Compensación por tablas de mortalidad, reconocimiento de las labores de cuidados y subsidio por maternidad serían las herramientas que permitirían elevar las jubilaciones de las mujeres, explican en una minuta la subsecretaría de esa cartera.
La Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputadas y Diputados ya comenzó la discusión del proyecto entregado por el Gobierno de Reforma Previsional, que contempla un sistema mixto y un aumento en la Pensión Garantizada Universal (PGU). Todo esto con el objetivo, según el Ejecutivo, de aumentar las pensiones para los actuales y futuros jubilados, pero además, con especial énfasis en las mujeres, quienes son las más afectadas con el sistema actual.
Hoy por hoy, la pensión mediana autofinanciada, que entregan las AFP para una mujer, equivale solo al 22,3% de la de un hombre, por lo que cerca de 315.000 mujeres jubiladas tienen pensiones autofinanciadas menores a $31.000, de acuerdo a una minuta de la subsecretaría de Hacienda.
Frente a este escenario, desde el Ministerio de Hacienda recalcan que “la creación del seguro social con el 6% de cotización adicional de los empleadores permite entregar beneficios y compensaciones de género, que aumentan de forma significativa la pensión de las actuales y futuras jubiladas”.
De acuerdo a cálculos expuestos por Hacienda, con la reforma previsional las pensiones de las mujeres podrían aumentar más de un 50%, en algunos casos. Esto debido a que «en el componente de capitalización individual no hay equidad de género, sin embargo, con el 6% del empleador que financia el seguro social se avanza en este sentido, a través de subsidio por los costos de la maternidad, la compensación por discriminación en expectativas de vida de la capitalización individual y el reconocimiento de las tareas de cuidado no remuneradas», explica la subsecretaria de Hacienda, Claudia Sanhueza, a La Tercera.
Estos beneficios, que se integrarían con la Reforma de Pensiones, buscan, en primer lugar, la compensación por tablas de mortalidad, en donde se le compensaría a las mujeres en un 10% la diferencia que haya por esta tabla, en caso de que reciban menos que los hombres que han cotizado junto a ellas lo mismo y que se jubilan a la par.
En segundo lugar, reconocer las tareas y trabajos de cuidados no remunerados, otorgando a aquellas personas que desempeñan estas labores cotizaciones para cuidados de dependencia severa o moderada. Podrían acceder a este beneficio quienes estén inscritos en el Módulo de Cuidadores del Registro Social de Hogares (RSH), con un tope de dos años y para máximo tres episodios de cuidado.
Y en tercer lugar, subsanar los costos de la maternidad concediendo 24 cotizaciones por 6% del salario medio de los cotizantes, por cada hijo nacido o adoptado de la mujer, monto que se agregaría al bono por hijo del 10%.
Si esto se lleva a la práctica, desde Hacienda detallan que «para una persona actualmente pensionada que tuvo 50% de densidad de cotización y un salario al jubilarse de $400.000, las pensiones de las mujeres aumentan 52%, mientras que las pensiones de los hombres aumentan 46%», indicó La Tercera.
Por ejemplo, si una mujer tuvo 50% de lagunas en su vida laboral y un salario de $400.000, su pensión sin reforma es de $302.416. Sin embargo, si se aprueba el proyecto, se le podría añadir $23.220 por subsidio de maternidad y $16.795 por compensación por tabla de mortalidad, lo que aumentaría su pensión a $497.173. En caso de que esa mujer haya cuidado a dos personas con dependencia, su jubilación subiría $22.358 más, por lo que recibiría una pensión final de $518.092.