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Cuotas de género: ‘‘Una herramienta real para incorporar a mujeres en cargos que naturalmente no llegan’’ BRAGA

Cuotas de género: ‘‘Una herramienta real para incorporar a mujeres en cargos que naturalmente no llegan’’

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Valentina Paredes
Por : Valentina Paredes Periodista en El Mostrador Braga
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Estereotipos de género, desigualdad salarial y ausencia corresponsabilidad parental, son algunas las principales problemáticas a las que las trabajadoras se ven expuestas. Estos obstáculos tienen directa relación con las dificultades que tienen las mujeres para alcanzar puestos de liderazgo en sus empresas. Dada esta situación, es que desde el gobierno se encuentran generando una Ley de Cuotas de género, una acción que podría por fin generar las mismas posibilidadades laborales entre varones y mujeres.


De acuerdo a datos del Tercer Reporte de Indicadores de Género en las Empresas en Chile, la participación de mujeres en directorios de organizaciones durante el 2021 fue solamente de un 12,7%. El sondeo, a su vez, reveló que en el país existen 260 ‘‘Organizaciones Cero’’, estas son empresas sin representación femenina en sus directorios. 

Frente a esta situación, es que actualmente desde el gobierno se encuentran impulsando la creación de la Ley de Cuotas. De acuerdo a la información que se ha podido adelantar hasta el momento, la norma implementará de forma gradual la participación de mujeres en espacios de liderazgo. 

El diseño de la iniciativa se encuentra a cargo del Ministerio de Economía, el cual ha sostenido que la principal meta es que en seis años el 40% de los miembros de cada directorio de grandes empresas fiscalizadas por la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) sean mujeres.

Según detalla al Mostrador Braga, la directora ejecutiva de Mujeres Empresarias, Carolina Eterovic, esta legislación es un paso favorable y que es crucial para la inclusión femenina en puestos que históricamente han sido casi inalcanzables. “Las cuotas son un instrumento, una herramienta real para incorporar a mujeres en cargos que naturalmente no llegan. Favoreciendo que situaciones, que no se dan de forma natural, sucedan y así se logre un cierto equilibrio’’, explica Eterovic.

Por su parte, la presidenta ejecutiva de Fundación Chile Mujeres, Francisca Jünemann, prevé que la iniciativa podría tener buenos resultados. ‘‘A mayor compromiso de los Estados, mayor la participación de mujeres en el principal órgano de los gobiernos corporativos. Los únicos países que llegan o superan el 40% de mujeres en directorios de empresas son aquellos que tienen ley de cuotas obligatorias’’, señala.

Además, la propuesta de ley podría combatir problemáticas que afectan a las trabajadoras continuamente. ‘‘Bajos niveles de participación femenina, desigualdad salarial, ausencia de culturas de prevención del acoso, y escasas posibilidades de desarrollo de las mujeres a todo nivel en la organización’’, son algunos de los obstáculos que destaca Jünemann.

El techo de cristal

Pero ¿qué implicaría una ley que asegure la inclusión en los altos cargos? Carolina Eterovic explica que no se trata de una salida fácil para las mujeres, sino que es una garantía para la paridad. ‘‘Es importante aclarar que las cuotas no significa regalar el cargo, por el contrario, la cuota abre la posibilidad para que un porcentaje de mujeres y hombres puedan optar a un cargo a través de su experiencia y méritos”.

Esta garantía de oportunidades para las mujeres con base en su propia trayectoria, representa una solución concreta para el denominado techo de cristal, la problemática más común para el desarrollo de las trabajadoras en las organizaciones. 

El techo de cristal, corresponde a una metáfora que se refiere al tope que experimentan las mujeres en su realización laboral y que impide su llegada a los altos cargos. Este límite es generado principalmente por los estereotipos de género y las construcciones culturales de las sociedades. 

‘‘Las transformaciones sociales son profundas y aceleradas y estas no se están reflejando con el mismo nivel de profundidad y celeridad en el mercado laboral’’, detalla la presidenta de Chile Mujeres. 

Entre los principales estereotipos que continúan frenando el ascenso de las trabajadoras se encuentra, por ejemplo, que las mujeres no contarían con la misma capacidad de liderazgo que los varones. Algo que se ha comprobado como falso. 

De hecho, un estudio realizado por la consultora Zenger/Folkman, reveló que las mujeres son tan eficaces en posiciones de liderazgo como los hombres, además de ser sobresalientes en relación con las habilidades que se consideran necesarias para ser un buen jefe.

Por otro lado, se encuentran los obstáculos personales de las mujeres, los cuales impactan su desempeño profesional. Por ejemplo, la falta de corresponsabilidad, la constante sobre exigencia y exposición al juicio ajeno.  

Ante tales problemáticas es que tanto Mujeres Empresarias y Chile Mujeres han realizado diversas acciones para frenar estos obstáculos. Asesorías, conversatorios, estudios, etc. Además, Eterovic comenta que se han visto avances desde la percepción de la sociedad, ya que existen un interés genuino por derribar las brechas. 

“Creemos que hoy hay un convencimiento que como sociedad tenemos que tender al equilibrio, ocupar los talentos de mejor manera y entregar igualdad de oportunidades tanto a hombres como mujeres”.

Brecha salarial

Otro aspecto sumamente importante que se deriva de la dificultad que experimentan las mujeres al tratar de acceder ha puesto de mayor cargo, son las brecha laborales que se manifiestan. 

Por ejemplo, la representante de Chile Mujeres señala que en un informe laboral mensual realizado por la organización, se evidenció que en términos generales las trabajadoras perciben un 21% de ingresos menos que los hombres. Esta cifra se incrementa cuando hay niñas, niños y adolescentes en el hogar, alcanzando un 28%. 

‘‘Estamos aún en un proceso inconcluso de liberación femenina que nuestra generación debe terminar, alcanzando la autonomía económica mediante la plena participación laboral’’, destaca Jünemann. 

La implementación 

Para ambas expertas, una parte esencial de la propuesta de Ley de Cuotas es observar la experiencia de otros países respecto a esta misma temática, para así implementar una norma integral que pueda ser un verdadero aporte para las trabajadoras. 

Carolina Eterovic sostiene que el mejor mecanismo, son las cuotas de entrada y transitorias, ya que permite escalar en pequeños movimientos que visibilizan el talento femenino.‘‘Con estas dos características tendríamos un mecanismo que, por una parte, mantenga la libertad de las empresas, principio fundamental de toda economía social de mercado y por otro tender a corregir el número de mujeres en el sector privado”.

Por otro lado, otro método que se propone para integrar a las mujeres en los altos cargos es el “comply or explain”. Según explica Francisca Jünemann, este consiste en que la organización tiene el deber de reportar al regulador si cumple la cuota que este le sugiere o bien, debe explicarle por qué no lo hace. ‘‘Esto no se opone a la ley de cuotas que el Gobierno quiere proponer, sino que se adelanta porque simplifica, acelera y asegura la aprobación del modelo’’. 

De acuerdo a lo que explica la directora de Chile Mujeres, la ventaja de este método es que las organizaciones se verán obligadas a responder por la falta de representación femenina. ‘‘Las grandes empresas, que son las que más responsabilidad tienen, cumplirán la recomendación, si no es por convicción, al menos por imagen corporativa y percepción del mercado’’.

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