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Mistral, Gabriela (1945): una obra de teatro que desentraña las grandes contradicciones que vivimos las mujeres BRAGA

Mistral, Gabriela (1945): una obra de teatro que desentraña las grandes contradicciones que vivimos las mujeres

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Javiera Bruna
Por : Javiera Bruna Fonoaudióloga y Comunicadora
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Mistral, Gabriela (1945) es una obra que abre debate entre dos mujeres de realidades contradictorias, generando fricciones entre sus vivencias y los temas más recurrentes del feminismo. En esta entrevista la actriz Valeria Leyton habla sobre su rol en el montaje, “una joven con tintes radicales, que representa muchos feminismos y que saca a flote todo lo que pensamos y cuestionamos como mujeres también”.


Equidad de género, igualdad laboral, maternidad, diversidad sexual, son conceptos en constante discusión entre feminismos. Desde ese lugar, el teatro inspirado y hecho por mujeres ha puesto sobre las tablas estos temas para reflexionar esta vez desde la mirada de sus espectadoras.

Este es el caso de Mistral, Gabriela (1945) una obra que a partir de la figura de la premio nobel, desentraña todas las contradicciones que cualquier mujer y feminista podría habitar. “Hay mujeres que han ido a ver la obra y luego me han comentado que las han tratado como egoístas por no querer ser madres”, dice la actriz Valeria Leyton, quien tiene la tarea de poner en entredicho los pensamientos de la insigne poeta.

“La investigación que se hizo para poder escribir la obra, demostró que Mistral nunca se reconoció feminista, de hecho, ella tenía conflicto con el feminismo de aquellos tiempos, en un Chile donde se excluía a la clase obrera y las mujeres pobres que no tenían posibilidad de salir a la calle a protestar y yo creo que Alicia (su personaje) representa ese feminismo que Mistral tanto detestaba”, dice.

En este sentido, la propuesta teatral intenta responder a la diversidad del movimiento y a la vez tensionar y desmitificar lo establecido. “Nos pasó que cuando estábamos en el proceso de creación, notamos que las miradas que teníamos del texto respondían a la mirada feminista de cada una”, dice la artista y agrega que en esta diversidad de pensamientos, “el montaje transita en el límite de un feminismo que concibe la lucha a costa de todo, donde incluso la violencia es válida porque si no, no nos pescan”.

¿Cómo es Alicia y cómo se llevan al escenario temas como el feminismo?

– Cuando Aliocha de la Sotta (directora del montaje) me convocó a trabajar en esta producción junto a Sol Lackington  y supe que iba a interpretar a una joven feminista me sentí muy afortunada, dije es un gran desafío. Mi personaje representa la posición de muchos feminismos y me costó mucho al inicio comprenderlo. Alicia es una joven de todos los tiempos, está situada en el momento en que Mistral gana el nobel, pero puede ser también del presente, del futuro o de dos años atrás, lo relevante es que viene a dar voz a todas las  feministas que hemos leído durante la historia.

Creo que es relevante la forma en que Alicia pone en crisis a Gabriela Mistral y saca a flote todo lo que pesamos y nos cuestionamos como feministas también. Cuando comenzamos a estudiar, Aliocha nos planteó la tesis de esta obra, que se trata del encuentro entre dos mujeres muy inteligentes que hablan de temas muy interesantes y sacamos a Mistral de este símbolo tan potente que se ha ido creando a lo largo de la historia chilena para pensarla como una mujer a la que le pasan y piensa cosas con las que podemos no estar de acuerdo.

– Cuando hablamos de feminismo nos enfrentamos a diversas formas de entender y practicar esta filosofía ¿Desde qué mirada se construye tu personaje?

– Yo entiendo a Alicia como una joven con tintes de anarco feminismo, con una mirada más radical y tajante de la causa, donde todo es válido para lograr esta lucha de igualdad de la mujer en relación con los hombres sin importar las consecuencias. No hay miedo a morir, a salir a la calle a gritar, no hay miedo a decir lo que se tenga que decir.

Creo que Alicia mira desde la óptica de discursos que son más radicales y a la vez, probablemente, más violentos. No creo que ella esté en el costado de un feminismo más dialogante -de partida es un secuestro- entonces, ya la idea de secuestrar a Mistral para lograr su objetivo con su grupo de mujeres es un gran plan para cambiar el mundo y creo que ahí es un escenario concreto desde donde se expresan sus referentes.

Por otro lado, el feminismo de Alicia igual responde a un privilegio de clase, ella proviene de una familia con dinero, tuvo una buena educación, ella vivió en Francia, por tanto, es una chica que vive su feminismo desde un contexto social y cultural distinto a otro tipo de mujeres que no tienen esas posibilidades.

