A tres días del cambio de mando, Antonia Orellana y Luz Vidal, ministra y subsecretaria, respectivamente, del Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, profundizan sobre el rol protagónico que les tocará desempeñar en el Comité Político y en el Gobierno del Presidente electo, Gabriel Boric, que asume el próximo 11 de marzo. Para Orellana, esto le da un empuje a la agenda de transversalización que quizás no había tenido dicha cartera en otros momentos. «También asegura la presencia y perspectiva –aunque no depende exclusivamente de este ministerio–, en la toma de las decisiones cotidianas y contingentes del Gobierno», señala. Entre los desafíos del MinmujeryEG está, al final del periodo gubernamental, tener una imagen concreta del Sistema Nacional de Cuidados. “Hay que pensar que, en términos de inversión pública y de construcción de institucionalidad, es un proceso similar al de la creación del sistema de salud a inicios del siglo XX. Ese es el volumen del desafío. Sabemos que no es algo fácil, que tiene un alto impacto fiscal y, por lo tanto, queremos que el diseño sea impecable para que pueda implementarse sin problema”, expresa la futura ministra.
“Les quiero pedir, en particular a los hombres, que nos lo tomemos en serio. Que esto no es una banalidad, que esto no es una respuesta posmoderna a demandas identitarias, sino que estamos hablando de un compromiso que está en la base de nuestro Gobierno. El ser un Gobierno feminista significa cambiar la manera en la cual nos relacionamos, en la cual vemos el mundo que ha estado durante demasiados siglos contado por hombres (…). Así que les pido, encarecidamente, particularmente a los hombres, que nos lo tomemos muy en serio y que al final de nuestro Gobierno podamos haber colaborado con el cambio cultural que el movimiento feminista ha empujado”. Estas fueron las palabras del Presidente electo, Gabriel Boric, hace unos días, en el contexto del Encuentro Interministerial para las Políticas de Género.
Las futuras ministra y subsecretaria del Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género (MinmujeryEG), Antonia Orellana (32) y Luz Vidal Huiriqueo (48), respectivamente, saben mucho de demandas y petitorios feministas. Orellana como activista fue colaboradora de la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres, trabajó como consultora para el programa Ciudadanía y Escuela del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), y fue candidata a constituyente; Vidal, en tanto, como expresidenta del Sindicato de Trabajadoras de Casa Particular (Sintracap), mapuche, feminista y excandidata a la Convención Constitucional por el D9. Ambas protagonizan una semana histórica para el país y en especial para las mujeres, pues su ministerio será, por primera vez, parte del comité político.
“Esto le da un empuje a la agenda de transversalización que quizás no había tenido el ministerio en otros momentos. También asegura la presencia y perspectiva –aunque no depende exclusivamente de este ministerio– en la toma de las decisiones cotidianas y contingentes del Gobierno”, explica Antonia Orellana.
También te puede interesar
Luz Vidal, por su parte, tiene expectativas con que el MinmujeryEG sea parte del Comité Político. “Habrá una mayor incidencia en las políticas que se van a tomar, hay un trabajo de seguimiento interministerial que podrá hacerse. El Ministerio de la Mujer es una entidad más rectora, donde debe fiscalizar más lo que están haciendo los otros ministerios. Al estar en el comité, vamos a poder estar señalando que todas las políticas públicas sean con perspectiva de género».
La lista de tareas es larga de cara al nuevo periodo que comenzará este 11 de marzo. Orellana comenta que una de sus prioridades durante todo el tiempo que dure su liderazgo será contribuir a que el Estado pueda tener cifras respecto a las mujeres, diversidades y disidencias. “Hoy esa información es levantada mayormente por organizaciones sociales y ONGs, esperamos pronto tener cifras oficiales del Estado. Ese es un primer aporte”, comenta.
