Esta decisión ha ido en alza ya que muchas mujeres desean postergar su maternidad, pues tienen otros proyectos, quieren dedicar este tiempo para su desarrollo personal o profesional, o simplemente aún no quieren ser madres.
Cada vez es más común que, por diferentes motivos, las mujeres entre 29 y 35 años opten por congelar sus óvulos para postergar la maternidad. Pues muchas, durante esa edad, tienen otras prioridades como su desarrollo profesional y personal o simplemente no se sienten preparadas para ser madres en ese momento.
Gracias a la tecnología actual, es posible preservar la fertilidad y postergar esta decisión, ya que la congelación de óvulos permite obtener los ovocitos en el mejor momento de fertilidad de la mujer y guardarlos para ser utilizados cuando ella estime conveniente. De esta forma, quienes quieren ser madres no se sentirán presionadas por la disminución de la reserva ovárica.
Según el doctor gineco-obstetra y especialista en medicina reproductiva de la Clínica Las Condes, Jaime Albornoz, “cada vez existen más mujeres que desean postergar su fertilidad transitoriamente durante un tiempo, en una etapa de su vida donde aún no están preparadas para ser madres, ya sea por estudios de postgrado, trabajo, viajes, falta de pareja, entre otras razones, pero manteniendo sus opciones de maternidad abiertas a futuro”.
A esto agrega que “muchas de ellas son mujeres jóvenes e independientes, generalmente profesionales que desean realizar otros proyectos antes de intentar un embarazo”.
Para el proceso de congelación de los óvulos “Es fundamental consultar con un especialista para conocer las opciones disponibles y los pasos a seguir. Se sugiere realizar una evaluación del estado de fertilidad con el médico ginecólogo, experto en medicina reproductiva, con el fin de pesquisar precozmente una disminución de la reserva ovárica o la aparición de síntomas sugerentes de enfermedades que puedan comprometerla”, asegura el doctor.
De esta forma se realizará un examen de reserva ovárica, mediante medición de la Hormona Antimulleriana (AMH) o el recuento de folículos antrales en los ovarios mediante ecografía transvaginal, para confirmar que sea factible realizar la preservación de fertilidad, además de otros exámenes generales.