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Negociación colectiva: ¿cómo podemos avanzar en tener mejores condiciones laborales para que vivamos mejor? Créditos: Andrea Piacquadio en Pexels

Negociación colectiva: ¿cómo podemos avanzar en tener mejores condiciones laborales para que vivamos mejor?

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Hace unos días apareció el informe de felicidad mundial realizado a través de la encuesta Ipsos, que señala que Chile es el cuarto país más infeliz del mundo. Dentro de las razones entregadas por los encuestados, estarían la salud mental, seguido por la salud física y luego por sentir que la vida no tiene sentido. 

Según la Organización mundial de la Salud (OMS), la salud mental corresponde a un estado de bienestar en el que la persona realiza sus capacidades y es capaz de hacer frente al estrés normal de la vida, de trabajar de forma productiva y de contribuir a su comunidad. Este estado de bienestar es más que la ausencia de trastornos o discapacidades mentales, ya que influyen múltiples factores tales como la justicia, el medio ambiente y en el cual el trabajo afecta de forma significativa (2018 Política Nacional de Salud).

Es decir, el trabajo influye en la calidad de nuestra salud mental y en nuestra calidad de vida. Ahora, si entramos a analizar la realidad de las condiciones del trabajo en Chile, es fácil entender porqué estamos dentro de los países más infelices del mundo, ya que contamos con una jornada laboral de 45 horas semanales (superior al promedio de la OCDE que es de 40 horas semanales), un promedio de pensiones de 257.498 al 2021 según  Superintendencia de Pensiones y con niveles de salarios en que un 50% de la población gana menos de 420.000 pesos al mes, según datos al 2021 de Fundación Sol. 

¿Cómo podemos mejorar esto?, ¿cómo podemos avanzar en tener mejores condiciones laborales, para que en definitiva vivamos mejor? Muchas serán las respuestas y los caminos, sin embargo, es importante encontrar soluciones que podamos tener como país y el proceso constituyente que estamos viviendo en este momento es una de ellas, en donde las trabajadoras y los trabajadores tendrán un rol central. 
[cita tipo=»destaque»]Es fácil entender porqué estamos dentro de los países más infelices del mundo, ya que contamos con una jornada laboral de 45 horas semanales.[/cita]
Me refiero en particular, a la aprobación el pasado 19 de abril por el pleno de la Convención Constitucional del artículo 12 que regula el derecho a la libertad sindical. La aprobación de esta disposición junto a otras normas ya aprobadas significa que serán incorporadas en el proyecto de Constitución que votaremos el próximo 4 de septiembre. 

Esta nueva norma dispone en su inciso quinto que La Constitución asegura el derecho a la negociación colectiva. Corresponderá a los trabajadores y trabajadoras elegir el nivel en que se desarrollará dicha negociación, incluyendo la negociación ramal, sectorial y territorial. Las únicas limitaciones a las materias susceptibles de negociación serán aquellas concernientes a los mínimos irrenunciables fijados por la ley a favor de los trabajadores y trabajadoras.

En contraste a la norma citada, nuestra Constitución vigente, señala en el artículo 19 numeral 16 que la negociación colectiva con la empresa en que laboren es un derecho de los trabajadores, salvo los casos en que la ley expresamente no permita negociar. Lo anterior ha sido interpretado en el sentido que la negociación colectiva, sólo puede operar a nivel de la empresa respectiva. 

La restricción de fijar la negociación colectiva a nivel de empresa, permite entender las cifras de la última Encuesta Laboral (ENCLA) del año 2019, que señala que sólo en el 6% de las empresas representadas en la encuesta existe un instrumento colectivo vigente.

Es decir, sólo existe un 6% de  posibilidad de mejorar las condiciones laborales en las empresas en Chile, más allá del mínimo que establezca la ley. La negociación colectiva, es el instrumento con el que cuentan las trabajadoras y los trabajadores para mejorar sus condiciones laborales, tales como aumento de salarios, reducción de la jornada de trabajo, otorgamiento de permisos para trabajadores con responsabilidad familiares, programas de erradicación de la discriminación y violencia en el trabajo, aumento de derechos por maternidad, implementación de programas de perfeccionamiento, entre tantos otros. 

En nuestro país, actualmente sólo unos pocos pueden acceder a la posibilidad de negociar colectivamente, por lo que la aprobación de la negociación colectiva a nivel ramal, sectorial o territorial, significará que más trabajadoras y trabajadores se verán beneficiados por la negociación colectiva, y de paso mejorarán su vida. 

No es extraño constatar que dentro de los países más felices de acuerdo con el ranking Ipsos mencionado al principio de este artículo, se encuentran Finlandia, Dinamarca e Islandia. Países que cuentan con unos altos porcentajes de cobertura de la negociación colectiva, ya que ésta existe más allá del nivel de empresa. Es decir, todo lo contrario, a nuestra realidad nacional.

Está en nuestras manos cambiar lo anterior. Está en nuestras manos mejorar nuestras vidas.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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