El masivo regreso de los pantalones tiro bajo y las distintas celebridades apegadas a este estilo, como Las Kardashian, Danna Paola, Bella Hadid, entre otras, fueron foco de preocupación para muchas usuarias de redes sociales al ver el retorno de la extrema delgadez como estereotipo.
La moda es cíclica y un gran ejemplo de esto es lo que está ocurriendo actualmente con la estética de los 2000, donde los pantalones de tiro bajo, minifaldas, crop tops, el rosa chicle, los brillos y las prendas aterciopeladas o de plush fueron las tendencias a principios del siglo XXI, con íconos como Britney Spears, Paris Hilton, Lindsay Lohan y Christina Aguilera.
Si bien esta estética ha sido abrazada e incorporada en la actualidad en los clósets de la generación Z, son muchas las mujeres que demuestran su inquietud –en redes sociales como TikTok, Instagram y Twitter– sobre el regreso de esta moda y las preocupantes problemáticas que surgieron en esa época y que no quieren volver a repetir.
Y es que en los 2000 el estereotipo de cuerpo altamente difundido y considerado como “perfecto”, era el delgado. Lamentablemente, esta situación generó un alza en los diagnósticos por Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA), pues las mujeres sentían la presión de encajar en estos estándares de belleza, para utilizar estas prendas y alcanzar la talla 00.
El estilo conocido como “Y2K” desde el año pasado ha comenzado a retornar y masificarse en distintas pasarelas, colecciones, tiendas comerciales y, sobre todo, en redes sociales de la mano de influencers y modelos reconocidas, como Bella Hadid. Sin embargo, el masivo regreso de los pantalones tiro bajo fue la más grande “red flag” para muchas, ya que estos no son pensados para las distintas corporalidades.
“Que las tendencias de ropa o de música de los 2000 vuelvan, no disgusta, pero que nuevamente se ponga la regla de que existe un cuerpo perfecto y que debe ser talla 00, me aterra”, menciona una de las miles de cibernautas en Twitter.
En conversación con El Mostrador Braga, la organización La Rebelión del Cuerpo Biobío afirma que el peligro de todo esto es que no se dé una visión crítica a lo que se considera moda “y se crea que es un deber perseguir una tendencia para asegurar nuestro valor y el valor de nuestra corporalidad en la sociedad”.
“Sabemos que mostrar solo un tipo de corporalidad refuerza esta imagen de la belleza hegemónica y que en su propia concepción tiene el objetivo de ser inalcanzable para, inteligentemente, generar la disconformidad necesaria que nos motive a querer hacer cosas para alcanzarla un mínimo”, explican las integrantes.
Desde la colectiva refuerzan la idea de que ya es tiempo que la moda se adapte a los cuerpos y no que estos se adapten a esta. “La moda debería responder a lo que nosotres elegimos, y en ese sentido debe avanzar a ser más representativa, tanto en tallas como en expresión de género, por ejemplo”.
Por su parte, la stylist y creadora de contenido de 20 años, Manuela Rondon, más conocida en TikTok como @ellaesmanuela, manifiesta que resulta importante no desprestigiar ni criticar ningún tipo de cuerpo, “sino que saber que ese cuerpo no es la única manifestación de belleza”.
Para la stylist todos los cuerpos son válidos y valiosos, por lo que una moda no debería poner en riesgo ni la salud física ni mental de las personas.
“Hay que seguir usando la moda de los 2000 y las modas de cualquier año, pero sabiendo que no debemos tener necesariamente un tipo de cuerpo para poder vernos bien y encajar en esta. Yo creo que esto no significa en ningún momento hagámosle la cruz a la moda Y2K o no usemos más tiro bajo, no es necesariamente eso, es más bien saber que todos los cuerpos pueden usar la moda y reinterpretarla a su gusto, pues para eso es la moda, para expresarse”, asegura la creadora de contenido.
Asimismo, La Rebelión del Cuerpo Biobío menciona que cada persona es libre de usar cualquier prenda que la haga sentir bien y no la lleve a estar en guerra con su cuerpo. “Muchas veces nos sentimos presionades ante la industria de la moda, no solo por lo masivo de la publicidad, sino que también por el hecho de que las grandes tiendas venden solo ‘ese’ tipo de moda y en tallas minúsculas”, puntualiza la colectiva.
Sin embargo, recuerdan como opción las tiendas de ropa americana y las pymes de manufactura, las que “generalmente tienen ropa de diferentes modas y tallas, lo que permite ser más libre a la hora de elegir cómo vestirte y sentirte cómoda con eso”.
Avanzar en la disponibilidad de tallas y modelos con diversidad corporal resulta necesario dentro de la industria de la moda, afirman las integrantes, pues el objetivo de esta “es representar y ofrecer soluciones funcionales a las necesidades de las distintas corporalidades, en contraposición a generar necesidades y lucrar con ellas”.