La Huelga General Feminista del 2019 congregó a más de 190 mil manifestantes, según estimaciones de autoridades oficiales, sin embargo, las organizaciones y las mismas participantes señalaron –por aquel entonces– que las calles se desbordaron de energía feminista con más 300 mil personas. El 2020 esa cifra se vio multiplicada varias veces. Al día de hoy, la Coordinadora 8M se posiciona como una de las organizaciones feministas más influyentes y presentes en la agenda del país, constantemente se une y colabora con colectividades de todo tipo, llegando a espacios institucionales como la Convención Constitucional, de la mano de Alondra Carrillo, exvocera del movimiento. Esta llegada histórica a espacios de debate no es una razón para soltar las calles, comentan. Al contrario, es uno de los motores para seguir exigiendo derechos, igualdad y dignidad.
Como cada año, este 8 de marzo se conmemora un nuevo Día Internacional de la Mujer en todo el mundo, para recordar a aquellas trabajadoras que murieron exigiendo mejores condiciones laborales. Esta fecha, para las mujeres y organizaciones, representa la oportunidad de visibilizar la lucha y problemáticas históricas que tienen como base la inequidad de género.
Nuestro país no es ajeno a eso y, como ya lo hemos podido observar desde el 2019, cada año la Coordinadora Feminista 8M convoca a una nueva Huelga General. Este 2022, las actividades se realizarán bajo la consigna ‘‘Vamos por la vida que nos deben’’.
Según señala la vocera de la Comisión de Comunicaciones, Daniela Osorio, sobre la consigna de este año, en la Coordinadora siempre se han levantado acciones y convocatorias bajo la lógica interseccional de hablar y abordar todas las dimensiones. “Nosotras pensamos que, si vamos a hablar de todo, ¿qué es lo que nos están arrebatando?, ¿qué es lo que la violencia nos está quitando?… Es la vida entera’’.
En profundidad, desean visibilizar este año la ausencia de protección integral que deben afrontar las mujeres y disidencias en su día a día, ya que todas las aristas que componen la desigualdad de género convergen en el sacrificio de las mujeres: las tareas de cuidado y el trabajo no remunerado, la inequidad salarial, la discriminación socioeconómica, racial, las perjudicadas por el daño al medio ambiente, los estereotipos y roles de género. ‘‘Este año pensamos en ir por la vida que nos deben, ya hemos venido trabajando el programa contra la precarización de la vida hace mucho tiempo’’, detalla Osorio.
Este 8M está enmarcado por una nueva etapa en este largo camino por la equidad y respeto: el ingreso de mujeres feministas desde las calles a los espacios institucionales. Esto se ve al mismo tiempo que el fuerte regreso a las calles tras la digitalización provocada por la pandemia, una pandemia que visibilizó y profundizó la brecha de género.
Es por ello que El Mostrador Braga conversó con las voceras de la Coordinadora 8M, quienes comparten en esta importante fecha sus anhelos del futuro y los orígenes de la organización que cada año convoca a más mujeres a alzar la voz, la irrupción en nuevos espacios y las convocatorias para este año.
8 de marzo de 2019, la Alameda se llena de cánticos, bailes, carteles y, sobre todo, de mujeres. La entonces intendenta de la Región Metropolitana, Karla Rubilar, cifra la participación en aproximadamente 190 mil manifestantes, sin embargo, la Coordinadora 8M estimó que se trató de alrededor de 300 mil asistentes a la Huelga General Feminista. Las regiones no se quedaron atrás: 5 mil personas en Talca, 8 mil en Concepción y 10 mil en Valparaíso. Todas y todos reunidos para conmemorar el Día Internacional de la Mujer a lo largo de nuestro país.
‘‘Fue un día de expresión maravilloso’’, recuerda la vocera del Comité de Trabajadoras y Sindicalistas, Pamela Valenzuela –quien ha estado desde sus inicios en la Coordinadora– sobre ese histórico día. ‘‘Pasaron cosas que nosotras no nos imaginábamos que podían llegar a ocurrir, paró el gremio de la construcción, que es muy masculinizado. En minas en el norte salieron trabajadores a hacer cortes de ruta’’, relata.
