BRAGA
créditos foto: Memoria chilena
El 28 de febrero pasado se cumplieron 120 años del natalicio de Esther Huneeus, más conocida por su seudónimo Marcela Paz, creadora de una de las obras literarias infantiles fundamentales de la cultura chilena. Además, hubo otros libros con los que la autora fue condecorada y también destacó por su participación en grupos de mujeres fundadoras de importantes organizaciones que fomentaron la educación y lectura.
Esther Huneeus Salas (1902-1985), fue una escultora y escritora chilena que ha sido recordada por su seudónimo Marcela Paz, nombre que utilizó para firmar una de las colecciones literarias fundamentales para la infancia, Papelucho. Por esta obra, la autora fue condecorada con Premio Nacional de Literatura en 1982, convirtiéndose en la tercera mujer chilena en ser destacada con este galardón siguiendo a Gabriela Mistral y Marta Brunet.
Según datos de Memoria chilena, Huneeus se forjó como escritora colaborando en diarios y revistas en las que firmó utilizando distintos nombres como Paula de la Sierra, Luki, Retse, P. Neka, Juanita Godoy, Nikita Nipone, entre otros.
Asimismo, fue artífice de otras grandes causas sociales en las que defendió los Derechos Humanos y de la Infancia. Junto a un grupo de mujeres, fue cocreadora de bibliotecas infantiles y del primer hogar de ciegos de Latinoamérica, el colegio de ciegos Santa Lucía, que existe hasta hoy.
Es por eso que en un nuevo Mujeres Inolvidables, el especial semanal donde destacamos las importantes hazañas de mujeres chilenas de la historia y el presente, destacamos a Esther Huneeus Salas, quien contribuyó a la formación lectora de muchas generaciones de infantes y familias, y abogó por la vida de personas en situación de discapacidad visual.
La historia de Papelucho, el niño por el cual fue conocida popularmente, partió como una prueba de suerte. En el año 1947 la editorial Rapa Nui abrió un concurso de cuentos infantiles al que la escritora -sin esperanzas de éxito- decidió participar, y para su fortuna fue seleccionada como ganadora. Este concurso le dio visibilidad y le permitió afianzar su carrera; a la cual siguieron 11 historias más que dieron lugar a una colección de Papelucho, libros que también fueron traducidos a seis idiomas y cuenta con cuatrocientas ediciones.
El seudónimo de Marcela Paz lo tomó en honor a una de sus escritoras predilectas, Marcella Auclair y la palabra paz. Otra de las curiosidades en torno a la colección es que Huneeus, escribió sobre el imaginario de Papelucho, buscando mostrar espacio más anecdótico de la vida de los niños, pensando en la historia triste de Oliver Twist y lo mucho que ella sufrió leyendo aquel libro.
Esther Huneeus también en vida fue conocida por su acción en pro de los Derechos Humanos. Según consigna el INDH, “en la primera mitad del siglo XX las personas ciegas en Chile eran excluidas y marginadas socialmente y no existía ninguna institución pública o privada que velara por unas mínimas condiciones de vida para su bienestar”. Fue en atención a esto que, en 1921 junto a un grupo de destacadas mujeres chilenas, participó en la creación del hogar de Ciegos Santa Lucía.
En la institución, “se encargaron de la enseñanza del braile, matemáticas, historia, ciencias naturales y música. Posteriormente se creó la orquesta Santa Lucía, que permitió captar recursos para el sustento de sus integrantes, que aprendieron la ejecución de instrumentos como la guitarra y el violín”, consigna INDH.
Huneeus inició los trámites legales y demográficos, que han hecho posible la existencia de esta fundación hasta la actualidad. Esta se encuentra ubicada en la comuna de San Miguel, siendo su principal objetivo ayudar a personas con discapacidad visual y sus familias a adquirir herramientas que le permitan desenvolverse en la vida cotidiana.
Con una carrera que duró casi 60 años, la autora comenzó su producción literaria en 1927 y se desarrolló en este oficio como colaboradora de diversas revistas y diarios nacionales, entre las que destacaron El Peneca y Mampato, en éstas se dedicó principalmente a la creación de cuentos y artículos breves de géneros infantiles y familiares.
Entre sus más destacadas obras se encuentran: Pancho en la luna (1927), Tiempo, papel y lápiz (1933) por el cual fue elogiada por la crítica de la época, la colección de cuentos Soy colorina (1934), el poemario Caramelos de Luz (1954), Perico trepa por Chile, Los pecosos, entre otros.
En 1964, Marcela Paz participó en otras causas como la creación del IBBY (International Board on Books for Young People / Organización Internacional para el Libro Juvenil) E inició una campaña para la creación de cuentos, bibliotecas y visitas a colegio junto a un grupo de mujeres escritoras e interesadas en el fomento a la lectura.
Esther Huneeus fallece en junio de 1985 y fue recordada por ser una de las mujeres que puso la literatura en el corazón de la cultura chilena. Desde el año de su muerte se instauró el concurso de literatura juvenil Marcela Paz el cual se realiza cada dos años y ha sido homenajeada por su vida y obra.