– Y sobre los temas que son más discutidos en el feminismo ¿Cuáles están presentes en esta dramaturgia?

– Equidad de género: hay una discusión muy potente con respecto a este tema, es una crítica que mi personaje hace directamente a Mistral, que es una gran defensora de los derechos de las mujeres, pero se codea entre hombres y se pasea por las bibliotecas como su aliada.

Mistral era una mujer pobre que sufrió mucho desde muy niña, fue una mujer considerada fea que no cumplía con los cánones de la época para nada y tuvo que tomar decisiones para poder validar su forma de pensar en espacios masculinizados. Ahí se denota la estrategia de tomar decisiones incluso en su forma de vestir para poder habitar ese espacio lleno de hombres y exponer su inteligencia. “Tuve que hacer esto”, decía, para que los hombres no se fijaran en ella ni en como lucía, sino que en lo que pensaba, de otras maneras se ocultaba. Y ahí está precisamente la crítica que constantemente le hace Alicia, “si eres una mujer poderosa y ganaste un nobel, entonces en vez de sentarte a conversar con hombres, párate y di un discurso”.

Maternidad: sin duda es otro gran tema, que podría plantear una contradicción con el discurso de Mistral porque ella concebía la maternidad como la esencia de la mujer y defendía claramente ese espacio;
ahí hay visiones encontradas porque para Mistral el cuidado del hogar y de los niños era algo super importante, tenía una conexión con la niñez que la hacía defender ese lugar; distinto del feminismo del presente en que las mujeres estamos debatiendo sobre el aborto o de no ser madres.

Orientación sexual: Y desde la relación con la maternidad se desprende el lesbianismo oculto que vivió Mistral, ella crio a un niño que fue Yin Yin y formó una familia con distintas mujeres, Palma Guillén, Laura Rodig, siempre vivió con mujeres a las que mencionó en su historia como ‘sus asistentes’. En la actualidad sabemos que nunca aceptó que vivió con esas mujeres, tampoco su lesbianismo.
Hoy sabemos gracias a investigaciones y documentales que Doris Dana también fue una de sus asistentes, pero con ella mantuvo una relación muy diferente, ellas se enamoraron y mantuvieron una relación de mucha admiración y respeto mutuo; y fue ella quien la acompañó hasta su muerte. Alicia también la confronta con este tema y es violento que “la quiera sacar del closet”.

– ¿Cómo has observado que reaccionan frente a estos temas las mujeres que van a ver la obra?

– Son distintas las reacciones, justamente dependiendo de la forma en cada una concibe el feminismo, incluso nosotras como equipo estudiando la obra interpretamos el texto desde nuestras propias formas de comprenderlo, pero es importante mencionar que existen muchos feminismos y el patriarcado está tan inserto en nuestras costumbres que cuesta mucho darse cuenta de las ideas de libertad que tenemos (…) El tema de la maternidad, por ejemplo, creo que es super cuestionable, hay mujeres que salen de la obra pensando que si no tienes un hijo estás vacía y es super fuerte, hay mujeres que les han dicho que por no tener hijos su vida no tiene sentido o que son egoístas por no pensar en procrear, esa es una discusión que estuvo presente en la vida de Mistral, pero es muy contingente también.

Es profundo porque Mistral fue muy feminista en su accionar, pero nunca se reconoció feminista en su época y actualmente se ha convertido en un ícono para el feminismo en Chile y desde ese lugar fue fuerte darnos cuenta que una mujer tan simbólica pensara que la reproducción era como la labor de la mujer de la época y creo que justamente en el punto de la maternidad se rompe todo el esquema y al menos a mí como Valeria pienso como ¡Pucha Mistral por qué pensabas así! Yo tengo tías que aún cada vez que me ven me preguntan cuándo voy a ser madre y ¡Qué ganas de responderle como Alicia también!

– En el contexto nacional actual ¿Crees que el feminismo seguirá siendo un tema contingente para debatir en el teatro?

– Sin duda siempre va a ser necesario hablar de feminismo en todos los espacios y en todos los contextos y de todas las maneras posibles, creo que el teatro puede ser un espacio de visibilización de todas las demandas y de todas las desigualdades que viven todas las mujeres y sin duda en el contexto que estamos viviendo donde el feminismo es un concepto, es una idea, es una realidad mucho más fuerte que años anteriores y donde los espacios teatrales se están abriendo a la posibilidad de hablar de feminismo, creo que es necesario. Siento que mientras exista desigualdad y se cuestionen los derechos de las mujeres en todos los ámbitos posibles de la vida tenemos que discutirlo y mostrarlo como sea necesario.

Valeria Leyton

Valeria Leyton: actriz chilena que cumple el rol de Alicia, joven feminista radical que secuestra y pone en cuestión las ideas de la premio nobel Gabriela Mistral.

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