Acoso laboral, femicidio, violencia obstétrica y discriminación son las principales situaciones que se abordan en la nueva serie nacional «La Vida de Nosotras». A través de 16 historias, relatadas por sus protagonistas o familiares, el proyecto busca concientizar sobre la violencia machista y sus diversas expresiones. Según cuenta su directora –en conversación con El Mostrador Braga–, incluir la perspectiva feminista fue algo clave para narrar las distintas historias de forma respetuosa y sin caer en la revictimización, sino más bien hacer un llamado a la acción. ‘‘Esperamos que esta serie tenga acogida por parte de las distintas autoridades, esperamos que esta visibilización sea tomada como un problema serio y que puedan hacerse cargo de una vez por todas de la violencia contra las mujeres’’, señala Barrera.
Dieciséis historias que retratan las diversas formas de violencia que experimentan las mujeres a lo largo de su vida, componen la nueva serie chilena La Vida de Nosotras. Casos como el de Antonia Barra, Joane Florvil y Nicole Casilla forman parte de los capítulos de este proyecto audiovisual que se estrena en enero.
La serie cuenta con la dirección de la periodista y directora de contenidos de BTF Media, Bárbara Barrera Morales, quien durante más de un año se dedicó a investigar y conocer en profundidad la historia de mujeres víctimas y sobrevivientes de distintas violencias machistas.
Según detalla la directora en conversación con El Mostrador Braga, lo más importante en la serie es que las mujeres sean las protagonistas y quienes narren sus propias historias. De hecho, en aquellos casos de femicidios, suicidios femicidas y lesbocidios, son los familiares quienes relatan.
‘‘No hay nada ficcionado en la serie, todo se basa en el relato de las mujeres. Me parece súper importante entender que estas historias les pertenecen a ellas, son historias que tienen rostro, nombre y apellido’’, cuenta Barrera.
De acuerdo a lo que relata la directora, el principal objetivo de la serie es poder contribuir a visibilizar cómo la violencia de género se da de diversas formas según el cuerpo, territorio y contexto en el que se vive. Es decir, presenta una mirada interseccional de las agresiones.
‘‘La Vida de Nosotras nace con la idea de educar y concientizar sobre el grave problema de la violencia contra las mujeres, no solamente en Chile, sino también en el mundo. En el equipo pensamos en esa necesidad de mostrar distintas manifestaciones de la violencia patriarcal’’, comenta la productora.
‘‘La violencia contra las mujeres tiene especificidades en la medida que se dirige a cuerpos con determinadas características’’, agrega.
Por ejemplo, Bárbara adelanta que uno de los casos incluidos en la serie es el de Lorenza Cayuhan, mujer mapuche que dio a luz a su hija engrillada de los pies y en presencia de un gendarme. Todo esto en una clínica privada de la Región del Biobío. ‘‘La discriminación, el maltrato y el racismo que ella sufrió no se hubiese dado a una mujer blanca y que no perteneciera a un pueblo indígena’’, opina la directora.
Unos los aspectos más importantes en la construcción de la serie, fue realizar una narrativa que no fuera revictimizante y no cayera en el sensacionalismo o morbo de los delitos y agresiones que se abordaron. Para esto, Barrera señala que dar una mirada feminista fue algo crucial para lograr lo que esperaban y transmitir los casos de una manera respetuosa.
‘‘La perspectiva feminista resultó fundamental, allí hubo un gran trabajo en la etapa de escribir los guiones, principalmente para darle el punto de vista a cada historia. Lo que nosotras queríamos mostrar era la posibilidad de salir de ese círculo de violencia, ese fue el punto de vista que le dimos’’, comenta.
De acuerdo a la también periodista, en la mayoría de los proyectos audiovisuales que abordan la violencia de género, se tiende a mostrar cómo se ejercen las agresiones hacia las mujeres, entregando una narrativa enfocada en la revictimización. Por eso, desde la serie decidieron enfocarse en la resistencia de las sobrevivientes, sus familias y entornos.
Por ejemplo, el movimiento de mujeres que se formó con el caso de Antonia Barra, para visibilizar que se trató de un suicidio femicida. O cuando familiares y mujeres se encadenaron en el Ministerio Público para exigir al entonces Fiscal Nacional, Jorge Abbott, agilizar la investigación por el lesbofemicidio de Nicole Saavedra.
