Jornadas de reflexión, una romería y un conversatorio forman parte de las actividades que desarrollarán como parte del quinto aniversario de la muerte de la mujer haitiana.
Organizaciones sociales migrantes, feministas y chilenas, defensa y promoción de los derechos humanos presentan campaña para que se consiga la instauración del 30 de septiembre como el Día Contra el Racismo en Chile, en conmemoración de un año más de la muerte de Joanne Florvil, mujer haitiana que falleció luego de ser detenida ilegalmente.
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Joanne Florvil perdió la vida un mes después de haber sido detenida, sin formulación de cargos y sin haber sido puesta a disposición de los tribunales de justicia. Tampoco fue asistida por ninguna institución estatal de derechos humanos o de derechos de la mujer que pudiera haber protegido su vida. Toda la institucionalidad del Estado le falló a esta madre de nacionalidad haitiana, marcando un punto de inflexión y una exigencia irrenunciable respecto al cuidado de la vida.
Al cumplirse un nuevo año de la muerte de Florvil, este miércoles 30 de septiembre, la Articulación Justicia y Dignidad para Todos y Todas, ha organizado una serie de actividades, en el marco del Día contra el Racismo, entre ellas, jornadas de reflexión que comenzaron a fines de agosto -fecha de la detención de Joanne Florvil- y que culminan este viernes 30 con una romería.
Esta actividad partirá a las 18.30 hrs. desde Londres 38, para llegar a la Posta Central, donde se realizará una velatón.
Para la académica U de Chile, María Emilia Tijoux, la conmemoración del día contra el racismo es fundamental, ya que “en una sociedad racista como la nuestra es muy complejo enfrentar este concepto más allá de la buena voluntad. Se debe pensar a los demás como un nosotros, lo que implica no construir otredades. Pensar en la persona como si fuese yo, como si fueses tú y eso implica una consideración de igualdad”.
Desde la vocería de la agrupación feminista Londres 38, Gloria Elgueta, plantea que “hay que recordar para traer al presente los vínculos que nos unen a nuestras muertas, como es el caso de Joane, para hacer presente sus vidas y para contribuir a que los abusos de los que fueron víctimas no se repitan, aunque sabemos que no basta con ello”.