BRAGA
1069 enmiendas ingresaron consejeros y consejeras constitucionales hasta el cierre del proceso este 18 de julio. Para el cientista político, Danilo Herrera, funcionaron como una “definición identitaria” de las ideas con las cuales se busca conectar con la ciudadanía. Si bien quienes lideran este proceso -la derecha más radical- se unieron con Chile Vamos para acordar ciertos temas, aquellos ligados a los derechos sexuales y reproductivos, paridad y la educación sexual patentan un quiebre que se materializa en ideas contrapuestas: desde quienes los defienden, hasta aquellos que los omiten.
Este martes 18 de julio se cerró el plazo para el ingreso de enmiendas en el Consejo Constitucional, es decir, terminó el periodo para proponer modificaciones de artículos, propuestas de nuevas normas, suprimir o eliminar palabras y artículos completos al anteproyecto elaborado por los expertos, explica el cientista político, Danilo Herrera.
Para el especialista, algo en común que tuvo el Partido Republicano y los grupos de izquierda en este proceso particularmente, es que lo utilizaron en tanto “definición identitaria” en la que le hablan a “un electorado particular”.
En este sentido, las diferencias en la agenda de cada sector en relación a los derechos sexuales y reproductivos se dejan ver ya en los primeros capítulos, donde se introduce el tema aborto por medio de un eufemismo: aunque el delegado de la bancada republicana, Luis Silva, dijo con anterioridad que el tema “no va a ser parte de la discusión”, el artículo 16 del capítulo II consagra “El derecho a la vida. Se protege la vida del niño que está por nacer y la maternidad” y con ello deja en entredicho la ley de las tres causales.
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En contraposición a lo planteado, las consejeras y los consejeros Araya, Bengoa, Suárez, Márquez, Melín, Ñanco, Pardo y Viveros propusieron agregar en el capítulo II un nuevo inciso en su artículo 16 en relación a los derechos sexuales y reproductivos.
“Toda persona es titular de derechos sexuales y reproductivos. Estos incluyen el derecho a tomar decisiones informadas y autónomas sobre su vida sexual y reproductiva, y acceder a las prestaciones de salud correspondientes, sin coacción ni discriminación. Incluyen también el derecho a gozar de los beneficios del progreso científico y sus aplicaciones”, dice la propuesta.
Otro de los temas elevados por grupos de izquierdas y omitidos o abordados de manera diferente por el Partido Republicano -con mayoría para dirimir- es la paridad. En este caso, las y los consejeros mencionados propusieron sustituciones y adhesiones.
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“Su democracia es paritaria”, agregan las y los consejeros Antileo, Araya, Bengoa, Melin y Ñanco en el artículo 4 inciso 2.
“Su democracia es paritaria. El Estado deberá asegurar la participación y representación en condiciones de igualdad de mujeres y hombres en los distintos ámbitos de la vida nacional y remover los obstáculos que las impidan o dificulten. La ley establecerá los mecanismos que habiliten la composición paritaria en cargos de elección popular y los cargos públicos”, detalla.
En cambio, las y los consejeros de derecha y ultraderecha tratan el tema, pero nunca utilizan el concepto de paridad y lo hacen desde una perspectiva diferente sobre el mismo artículo.
“La ley promoverá el acceso igualitario de mujeres y hombres a los mandatos electorales y cargos electivos, así como su participación en condiciones de igualdad en los distintos ámbitos de la vida nacional. El Estado promoverá el ejercicio de la participación política de las mujeres”, plantean desde el sector.
Dos palabras marcan las diferencias en sus concepciones, las palabras “asegurar” (del primer artículo citado) y “promover” (del segundo), que marcan la posición desde la cual se concibe el tema en la ultraderecha y en las izquierdas.
El mismo grupo de consejeras y consejeros de izquierda propuso un nuevo inciso en el artículo 4 en relación al tipo de gobierno y la distribución de los cargos electivos, donde mencionó a las diversidades sexuales y de género.
“Lo anterior deberá contemplar un enfoque de género y de igualdad sustantiva e incorporará mecanismos para garantizar la representación y participación política de las diversidades sexuales y de género en la vida nacional”, señala.
Además de los derechos sexuales y reproductivos y la paridad, el mismo grupo de diputados de izquierda presentó un nuevo artículo después del 15 en el que busca reconocer el valor del cuidado y trabajo doméstico no remunerado.
“El Estado reconoce el valor económico y social de las labores de cuidado y el trabajo doméstico no remunerado y es su deber establecer políticas públicas y prestaciones que permitan el mayor bienestar social”, menciona la iniciativa.
En tanto, las y los consejeros Fincheira, Gatica, Hevia, López, Montoya y Rojas elaboraron una norma que podría obstaculizar una futura ley de Educación Sexual Integral.
“Las familias tienen el derecho de instituir proyectos educativos y las comunidades educativas a conservar la integridad e identidad de su respectivo proyecto de conformidad con sus convicciones morales y religiosas”, apunta el párrafo que busca ser agregado al artículo 16 numeral 13.
