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“La paridad asegura la representación de mujeres y permite participación en espacios deliberativos” BRAGA

“La paridad asegura la representación de mujeres y permite participación en espacios deliberativos”

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A una semana de las elecciones del Consejo Constitucional, en el que 25 mujeres fueron electas, la Asociación de Abogadas feministas (ABOFEM), en respuesta a voces opositoras, subrayó la importancia de la paridad como un sistema que “no niega ni disminuye la democracia” sino que “la fortalece”, sostuvieron desde el espacio.


Tras las elecciones del Consejo Constitucional y posterior a la corrección por paridad, representantes políticos de sectores ligados a la derecha (en su mayoría varones) reclamaron contra el sistema de paridad. “Es atentar contra la democracia”, dijo el ex candidato Juan Sutil, que quedó fuera de los 51 elegidos debido a la corrección. Asimismo, el diputado Johannes Kaiser lo catalogó como “un engendro democrático”.

En respuesta a esta dura crítica al sistema de paridad, tanto desde la derecha (como ocurrió con Gloria Hutt), como otros sectores, lo defendieron. Y en el caso de ABOFEM quisieron no sólo valorar su importancia sino que también su relevencia en el ejercicio político.

“La subrepresentación femenina no funciona solo como un síntoma, sino como el origen de la enfermedad misma, contribuyendo a reproducir dinámicas que excluyen a las mujeres de cargos, pero también de derechos”, manifestaron desde la agrupación. De hecho, esta es una de las principales razones por las que, a su juicio, la paridad es “tan relevante”.

“Al asegurar la representación de las mujeres, permite que sean los intereses de la comunidad política completa los que estén representados en los espacios deliberativos”, sostuvieron y agregaron que contrariamente a lo que “algunas voces pretenden instalar”, la paridad “no niega ni disminuye la democracia” sino que “la fortalece”.

A pesar de ser más de la mitad del mundo, desde ABOFEM indicaron que las mujeres suelen ser excluidas de cargos públicos y representaciones políticas y esto no se debe a una falta de cualidades para asumir mandos, ya que existen ejemplos de liderazgos femeninos en todos los espacios públicos. “Esto responde a una configuración social que nos ha relegado a la privacidad del hogar, dejando en manos masculinas toda oportunidad de deliberación sobre el colectivo”, dijeron.

“Los efectos de esta exclusión son evidentes, que por más que se ha avanzado en leyes positivas, la representación de las mujeres en los cargos de elección no superan el 30%, cuyos porcentajes son menores en aquellos procesos sin cuotas o paridad”, añadieron.

 

Casi 150 años de diferencia

Las mujeres chilenas adquirieron el derecho a voto casi 150 años después que los hombres, recordaron desde la agrupación. Y hasta hoy, existen derechos básicos como la remuneración y reconocimiento del trabajo doméstico y de cuidados que históricamente han sido relegado a realizarse por las mujeres en la esfera privada. 

¿Cómo se relaciona esto último con la paridad? ABOFEM insistió con que el sistema “abre discusiones desde una visión y análisis diferente sobre los temas que aquejan la vida de las personas” ya que al “incorporar la perspectiva de género, las posibles soluciones son más representativas y efectivas”, explicaron.

“Por eso es indispensable que contemos con métodos que aseguren una paridad real en nuestras instituciones: en el derecho conocemos bien la diferencia entre lo formal y lo sustantivo, no basta con decir que todos y todas somos iguales ante la ley, es necesario remover los obstáculos que impiden que esa declaración sea una realidad”, valoraron.

Según lo planteado por las abogadas, la paridad de los procesos constituyentes “fue ideada para operar directamente en los resultados de la elección” ya que el aumento de candidatas mujeres “no es suficiente para corregir nuestra subrepresentación en estos espacios”. Es más, a juicio de las integrantes de la asociación, las mujeres se enfrentan “a numerosos estereotipos y prejuicios de género que muchas veces son inquebrantables”. 

“Es entonces legítimo y necesario que, como sociedad, nos hagamos cargo del problema a través de herramientas efectivas que fortalezcan una democracia participativa, paritaria y con enfoque de derechos. De lo contrario, arriesgamos seguir perpetuando la desigualdad y una democracia que no sea más que una ilusión sin sustento, nuevamente en una carta fundamental como la Constitución Política de la República”, cerraron. 

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