“Se siguen repitiendo los mismos factores asociados a mayores brechas de género en los ingresos”, explicó una de las investigadoras de Zoom de Género, un informe sobre las brechas de ingresos laborales realizado por Observatorio de Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC UDP) y Fundación ChileMujeres. De acuerdo con él, las mujeres se insertan más en empleos informales y las desigualdades de ingreso se amplifican más en estos casos, además la presencia de menores de 18 años en los hogares aumentan la brecha salarial en -31% en desmedro de ellas. Otros hallazgos permiten concluir lo mismo que otras investigaciones: “Se necesitan cambios sustanciales y estructurales”.
En todos los niveles de calificación hay una brecha de ingreso en desmedro de las mujeres, es uno de los hallazgos de Zoom de Género, un informe elaborado por el Observatorio de Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC UDP) y Fundación ChileMujeres, realizado de manera anual en sintonía con la Encuesta Suplementaria de Ingresos (ESI), también anual.
La informalidad, el trabajo a jornada parcial, la presencia de niñas, niños y adolescentes en el hogar y el ejercicio del rol de proveedor(a) principal del hogar son factores asociados a una mayor brecha de género en los ingresos, sostiene el estudio.
En números, las brechas de género en el ingreso laboral son mayores entre los ocupados informales, con una brecha de -32,1% en desmedro de las mujeres, frente a -23,3% en el segmento formal. Y en relación a la situación (el nivel de calificación y el grado de formalidad), las brechas son mayores en el segmento informal (en -41,7% y -31,8% en desmedro de las mujeres) que el formal en las ocupaciones de mediana y baja calificación ( con un -22,9% y un -14,9% en desmedro de las mujeres).
De los resultados obtenidos se obtuvo que las mujeres no sólo se insertan en mayor medida que los hombres en empleos de peor calidad (informales), sino que además las desigualdades de ingreso por género son mayores precisamente en esos trabajos y, particularmente, en los segmentos de baja y mediana calificación.
Por otro lado, la brecha de género de ingresos laborales en el segmento de ocupados a jornada parcial (30 o menos horas habituales) es de -37,1% en desmedro de las mujeres y pasa a -21,7% en el caso de jornadas completas menores al tope máximo de la jornada ordinaria legal (31 a 43 horas). Y en el caso de las jornadas completas en el tope de la jornada ordinaria legal (44 a 45 horas), la brecha se reduce aún más, alcanzando el -15,5% en desmedro de las mujeres.
Esto se asocia principalmente al segmento de quienes ejercen ocupaciones de mediana calificación, un hallazgo “crucial” del informe dado que el diseño actual de la política de sala cuna encarece en mayor grado la contratación de mujeres a jornada parcial.
La ley establece que empresas con 20 o más trabajadoras deben tener una sala cuna para los hijos menores de 2 años, lo cual implica un costo fijo a la contratación de trabajadoras y con ello encarece la contratación formal de mujeres y genera una brecha en las remuneraciones entre hombre y mujer.
Esto tiene consecuencias sobre todo para las mujeres que trabajan a jornada parcial pues trabajan una menor cantidad de horas, pero en la norma son contabilizadas igual que una mujer que trabaja a tiempo completo, lo que encarece relativamente más la contratación de las primeras.
Asimismo, el ingreso promedio de la ocupación principal es 29,7% menor para las mujeres que viven en hogares donde hay presencia de menores a 18 años, cifra que se reduce a -21% (en desmedro de las mujeres) en el caso de ocupados que viven en hogares donde no hay presencia de menores de edad.
¿Qué significa esto? Que la presencia de menores de edad es un factor relevante a la hora de evaluar las brechas de género en el ingreso laboral, ya que alcanza la principal brecha de ingresos (-31,1%) en desmedro de las mujeres cuando hay presencia de niños y niñas menores a 3 años en el hogar.
Un 29,3% en desmedro de las mujeres fue en tanto la brecha de género en el ingreso laboral en el segmento de proveedores(as) principales del hogar. De hecho, Si se comparan las brechas de ingreso laboral según el ejercicio del rol de proveedor(a) principal del hogar, pero ajustando por nivel de calificación de la ocupación, se observa que las brechas en el segmento de ocupados que no ejercen este rol son menores en todos los niveles de calificación en comparación al segmento de ocupados que sí lo ejercen, pero especialmente en el segmento de alta calificación.
La brecha es mayor a medida que aumenta el nivel de calificación de la ocupación, llegando a un diferencial de -32,6% en el segmento de alta calificación.
Los resultados de la Encuesta Suplementaria de Ingresos 2022 (ESI) indicaron que la brecha de género en el ingreso de la ocupación principal fue del -25,5% en desmedro de las mujeres, lo que implica un aumento de la brecha respecto a 2020 y 2021, similar a los niveles prepandemia de 2019.
Si bien el retroceso “es negativo” a su vez “no es sorpresivo”, indicaron las investigadoras ya que hubo una “destrucción relativa de empleos con menor capacidad de generación de ingresos entre las mujeres (baja calificación, jornada parcial, cuenta propia, etc) en comparación a los hombres”, y no obedeció a políticas estructurales relevantes, las que sí es necesario poner al centro.
“Los resultados nos muestran que se necesitan cambios sustanciales y estructurales para no seguir retrocediendo en las brechas laborales de género”, remarcó la Gerenta General de Fundación ChileMujeres, María José Díaz.
“Es muy importante promover la formalidad laboral, fomentar la corresponsabilidad en el cuidado y terminar con los desincentivos a la contratación de mujeres como, por ejemplo, el derecho a sala cuna que hoy depende del número de mujeres contratadas”, agregó.
Las indicaciones de la especialista remiten a que los resultados de este informe anual permiten concluir que “se siguen repitiendo los mismos factores asociados a mayores brechas de género en los ingresos” y es entonces sobre ellos los que hay que buscar soluciones.
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