido acosada/o virtualmente al menos una vez en los últimos tres meses. De ellas/os, un 88% afirmó haber sido amenazada/o por internet o redes sociales al menos una vez dentro del mismo período de tiempo.
“Con todos estos antecedentes, nos preguntamos qué habría hecho Katy si la víctima hubiese sido una amiga suya, hasta que un día, encontramos una poderosa frase en uno de sus tantos cuadernos: Me puedes disparar con tus palabras, cortar con tu mirada, matar con tu odio, pero, aun así, como el aire, me levantaré. Lo sentimos como un mensaje directo y nuestras opciones se hicieron cada vez más claras”.
En medio del duelo crearon la fundación con el objetivo inicial de sensibilizar a las comunidades escolares respecto del acoso y sus consecuencias, pero rápidamente su misión se fue ampliando hasta llegar a convertirse en una de las principales organizaciones chilenas de prevención del ciberacoso y el suicidio juvenil.
Durante 2019, Evanyely fue parte de más de 200 charlas en distintas comunidades educativas a lo largo de Chile, impactando a más de 80 mil personas directamente. En paralelo, atendió gratuitamente, junto a su esposo y un equipo de voluntarios de la fundación, más de 300 casos de acoso escolar e ideación suicida, algunos incluso de otros países de Latinoamérica.
Además, ha participado activamente en discusiones parlamentarias en las comisiones de Educación de la Cámara y del Senado. El pilar de sus acciones es influenciar en políticas públicas, mostrando este grave problema para explorar soluciones innovadoras, ya que a su juicio, toda estrategia debe ir acompañada de una cultura de colaboración.
“Creo profundamente que, trabajando con comunidades escolares, entidades públicas, privadas y otras organizaciones sociales, podremos prevenir el ciberacoso y el suicidio juvenil en Chile por medio de la sensibilización, la alfabetización y el desarrollo de herramientas concretas útiles para ese fin. No quiero que algún padre vuelva a pasar por la tragedia que nosotros vivimos”.
En marzo de 2019 lanzaron un proyecto con el que buscaron que la voz de Katy llegara a las comunidades escolares, además de cumplir el sueño de hija de convertirse en cantante.
Lo impresionante es que la campaña “Goodbye Ciberbullying” incluyó una canción que Katy nunca grabó.
Evanyely lo logró gracias a más de mil archivos de audio, Inteligencia Artificial y al compositor Enzo Massardo, quien logró dar a luz a “I don´t want to say goodbye”. La canción sonó en toda Latinoamérica como un himno contra el ciberacoso, logrando 250 millones de impresiones a lo largo del continente. La campaña publicitaria fue finalista en Cannes Lions, ganadora de cuatro premios “El Ojo de Iberoamérica” y 16 premios de la ACHAP.