A 7 años de la creación del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género en el gobierno de Michelle Bachelet, una de las reflexiones y desafíos más aplaudidos en esta cuenta pública, es cómo ha avanzado la Agenda de Género en materia de la promulgación de la Ley pago efectivo de pensiones de alimentos y la Ley de reparación integral de víctimas de femicidio. Del mismo modo, para este segundo año de gobierno se proyecta un aumento considerable en las medidas concretas y compromisos para las mujeres.
En la exposición, el presidente Gabriel Boric Font entregó un balance sobre sus 15 meses de Administración y fijó metas para el resto de su periodo. Esta es su segunda cuenta pública, pero a diferencia de la anterior, donde solo habían pasado 3 meses de la instalación del gobierno, este año se enmarca con el peso de haber vivido ya dos elecciones en menos de 9 meses. En lenguaje político, las elecciones en estos contextos se suelen entender como un plebiscito al gobierno de turno, pero la política y en este caso los programas de gobierno no pueden volcarse a los resultados electorales, y esto el mandatario lo dijo fuerte y claro.
A 7 años de la creación del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género en el gobierno de Michelle Bachelet, una de las reflexiones y desafíos más aplaudidos en esta cuenta pública, es cómo ha avanzado la Agenda de Género en materia de la promulgación de la Ley pago efectivo de pensiones de alimentos y la Ley de reparación integral de víctimas de femicidio.
Del mismo modo, para este segundo año de gobierno se proyecta un aumento considerable en las medidas concretas y compromisos para las mujeres, como el impulsar proyectos de Ley sobre: derecho a sala cuna, red integrada de servicios e instituciones para que nadie más enfrente sola o solo la tarea de cuidar, igualdad salarial, rebaja en los precios de los anticonceptivos y por último, velar por la transversalidad de las políticas de género en los organismos del estado.
Pero sin perjuicio de ello, existen grandes desafíos de cómo hacer la bajada de la Agenda de Género en regiones tan golpeadas como lo es la región de Valparaíso, la que no tan sólo alberga más de 131 conflictos medio ambientales ligados al despojo hídrico, sino que existe una invisibilización sobre cómo esta problemática afecta directamente a las mujeres, niñas y personas menstruantes de esos territorios, tan sólo porque existe una entrega desigual sin perspectiva de género del recurso hídrico.
Por otro lado, la crisis habitacional que vive la región en donde más del 22% de los hogares están liderados por mujeres, se contrapone paradójicamente con la falta de reconocimiento a las Cooperativas de Vivienda Feminista lideradas por mujeres de nuestra región y que son las primeras en América Latina.
Finalmente, la Agenda de Género en la región de Valparaíso no solo puede depender de organizaciones sociales y feministas que levanten y trabajen iniciativas y proyectos con perspectiva de género, sino, que son las instituciones públicas y organismos del estado quienes deben garantizar, velar y hacer cuerpo las políticas que favorecen el avance hacia una vida digna y sin precarizaciones.