Sin embargo, esta desbordante congregación fue el resultado del trabajo colectivo de meses de la CF8M.
El 8 de marzo de 2018 fue el día en que tuvo lugar el Paro Internacional de Mujeres, donde más de 170 países se unieron en huelga para conmemorar este día. Con ese hito, ‘‘empieza un diálogo transfronterizo’’, cuenta Valenzuela. ‘‘Una serie de compañeras y disidencias se articulan para hacer un twist y salir del Día de la Mujer clásico’’, agrega.
El Día de la Mujer “clásico” es aquel que se veía como una celebración en vez de conmemoración. Se celebraba como lo es el Día de la Madre, pero sin la maternidad de por medio. Regalos, flores, bombones, era un “San Valentín” sin romance. Los hombres debían agradecer con estos gestos a las mujeres que son parte de sus vidas, desde su familia más cercana, pasando por sus amistades y sus colegas en el trabajo.
Sin embargo, las voces que decían que esto era “celebrar la muerte” fueron tomando más y más fuerza, pues el origen del día fueron aquellas mujeres que murieron al ser encerradas en 1911 en una fábrica, puesto que sus jefes no querían que se unieran a la protesta de las sufragistas. Desde ese diálogo en el paro de 2018, se comienza a articular un cambio de paradigma. “¿Qué estamos celebrando?”, en un contexto en que la sociedad seguía siendo fuertemente machista, misógina, hipersexualizada, cosificadora, con una inequidad que era silenciada por quienes tacharon de histéricas a quienes se levantaban contra las injusticias.
“El 2018 fue decisivo, se partió con el cuestionamiento hacia la violencia, hubo una serie de casos muy brutales de violencia y femicidios, las mujeres se tomaron diversos espacios educativos también durante el mayo feminista. Entonces, se generó un cuestionamiento de por qué estamos sufriendo estas cosas nosotras las mujeres, las disidencias. Llegamos a la conclusión de que hay una violencia estructural’’, explica Osorio.
El sujeto político de ahora no es el mismo que en los años 60 o 70, sino que son cientos de mujeres que sostienen la vida con sus trabajos formales, informales y no remunerados.
Así fue como la CF8M hace cuatro años toma un carácter plurinacional, multisectorial y ‘‘que se posiciona desde un feminismo que habla de todo’’. Según explica Valenzuela, hablar de todo significa abordar ‘‘todas la violencias que nos atraviesan y que precarizan nuestra vida’’, las cuales van más allá de la violencia física o intrafamiliar.
‘‘Sobre la base de eso, el 2018 después del 8M apareció el objetivo de convocar a la huelga y decidir colectivamente y democráticamente qué carácter defendería ese día’’, agrega.
Es así como empezaron las preparaciones para la Huelga General del 2019. ‘‘Se hicieron los súper lunes feministas, donde salimos a poner de relieve la historia ocultada, tenemos memoria, tenemos historia’’.
Pamela recuerda esa primera convocatoria como ‘‘una explosión de creatividad feminista’’. Además, sostiene que uno de los legados más importantes que se creó desde el 2019 fue que la palabra ‘‘huelga’’ tomó un nuevo significado. ‘‘Dejó de ser tabú, dejó de ser propiedad de los sindicatos clásicos, se hizo propiedad de las mujeres, de las disidencias, se transformó en una herramienta de lucha’’.
Si 2019 fue un año revolucionario, pocos pudieron prever el verdadero tsunami feminista que provocaron para 2020. En 2 millones de asistentes cifró la Coordinadora la cantidad de mujeres que se reunieron bajo la consigna “Contra el terrorismo de Estado”, la cual nació a raíz del estallido social. Ni siquiera la Intendencia se atrevió a poner carabineros varones a resguardar la ruta, solo carabineras.
