En diciembre de 2017, un grupo de diputadas marcó un hecho histórico al crear la primera bancada feminista del país, Julieta Kirkwood. Abanderadas con el nombre de quien fue una de las referentes del movimiento feminista en el Chile de los años ’80, y en medio del segundo gobierno de la presidenta Michelle Bachelet, parlamentarias de los partidos Comunista, Socialista, Por la Democracia y Radical, a las cuales se sumaron después militantes del Frente Amplio, conformaron un espacio con el objetivo de defender los derechos de las mujeres desde la Cámara.
Era fines de 2017 y el agitado segundo gobierno de Michelle Bachelet, que abrió las puertas a temas como aborto, nueva constitución, reformas al sistema de pensiones, gratuidad universitaria y otros, llegaba a su fin con una aprobación menor que el primer periodo. Sin embargo, quizá el mayor reconocimiento que obtuvo es que uno de los pilares de su gobierno fueron las mujeres, aunque no el feminismo, porque la palabra en esos años aún no tenía la amplitud de hoy, pero la problematización de la desigualdad de género y las brechas asociadas a un sistema reproductor de las mismas permitió la proliferación de ideas y la creación de espacios en la institucionalidad, como la creación del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género, el 8 de marzo de 2015.
En sintonía con ello, en diciembre de 2017 nació la bancada feminista Julieta Kirkwood. Por esos años, la bancada universitaria hizo su ingreso al congreso y dos de sus referentes femeninos, Karol Cariola y Camila Vallejo, sintieron la necesidad de articular un espacio dentro del parlamento que agrupara a mujeres, pero no sólo por ser mujeres, ya que hubo una experiencia anterior de una bancada de ese tipo y la inquietud de las parlamentarias iba más allá: “creíamos que era importante poner sobre la mesa una perspectiva política más ideológica de la mirada del feminismo, de clase, con perspectiva interseccional, plantear la perspectiva del derecho de la mujer de manera mucho más profunda”, subraya la diputada del Partido Comunista, Karol Cariola.
Según recuerda, cuando surgió la idea de formar el conglomerado se consideró la presencia de ese espacio, donde muchas de las que lo conformaron votaron en contra del aborto y se oponían a la idea de paridad, que emergía en esos años.
“Nosotras dijimos ‘no se trata de coordinarnos solo entre mujeres por ser mujeres’, se trata de construir conciencia dentro del feminismo y por lo tanto avanzar en la conquista de más derechos (…) y de generar un cambio de estructura del modelo económico y social que ha sido la principal razón de la perpetuación de las formas de dominación que existen en nuestra sociedad y que le han permitido al patriarcado generar el daño que nos ha hecho durante muchos años”, asegura.
Además de las ya mencionadas, otras de las fundadoras fueron Daniella Cicardini, Jenny Álvarez, Denise Pascal, Cristina Girardi, Loreto Carvajal, Maya Fernández, Marcela Hernando y otras diputadas de los partidos Comunista, Socialista, Por la Democracia y Radical, a las que más tarde se sumaron referentes del Frente Amplio. Hoy son más de 30 diputadas.
“Ha costado mantener en el tiempo, pero afortunadamente en los distintos periodos parlamentarios hemos logrado sostenerlo, constituir un espacio de trabajo e ir creciendo, tomando más posición política y movilizar reivindicaciones, demandas y necesidades, que las mujeres de nuestro país tenemos, en forma de políticas públicas con posiciones muy definidas”, señala la militante del PC.
Desde su creación hasta la actualidad, la bancada ha presentado numerosas iniciativas que lograron mayor o menor adhesión, cuando en otros casos rechazo mayoritario.
Uno de los mayores logros de la bancada, reconoce la académica de la Universidad Alberto Hurtado (UAH), Lieta Vivaldi, es precisamente la creación de la Comisión de Mujeres, la cual permite abordar las problemáticas de género por fuera de la Comisión de Familia, donde se hacía hasta el momento de la creación.
Desde ese espacio, se construyó una agenda legislativa propia desde la cual emanaron leyes como la Ley Nº 21.030, que regula la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo en tres causales; la Ley Gabriela (de tipificación del delito de femicidio); la Ley Antonia; la Ley 21.565 de protección y reparación integral en favor de las víctimas de femicidio y suicidio femicida y sus familias; la Ley 21. 484 de Responsabilidad Parental y Pago Efectivo de Pensiones de Alimentos, y la Ley 21.369, que regula el acoso sexual, la violencia y discriminación de género en el ámbito de la educación superior, entre otras.
Al mismo tiempo, se impulsaron proyectos de leyes como el derecho de las mujeres a vivir una vida libre de violencia, de igualdad salarial, sala cuna universal, de reconocimiento del cuidado y otros. Muchos de ellos llevan más de seis años en comisiones de la misma cámara o el Senado.
“Con la creación de la bancada, se han impulsado más proyectos de ley que contribuyen a la igualdad de género en seis años que en toda la década anterior”, aprecia la especialista de la UAH, quien valora además que el trabajo realizado hasta el momento se suma a otros esfuerzos que han permitido “validar” el trabajo de las mujeres en el plano legislativo, lo cual no ha estado exento de obstáculos y tropiezos y en el contexto actual se enmarcan en una “arremetida ultra conservadora” que corre en dirección contraria a la propuesta desde los feminismos.
“Ser mujer, joven, estar en política es una dificultad en sí misma, sobre todo en un modelo que está pensando en ser habitado por hombres”, reflexiona Cariola en conversación con El Mostrador Braga. Cuenta asimismo que varias parlamentarias, han sido criticadas solo por el hecho de llevar a sus hijos al hemiciclo y afirma que el ejercicio no está pensado desde la conciliación de la vida familiar.
“Todavia hay una cultura en Chile y el mundo profundamente patriarcal que hace pensar a nuestros colegas que pueden decidir sobre nuestras vidas y cuerpos, y lo hemos transitado por ejemplo en ley de aborto, con discursos de odio que buscan criminalizar el feminismo, violencia política directa, vetos solo por el hecho de ser mujeres, agresiones publicas y privadas, acoso, maltrato”, apunta.
En esta línea recuerda las actuaciones de referentes de la derecha, como el diputado republicano Cristóbal Urruticoechea, y frases como que “una mujer que ha sido violada y aborta, no se desviola”.
La parlamentaria comunista indica que el objetivo de la bancada es proponer y defender “un proyecto político”, un “modelo de sociedad” que busca eliminar todas las desigualdades de género, clase, raza y todas las que se dan en una sociedad neoliberal como la actual, que permite la reproducción de desigualdades. Ese es el motivo, a su juicio, de la ofensiva ultraconservadora de quienes buscan defender el status quo.
Ante este escenario, valora la importancia de lazos internacionales, como la Internacional Feminista, una red global que nuclea a ministras, académicas, activistas, lideres de organizaciones sociales, parlamentarias y otras referentes, principalmente latinoamericanas, cuya declaracion de principios feminista (firmado en marzo de 2023) es el feminismo “de clase, interseccional, antiimperialista, anticapitalista, por la paz, que busca la liberacion y emancipación en todas las formas”.
“El que exista una bancada ya es un avance muy significativo, soy una de las fundadoras de la Internacional y una de nuestra primeras misiones fue impulsar la creación de bancadas feministas en el mundo”, asevera la diputada, añadiendo que “nos hemos dado cuenta que en la medida de que hay coordinación feminista en los parlamentos se logra hacer avanzar políticas publicas concretas con esta perspectiva y ponen al centro los derechos de las mujeres”.