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Son madres y pobres: la realidad de las mujeres privadas de libertad BRAGA Créditos: @rodnae.prod en pexels

Son madres y pobres: la realidad de las mujeres privadas de libertad

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En el marco del mes de las mujeres, el Defensor Nacional, Carlos Mora Jano, se reunió  con mujeres privadas de libertad, donde reflexionó sobre las situaciones y factores que arrastran mujeres insertas en actos delictivos. Ellas representan el 9 % de la población penal, la mayoría son madres, y predominantemente son encarceladas por  delitos de hurto y drogas.


El Defensor Nacional, Carlos Mora, en conjunto con la nueva Ministra de Justicia y Derechos Humanos, Marcela Ríos, y el Subsecretario, Jaime Gajardo, asistieron al centro femenino penitenciario donde Mora se refirió principalmente a las diferencias que acompañan a las mujeres en contraste de otras personas, entre ellas destaca su rol de madres y la pobreza que las acompaña. En este sentido, Mora fue tajante en señalar que las personas pobres tienen mayor porcentaje de inserción carcelaria, y en el caso de las mujeres la situación empeora ya que según un informe del Centro de Estudios Justicia y Sociedad  la Pontificia Universidad Católica de Chile, en una muestra de 169 mujeres, el 90% es madre. Así lo ratificó la autoridad de justicia, quien demostró la conciencia y preocupación que existe dentro del sistema penal sobre las mujeres  privadas de libertad que tienen una familia por detrás.

Estos hechos evidencian un problema sistemático, ya que según el estudio, la criminología desde sus orígenes se ha centrado en estudiar el comportamiento delictivo de los hombres, por ende, las mujeres privadas de libertad han sido potentemente invisibilizadas, siendo que las características y  los porcentajes de delito entre género son totalmente diferentes.

En primer lugar, las mujeres presentan predominantemente tres tipos de delitos, un 31% de ellas son clasificadas  en un perfil asociado a delitos de hurto, y además presentan una menor probabilidad de reincidir a delitos, así como también, tienen mayores herramientas para la reincersión. Por otro lado, 29%  mantiene un patrón intermedio en cuanto al involucramiento en delitos, y tiene mayor participación entre personas delictivas. Por último, 40% de ellas son jóvenes con alto índice de drogadicción  y tendientes a reincidir en actos delictivos, principalmente asociados al hurto.

El Defensor Nacional, también se refirió los derechos humanos que mantienen las personas privadas de libertad e hizo énfasis en los derechos a la salud de los cuales han sido despojadas las mujeres encarceladas. Esto se condice con el porcentaje de mujeres que tuvieron atención médica en el estudio, donde solo un 10% afirma haber participado en un tratamiento de drogas.

Sin duda, actualmente están surgiendo estudios con perspectiva de género, sin embargo las medidas políticas aún no se materializan y al respecto, según el Diario la Tercera, el Defensor Nacional demostró tener conciencia de un efectivo acceso a la justicia de las mujeres, y  por lo cual reiteró su compromiso como Institución de seguir trabajando para que se respeten los derechos humanos de hombres y mujeres imputadas y condenadas

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