En segundo lugar, y en un sentido político, la futura ministra asegura ser partidaria de un feminismo inclusivo y que combata la transfobia. Por ello, esperan que la comunidad de la diversidad y la disidencias vea en el Ministerio de la Mujer un aliado, para que pronto puedan tener institucionalidad propia.
Respecto de las prioridades en los primeros meses, se encuentra el trabajar intersectorialmente con todos los ministerios en la agenda económica, sobre todo en la recuperación del empleo femenino. “Retrocedimos una década, el sector de la población que corresponde a las mujeres es muy grande y ha sido uno de los que más se ha demorado en recuperar el ritmo prepandemia”, puntualiza.
A mediano plazo también proyectan mejorar todas las políticas públicas que tienen que ver con violencia, de manera de poder avanzar en una ley integral de violencia contra las mujeres. A largo plazo tienen en mente el desafío de lo que traiga el nuevo mandato constitucional, y sobre todo sentar las bases para construir un Sistema Nacional de Cuidados.
Entre los desafíos de la cartera está, al final del periodo gubernamental, tener una imagen concreta del Sistema Nacional de Cuidados. “Hay que pensar que, en términos de inversión pública y de construcción de institucionalidad, es un proceso similar al de la creación del sistema de salud a inicios del siglo XX. Ese es el volumen del desafío. Sabemos que no es algo fácil, que tiene un alto impacto fiscal y, por lo tanto, queremos que el diseño sea impecable para que pueda implementarse sin problema”, expresa la ministra.
En torno a las relaciones interpersonales con la sociedad civil, apuntan a que las organizaciones feministas sean una autoridad política relevante en las agendas, por lo que, aparte de los instrumentos institucionales que ya existen de acuerdo a la Ley de Participación o el Consejo de la Sociedad Civil, esperan estar en un diálogo político constante. “Eso no es solo lo más honesto, sino también la mejor forma de poder avanzar en acuerdos, que eso se traduzca en cambios concretos”, enfatiza Orellana.
Sobre su designación como ministra y el apoyo que ha recibido de la sociedad civil, desde donde la han calificado como “una interlocutora válida”, comparte que a nivel personal todavía está procesando su nuevo rol y que se siente muy responsable de poder estar a la altura de las expectativas. “Hemos estado mucho tiempo exigiendo muchas cosas y hoy día estoy en la posición de toma de decisiones y de construcción. Entonces, sin dudas, siento la responsabilidad histórica del momento que estamos viviendo”.
Para Luz Vidal “es un honor ser partícipe de los cambios que Chile hoy está viviendo. También lo tomo con la responsabilidad de lo que este hecho implica. Hoy está girando nuevamente a un rumbo donde la ciudadanía es cada vez más parte y donde lo social es relevante. Ser parte de eso es una emoción muy grande. La familia está muy orgullosa pero también temerosa, porque entrar a la política siendo mujer aún es muy duro”. Añade que todavía las mujeres deben demostrar sus capacidades.
“En el proceso constituyente, en una entrevista a ONU Mujeres, me preguntaron: ‘Luz, cómo ves la visualización de las mujeres en política’. Y les dije para las que son preparadas, las académicas, es difícil, imagínense lo que es para mí entrar a competir en este espacio, en este mundo. Por eso afirmo que es la fuerza, la garra de mujer mapuche lo que te hace pararte. Cada mujer debe tener la posibilidad de estar en los espacios de poder. ¡Que se abran las puertas para todas! Hoy son muy pocos los lugares donde las mujeres están en la toma de decisiones”, subraya.
Finalmente, sobre este 8M 2022, les parece vital recordar que esta no es una conmemoración que sea del Gobierno vigente, el entrante o de un sector en particular. “Nosotros creemos que esta fecha se ha constituido gracias al trabajo del movimiento feminista, en una fecha en la que todas las mujeres se sienten representadas y convocadas. Así que nuestro llamado siempre es a fomentar la participación en todas las formas en las que se da”, concluye Antonia Orellana.