Desde canciones para niños y niñas, hasta la promoción del desarrollo de mujeres de pueblos originarios, son algunas de las acciones que realiza la académica, cantante y poeta, Rosa Quispe. La reciente ganadora de un Premio Pulsar, siempre se ha interesado por promover la cultura andina, especialmente entre mujeres y los más jóvenes.
En la última edición de los Premios Pulsar solamente una mujer fue nominada en la categoría “Difusión de la música de los pueblos originarios”, Rosa Quispe Huanca. La cantautora se quedó con el galardón con su canción “Mi palomita”, perteneciente al álbum Urphilitay.
Este logro es solo una parte de la destacada carrera de Rosa Quispe, ya que la cantante también es académica, poeta y embajadora chilena de la música aymara. Además, por años se ha dedicado a la promoción de la cultura de los pueblos originarios.
En la misma línea, la poeta potencia el ingreso e inclusión de mujeres indígenas en diversas esferas sociales, culturales y económicas. ‘‘Nosotras no somos un museo, nosotras estamos vivas, estamos vigentes’’, señaló Quispe Huanco a ONU Mujeres.
Por esto, en un nuevo Mujeres Inolvidables, el especial semanal en donde destacamos las importantes hazañas de mujeres chilenas de la historia y el presente, visibilizamos el impacto de Rosa Quispe, la cantautora que preserva la cultura ancestral de su pueblo mediante la música y acción social.
Proveniente de la comuna de Pozo Almonte, sus padres fueron agricultores que desde siempre le enseñaron sobre la importancia de preservar la cultura de su pueblo a través de los años. Por tal razón, fue su madre quien le enseñó lengua aymara. También potenció su acercamiento a la música.
De esta forma, en ocasión que pudiera, Quispe usaba sus vestimentas tradicionales de su pueblo y subía a escenarios a interpretar canciones en su lengua ancestral. Esto lo realiza desde los años 90, época según cuenta, aún se vivía mucha discriminación hacia las culturas de los pueblos.
De forma paralela a su pasión con la música, la poeta se dedicó a enseñar en escuelas sobre danza, música y costumbres andinas. Enfocándose principalmente en jardines infantiles y educación básica, ‘‘ahí está la semilla que puede germinar el día de mañana’’, comentó a ONU Mujeres.
Además, la académica grabó un CD con música infantil bilingüe, el que es utilizado como material educativo en colegios y jardines. ‘‘Lo elaboré para que los niños y la juventud sepan que somos de un pueblo originario llamado Aymara y que esta es nuestra identidad. Tenemos nuestros valores, costumbres, tradiciones, danza, gastronomía, medicina y espiritualidad. Esas cosas son las que he tratado de transmitir a través de mi música’’.
Otra de las aristas que conforman la vida de Rosa Quispe, es su participación en el Programa Originarias de ONU Mujeres. Iniciativa que contribuye al empoderamiento económico y social de las mujeres indígenas.
El programa cuenta con diversos talleres y capacitaciones, que destacan el aporte y liderazgo de las mujeres pertenecientes a los pueblos originarios. La cantautora se dedica principalmente a derribar las barreras de desarrollo que experimentan y promover una mirada intercultural en la sociedad.
Por otro lado, su música también se ha centrado en visibilizar a las mujeres de los pueblos. Por ejemplo, la canción Urphilitay la dedicó a todas las nietas y bisnietas del pueblo aymara.
‘‘Yo siempre he abogado por nosotras las mujeres, y por el reconocimiento de todas las aymara. Urphilitay, que quiere decir palomita, es nombre de mujer, en este caso de mi hija. Esta canción está dedicada a mi nieta Monserrat, a quien desde que nació le decía ‘voy a cantar una canción para que recuerde a su abuela’, y también, ¿por qué no dedicarlo a muchas Urphilitay que hay en Chile y el mundo?’’.