El texto recopila las hazañas subalternizadas de las activistas trans Marsha P. Johnson y Sylvia Rivera, quienes a pesar de la transfobia del discurso gay blanco, alzaron su voz por las travestis prostitutas, pobres y drogadictas.
“El día internacional del orgullo LGBTI” recuerda cada 28 de junio la violenta redada ocurrida en 1969 hacia personas LGBTIQ+ que se encontraban en un pub llamado “Stonewall”. La persecución por parte del poder policial en esos años era pan de cada día para las disidencias, sin embargo, quienes se llevaban la peor parte eran las travestis, racializadas y pobres, ya que además de enfrentarse a la transfobia del sistema, tuvieron que combatir la marginación y discriminación de los movimientos gays blancos y de clase media como el “Gay Activists Alliance” (GAA).
Sobre este hito trata “STAR: Travestis Callejeras de Acción Revolucionaria” publicado por Invertido Ediciones, que reúne los discursos y entrevistas de la reconocida activista trans afroamericana Marsha P. Johnson y la descendiente de venezolanos, Sylvia Rivera, quienes fueron protagonistas de los sucesos previos y posteriores de los disturbios de Stonewall, y de las reivindicaciones iniciadas en los años setenta.
A pesar de ser una historia remontada en Estados Unidos, según el editor del libro, Manuel Retamal, conocer estos acontecimientos y el activismo de estas dos figuras son cruciales para el movimiento LGBTIQ+ chileno.
“Tanto Sylvia Rivera como Marsha P. Johnson destacan por su dedicación para con la lucha por los derechos de la comunidad, especialmente la comunidad trans. Y, si bien vivieron en Estados Unidos durante los años 70, sus luchas son reconocidas en todo el mundo, incluso en Chile. Además, nos parece que, más allá de la distancia geográfica, gran parte de las dificultades que enfrenta la comunidad (sobre todo las personas trans) se viven acá también; la lucha es, en ese sentido, compartida”.
Asimismo, el prólogo redactado por la primera y única diputada trans Emilia Schneider acerca la discusión a la realidad nacional y releva la importancia de no olvidar la propia historia donde primaba el discurso neoliberal y medicalizante que hegemonizaba las realidades disidentes.
Los discursos y demandas de las activistas Marsha y Sylvia eran inusuales y subalternos, pues ellas se preocupaban de las trans pobres, encarceladas/os, drogadictas/os y de aquellas que no tuvieron otra opción que prostituirse para sobrevivir ante un sistema que no las dejaba expresarse como quisieran.
Así lo señala Sylvia Rivera, en su discurso del año 2001.
“Esa es la única alternativa que tenemos para sobrevivir, porque las leyes no nos dan el derecho para salir y encontrar trabajo en algo en que nos sintamos cómodas. No quiero ir a trabajar luciendo como un hombre porque sé que no lo soy”.
En este sentido la misión de la organización “Travestis Callejeras de Acción Revolucionaria» (STAR en sus siglas en inglés) fue sacar a las mujeres trans de las calles, pero antes de esto, era prioridad contrarrestar la drogadicción.
Uno de los temas que hicieron conocidas a las activistas fue lo sucedido en el Día de la Liberación en la Calle Christopher en 1973, cuando la lesbiana radical Jean O’Leary intentó sabotear el discurso de Sylvia porque interpretaba sus expresiones de género como una burla hacia las mujeres.
“Tuve que luchar por subir al escenario, y gente a la que consideraba mis camaradas en el movimiento literalmente me sacó la mierda. Ahí es donde comenzó todo para silenciarnos. Me golpearon, les partí el culo. Logré hablar, y me hice entender”, señaló Rivera en una de las entrevistas publicadas en el texto.
Según el editor del libro, Manuel Retamal, estos enfrentamientos entre los mismos pares de la comunidad LGBTIQ+, toman relevancia en los temas actuales, pues dentro del movimiento las mujeres trans son las más afectadas.
“Nos encontramos con una comunidad que, si bien se ha mantenido unida, tiene grandes diferencias en relación con el trato que recibe cada una de “las letras” que la componen, siendo las personas trans las menos beneficiadas en las luchas colectivas.
Syilvia y Marsha fallecieron hace más de 20 años, pero sus ideales se transformaron en un legado para la comunidad, pues varios de sus pensamientos forman parte del discurso de activistas, académicos, y personas disidentes en la era actual.
Una de estas ideas se relaciona con el papel de las disidencias sexuales dentro de un sistema heteronormado que influencia la vida de la comunidad LGBTIQ+. Las opiniones de Sylvia y Marsha apuntaban al respeto a la diferencia y no a la adecuación forzada de las dinámicas disidentes a las prácticas cis hétero. Así lo detalla en una de sus últimas entrevistas:
“¿Sabes?, solía ser maravilloso ser vanguardista, ser diferente a todo el mundo. Veo que estamos volviendo a un supuesto clóset liberado porque ustedes que componen esta comunidad (LGBTIQ) convencional desean casarse, desean ese estatus. Eso está bien, pero se olvidan de sus raíces, se olvidan de su propia identidad individual. Quiero decir, nunca podrán ser como ellos.”
Manuel Retamal, sostiene que considera necesario recordar la historia de Sylvia y Marsha, para dar a conocer la historia nacional de la comunidad, y además, recordar que el día internacional del orgullo no es motivo solo de celebración.
“Esperamos que la publicación de este libro permita crear una base para futuros textos sobre figuras o historias LGBTIQ+ nacional e internacional; y también que permita comprender que la marcha del orgullo que realizamos cada año por el aniversario de los eventos de Stonewall es una conmemoración por aquellos que han ayudado a avanzar y no solo un evento enfocado en el festejo, señaló”.
El libro, financiado con el Fondo del Libro y la Lectura Convocatoria 2021, está a la venta a través de la página web de Invertido Ediciones, editorial especializada en autores y literatura LGBTIQ+ que también tiene títulos como Davis de Augusto D’Halmar, El ruiseñor y la rosa de Oscar Wilde, Marta y Hortensia de Enrique Gómez Carrillo, entre otros.