Durante el golpe, una de las industrias más afectadas fue la cultural. La Junta Militar se ocupó de censurar diversas instituciones, obras, libros, etc. Frente a tal situación, es que Lotty Rosenfeld comenzó a participar de diversas agrupaciones que buscaban promover y crear intervenciones para reactivar la escena artística en el país. Rosenfeld, también fue activa en el movimiento feminista, en 1983 se integró a Mujeres por la Vida, organización que reunió a mujeres opositoras a la dictadura, que tenían la meta común de luchar por recuperar la democracia.
Durante la dictadura, el desarrollo de las artes y la cultura en el país se vio frenado. Lo anterior, sucedió mayoritariamente debido a la censura que realizaba la Junta Militar a diversos proyectos, libros u obras nacionales. Este hecho se conoce históricamente como el ‘‘apagón cultural’’.
Frente a tal situación, es que distintos artistas comenzaron generar grupos para impulsar e implementar intervenciones culturales en contra de la censura ejercida por el régimen. Entre las personas destacadas que formaron parte de este movimiento, se encuentra la artista visual, Lotty Rosenfeld.
Rosenfeld formó parte de la Escena de Avanzada y del Colectivo Acciones de Arte (CADA), dos movimientos que fueron clave para el desarrollo cultural en país durante esa época. Además, de forma paralela, la artista visual integró al movimiento feminista Mujeres por la Vida.
Por esto, en un nuevo Mujeres Inolvidables, el especial semanal en donde destacamos las importantes hazañas de mujeres chilenas de la historia y el presente, visibilizamos el impacto de la destacada artista visual y feminista que luchó en contra de la censura durante la dictadura, Lotty Rosenfeld.
Lotty Rosenfeld nació el 20 de junio de 1943. Desde joven se interesó en las expresiones culturales y artísticas, lo que la llevó a estudiar Artes Plásticas en la Universidad de Chile. Tras titularse, comenzó a desarrollarse en el grabado.
Sin embargo, con la llegada del golpe y con el objetivo de mantener a flote la cultura en el país, la artista empezó a explorar otros formatos. Videoarte, intervenciones, performance, fueron algunos de los principales proyectos que impulsó Rosenfeld.
Entre los años 1974 y 1975, Lotty participó en la Escena de Avanzada, movimiento civil independiente de vanguardia que utilizó nuevas formas de producción y comunicación, para rechazar el llamado mercado del arte y combatir el ‘‘Apagón Cultural’’.
Dentro de la escena, en 1979, la artista visual formó parte del grupo que fundó el Colectivo Acciones de Arte (CADA). A través de esta agrupación, Rosenfeld, realizó diversas obras en el espacio público como resistencia a la dictadura. Por ejemplo, una de sus más recordadas intervenciones fue ‘‘Para no morir de hambre en el arte’’, donde buscaban visibilizar la problemática de la pobreza. La acción consistió en la repartición de 100 litros de leche entre pobladores de La Granja, aludiendo a la política de alimentación infantil del ex presidente Salvador Allende. Además, estacionaron frente al Museo Nacional de Bellas Artes, camiones de leche Soprole.
Paralelamente a su trabajo en el Colectivo, Lotty Rosenfeld ejecutó diversas intervenciones de forma autónoma.
En el año 1979, llevó a cabo una de sus más icónicas obras, “Una milla de cruces sobre el pavimento”, intervención donde trazó líneas en la calle, formando cruces que invitaban a los espectadores a reflexionar sobre las reglas sociales. La intervención fue realizada frente al Palacio de la Moneda, sin embargo, su impacto fue internacional.
La artista replicó la obra en diversos lugares, como la Casa Blanca, en Washington o el Arco del Triunfo, en París.
En 1983, Lotty Rosenfeld se integró al movimiento feminista Mujeres por la Vida, agrupación que reunió a mujeres opositoras a la dictadura, que tenían la meta común de luchar por recuperar la democracia. Algunas de sus integrantes fueron la periodista Mónica González; la escritora Diamela Eltit; y la fotógrafa Kena Lorenzini.
La organización frecuentemente realizaba actos públicos pacíficos y marchas, para denunciar las violaciones a los derechos humanos ejercidas por agentes represivos.
‘‘En Mujeres por la Vida ella era pieza fundamental, decidía la visualidad, cómo iba a ser la forma en que iban a hacerse las acciones del colectivo. En el fondo, hacía carne nuestras ideas”, contó Lorenzini sobre Rosenfeld en una entrevista.
Por otra parte, en la organización, la artista visual también realizó una serie de entrevistas a mujeres pioneras del movimiento feminista chileno. Por ejemplo, conversó con Elena Caffarena, María de la Cruz, Carmen Lazo, entre otras. El archivo inédito fue donado al Centro de Estudios de Literatura Chilena (CELICH), de la Facultad de Letras de la Universidad Católica.
Lotty Rosenfeld falleció el 2020 a los 77 años producto de un cáncer al pulmón. Este hecho causó la conmoción de diversos artistas nacionales, los cuales lamentaron la noticia y recordaron el legado de ella.
“La muerte de Lotty es un golpe fuerte para las mujeres artistas chilenas. Era una mujer increíble, sabia y libre, y una artista icónica y gigante, sobre todo tenaz, y de una resistencia ética y estoica absolutamente admirable”, recordó en una entrevista la artista Voluspa Jarpa.