Publicidad
Un 55% de las mujeres adolescentes en Chile sufre de trastornos alimentarios BRAGA

Un 55% de las mujeres adolescentes en Chile sufre de trastornos alimentarios

Publicidad

De acuerdo a lo señalado por el estudio “Trastornos de la conducta alimentaria en adolescentes chilenos: una epidemia silenciosa”, entre los principales factores que se asocian con mayor fuerza a la aparición de TCA se encuentran el ser mujer, iniciar una dieta, la baja autoestima y los comentarios sobre la apariencia física.


Con el objetivo de presentar las características principales y el impacto de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), el estudio “Trastornos de la conducta alimentaria en adolescentes chilenos: una epidemia silenciosa” reveló que el 6% de los afectados por desórdenes alimenticios son niñas, niños y adolescentes, de los que un 55% son mujeres.

La investigación realizada por la facultad de Medicina de la Universidad Católica (UC), se focaliza en tres alteraciones principales: anorexia nerviosa, bulimia nerviosa y trastorno por atracones, los cuales son los más comunes en la población joven y de los que concluyó que existen una serie de factores determinantes para la aparición de alguno de estos.

A nivel biológico, aquellas personas con familiares afectados por alteraciones en la conducta alimentaria tienen entre 7 y 12 veces más probabilidades de padecer un TCA. El ser mujer, joven, vivir en una sociedad occidental e iniciar una dieta, conducta que se encuentra presente con alta frecuencia previo al desarrollo de un trastorno alimenticio, menciona el estudio, son también algunos de los causantes.

A nivel social y cultural, la baja autoestima y los comentarios sobre la apariencia física son gatillantes no solo de estos trastornos, sino que también de otras afecciones como la ansiedad y la depresión.

Por otra parte, la investigación da a conocer el impacto de la crisis sanitaria por Coronavirus en la salud mental, en donde las restricciones a las actividades diarias y el confinamiento generó cambios en las rutinas de vida, que contribuyeron a exacerbar los síntomas de ansiedad.

En esa misma línea, el distanciamiento social aumentó el uso de las redes sociales, lo que llevó a una mayor exposición a contenidos relacionados con la cultura de las dietas e ideales de delgadez, expresa el estudio.

Junto a ello, el artículo propone una serie de recomendaciones orientadas a visibilizar y atender estas patologías tempranamente, por su capacidad de generar un impacto profundo en el desarrollo físico y mental de la población adolescente.

Publicidad

Tendencias