‘‘Hay muchos capítulos en los que las mujeres resisten a la violencia o se forma un movimiento de apoyo que resulta clave para conseguir justicia’’, recalca Barrera. «Muchas de las historias que llevamos se trabajaron en el concepto de resistencia, por eso hablamos de mujeres víctimas y de sobrevivientes», agrega.
Otro elemento importante para la creación y producción de La Vida de Nosotras, fue la participación de las protagonistas y sus familiares. Bárbara Barrera puntualiza que la comunicación con ellas y ellos no se quedó solamente en la etapa de investigación de los casos, sino que su voz fue crucial a lo largo del proceso.
‘‘Intentamos que esa relación permaneciera en el tiempo y no se quedara en la investigación. Informándoles los procesos en la medida en que avanzábamos en la serie. Entendemos que las producciones audiovisuales tienden a caer en el extractivismo de ir a conseguir historias y no hacer ningún tipo de retribución. Se entiende a la persona que se entrevista como un objeto de investigación solamente’’, explica Barrera Morales.
En la misma línea, la productora cuenta que las historias no fueron intervenidas por el equipo para incorporar elementos de ficción. Al contrario, reflexiona que para ella la forma correcta de trabajar la serie era sin intervenir en los relatos.
‘‘Este tipo de temáticas se tiene que abordar sí o sí con las protagonistas o los familiares. Ya que están basadas en hechos reales, nos planteamos ser respetuosas al no manipular el relato. No corresponde quedarse con lo que sale en la prensa, sino que siempre es bueno tener la historia en primera persona’’, enfatiza.
Otra de las historias que se retrata en La Vida de Nosotras, es el caso de Nicole Casilla, quien fue encontrada muerta el 14 de octubre de 2015. De acuerdo a las primeras hipótesis, la joven se habría suicidado. Sin embargo, su padre, Pedro Casilla, durante dos años recopiló testimonios e información para buscar la verdadera razón de la muerte de Nicole.
Finalmente, luego de la negación de las autoridades judiciales y debido a una orden de exhumación conseguida por el trabajo de Pedro Casilla y su familia, se comprobó que la causa de muerte de Nicole no coincidía con lo testificado por su expareja. Así comenzó el juicio por el delito de femicidio y aborto contra Alejandro Navarro –actualmente absuelto–.
‘‘Gran parte de las historias están cruzadas por negligencia institucional. Hoy en día en Chile, todas las instituciones que supuestamente están encargadas de prevenir, sancionar y erradicar la violencia, les fallan a las mujeres’’, subraya Barrera Morales.
Por tal razón, abordar las fallas del sistema y sus diversas instituciones, fue clave en La Vida de Nosotras. Principalmente, para demostrar cómo esta ausencia y la negligencia afectan directamente la búsqueda de justicia y reparación de la violencia de género.
‘‘Esperamos que esta serie tenga acogida por parte de las distintas autoridades, esperamos que esta visibilización sea tomada como un problema serio y que puedan hacerse cargo de una vez por todas de la violencia contra las mujeres’’, expresa.
Otro de los factores importantes para Bárbara Barrera, en el proceso de creación de la serie, era la incorporación de mujeres en el equipo realizador. Ya que –según explica– por años las trabajadoras detrás de cámaras en la industria audiovisual se han visto relegadas a áreas como vestuario, maquillaje, arte, entre otros.
‘‘El 70% del equipo se compone de mujeres, nos preocupamos de que los principales cargos de liderazgos y cabezas de los departamentos fuesen liderados por mujeres, entendiendo esta deuda histórica que tiene el cine’’, destaca la productora.
El elenco de La Vida de Nosotras se encuentra conformado por distintas actrices nacionales, como Amparo Noguera, Catalina Saavedra, Francisca Gavilán, Millaray Lobos y Karla Melo. Para la directora, lo más valioso del grupo de actrices y actores fue el profesionalismo de abordar sin revictimización las historias.
‘‘Me llevé una grata sorpresa al ver que las actrices y actores estaban muy comprometidos con la temática. Eso me pareció fundamental para lograr transmitir las sensibilidades, entendiendo las temáticas, en el fondo abordar desde la responsabilidad, alejándonos del sensacionalismo’’, finaliza Barrera.