En Valparaíso, más de 20 mil manifestantes –de acuerdo a las proyecciones de la Intendencia– se congregaron en el centro de la ciudad puerto, pero también en las cercanías del Congreso Nacional. Ese año la marcha estuvo marcada por el emblemático canto de Las Tesis contra la violencia, performance que dio la vuelta al mundo con la frase “El violador eres tú”.
2021 fue año de la “marcha pandémica”, puesto que en 2020 el virus llegó a nuestro país a fines de marzo, cuando la marcha ya había ocurrido. Por el COVID-19, las manifestaciones se dieron a lo largo del país en diferentes horarios, y en total sumaron 500 mil participantes.
En aquella ocasión la manifestación, que no pudo ser completamente presencial, se tomó los espacios digitales, con la mentalidad de que ir a marchar no es la única forma de protestar. Fue así como el día se llenó de conciertos online, manifiestos, “cartelazos y banderazos” a través de redes sociales, videos simbólicos, entre otros.
Como fue una reunión masiva no autorizada, la vocera de Huelga del Comité Socioambiental de la CF8M, Stefanía Vega, la calificó como una instancia «de dulce, porque en los distintos territorios nos movilizamos, pero también de agraz, porque fuimos gaseadas, perseguidas, mojadas durante las distintas movilizaciones que se dieron a lo largo del país”.
Al día de hoy, la Coordinadora 8M se posiciona como una de las organizaciones feministas más influyentes y presentes en la agenda del país, constantemente se une y colabora con colectividades de todo tipo. Incluso han logrado llegar a espacios institucionales, como la Convención Constitucional, de mano de Alondra Carrillo, integrante y vocera de la agrupación.
Gracias a esto, nuevos debates han surgido en espacios ocupados históricamente por hombres. Educación no sexista, reconocimiento de labores de cuidado, derechos sexuales y reproductivos, son algunas de las temáticas que las mujeres esperaron por años que pudieran ingresar a la discusión y la agenda pública y que, finalmente, están siendo garantizadas.
Esta llegada histórica a espacios de debate no es una razón para soltar las calles, comentan. Al contrario, es uno de los motores para seguir exigiendo derechos, igualdad y dignidad.
‘‘Nosotras irrumpimos también en la Convención porque queríamos cambiar este campo político de acción, y así como hemos tratado de instalar derechos mínimos dentro de lo que es esta nueva Constitución, queremos ir por más. Desbordar la institucionalidad y conseguir en la calle y la movilización la vida que nos deben’’.
A su vez, por su carácter plurinacional y multisectorial, la Coordinadora ha estado presente en la contingencia social, por ejemplo, los movimientos migrantes. ‘‘La igualdad es una lucha transfronteriza, es una lucha que el feminismo intenta llevar a todo el mundo», comenta la vocera del Comité Migrante, Wayra Villegas.
El Comité Migrante tiene apenas un año, pero según detalla Villegas, se sostiene y resiste con la ayuda de diversas compañeras de Haití, Colombia, Perú, etc. ‘‘La vocería hoy por hoy se juega algo muy importante, que es la interseccionalidad de la lucha y la pluralidad. Yo creo que la Coordinadora intenta hacer un feminismo diverso, inclusivo, donde cabemos todas y todes’’.
Esta lucha interseccional ha permitido visibilizar todas las caras que surgen de las problemáticas que existen hoy en día. Por ejemplo, de la crisis migratoria que se ha agudizado el último tiempo y que diversas expertas han señalado que afecta en mayor medida a mujeres migrantes.
‘‘A la vez es una sola lucha, es un solo hilo rojo la historia feminista que nos atraviesa. Hoy por hoy podemos decir ‘Vamos por la vida que nos deben’, y esa vida que nos deben también a nosotras las migrantes».
Para seguir con la tradición que ha caracterizado a la Coordinadora Feminista 8M estos últimos años, la organización ha informado que la convocatoria de este año en Santiago sera para las 17:30 hrs., comenzando en Plaza Baquedano y culminando en el Bandejón Central de Los Héroes.
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